21. Primera Vez

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Escribí este capítulo escuchando "Experience" de Ludovico Einaudi, así que recomiendo escucharla JAJAJ.

CAPÍTULO 21.

EVAN.

Amanda no respondía mis mensajes, había pasado un día y aún no sabía nada de ella, ¿hará nuevamente lo mismo? ¿Desaparecer sin razones y no hablarme más?

No la entiendo y eso me está carcomiendo la cabeza, sé que su dignidad ha sido pasada a llevar las dos veces que la he rechazado, pero ella tampoco es capaz de ponerse en mi lugar y comprender que no quiero que algo así de importante suceda en estado de ebriedad o en un baño de un club, anhelo algo más lindo y especial.

-Amanda por favor responde.

Necesitamos hablar.

No hagas esto de nuevo, no es justo.

Eran alguno de los mensajes que le habían mandado y que ella había ignorado con éxito.

A mitad del día ya me sentía algo desesperado así que solo tomé mis llaves y salí de mi casa corriendo, corrí sin parar hasta su hogar. El día estaba nublado y el viento soplaba con fuerza, pero no pare hasta encontrarme frente a su puerta y golpear con rapidez.

Amanda abrió y lo primero que hice fue besarla, besar esos labios que me estaban volviendo loco y que hace días no dejaba de pensar en ellos, eran tan dulces y adictivos, estos encajaban a la perfección con los míos. Ella me tomó por el cuello con exasperación y me beso con la misma pasión que yo, La tomé por la cintura y la apoyé en la puerta para mantenernos estables, necesitaba sentirla junto a mí, no la quería lejos, no más.

-Espera - dijo separándose de mi con su respiración agitada-

-¿Qué pasa? -pregunté confundido-

-No me rechazarás de nuevo -dijo haciendo una mueca-

-Amanda, no te rechacé porque no quisiera estar contigo, lo hice simplemente porque no quería que se diera en esa situación - dije con sinceridad-

-¿Y ahora? - preguntó mirándome directamente -

-¿Estás sola?

-Sí.

No dije nada, solo la tomé por las piernas y la besé con fuerza, comencé a caminar hasta su habitación con ella sobre mí, sin despegarnos.

¿Realmente esto estaba sucediendo?

La acosté sobre su cama con suavidad, no quería hacerle daño. Junté mis labios con los suyos nuevamente, los de ella estaban rojos e hinchados y no pude resistirme así que los mordí levemente, nuestras bocas se movían con rapidez, creo que ambos sentíamos exactamente lo mismo en este momento y nos necesitábamos con desesperación.

-¿Estás seguro de esto? - preguntó separándose de mi-

-Más que seguro.

Amanda sonrió y comenzó a sacar mi camiseta con lentitud mientras me observaba fijamente, nunca me había mostrado así para ninguna mujer, y a pesar de eso no me sentía incómodo, para nada.

AMANDA.

Me he quedado sin palabras, observe a Evan de abajo hacia arriba, su abdomen estaba definido, pero no de una manera exagerada, sus clavículas se marcaban haciendo relucir su cuello y hombros, y los músculos de sus brazos eran acorde al resto de su cuerpo.

Estoy segura de que me encontraba babeando.

Quiero tocarlo.

Es que no podía despegar mi vista de él, nunca había visto a alguien tan perfecto de pies a cabeza. ¿Es eso posible?

Aprendiendo a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora