CAPÍTULO 27.
EVAN.
-¿Ya vienen las chicas? -preguntó Hugo cuando nos sentamos en la mesa que reservamos-
-Sí, se venían juntas.
El restaurante tenía una vibra muy juvenil y alegre, la música salía por los parlantes de las paredes y todo tenía unos colores muy llamativos. Los camareros de vez en cuando bailaban algunas canciones, lo que lo hacía muy divertido.
-Hola -dijeron ellas al unísono cuando aparecieron a nuestro lado-
-Hola, que bella estás amor -le dice Hugo a Celeste con una sonrisa-
-¡Ay!, eres tan lindo -ella se sonroja-
Amanda se sienta a mi lado y la observo sutilmente, usa un vestido blanco corto con mangas y tiene algunas margaritas.
-Tú también lo estas -le digo en un susurro cerca de su oído-
Ella me golpea suavemente la pierna y suelta una risa.
-No te quedas atrás, Evansss -me observa-
Luego de estar algunos minutos viendo que pedir, Hugo y Celeste se decidieron por una pizza familiar para ambos y con Amanda quisimos unas hamburguesas. Y por supuesto los refrescos.
Pedimos todo y el camarero se retiró.
-¿Ya son novios? -preguntó Hugo de repente-
Con Amanda nos miramos sorprendidos por su pregunta y soltamos una risa.
-No, somos amigos -dijo recalcando la última palabra-
Aunque me gustaría.
-Claro -Hugo levanta las cejas no muy convencido-
La verdad es que ni siquiera sé que siente por mí.
Bueno, si es que siente algo.
Quizás realmente si me ve solo como un amigo.
Hugo y Celeste comenzaron a contar los viajes que querían realizar para invierno, ambos hablaban con mucha ilusión y debo admitir que hacen una pareja muy linda. Estaba feliz por mi amigo y que haya encontrado una chica que lo hace feliz.
Nuestra comida por fin llego y arrasamos con todo.
-Mierda -dijo Amanda, le había caído salsa en la barbilla-
Reí -Te ayudo -tome una servilleta y la pase por su boca-
Mientras la pasaba nuestras miradas se encontraron y nos dimos una sonrisa cómplice.
-Y luego dicen que no son novios -dice Hugo con burla-
Amanda rodó los ojos y Celeste le hizo una señal para que se callara.
-Bueno quizás somos amigos con algo de ventaja -me mira de reojo-
Los nervios se apoderan de mí.
Al menos ya no soy solo un "amigo".
-¡Por dios! -dice Celeste sorprendida- Ya era hora-
(...)
-¿Me acompañas a casa? Tengo algo que enseñarte -guiña un ojo-
Me sonrojo al darme cuenta de que se refiere.
-Por supuesto -le sonrío-
Nos despedimos de los chicos y nos vamos caminando hasta su casa, el día esta bastante fresco y agradable.
-¿Qué es lo que me quieres mostrar?- la curiosidad me mata-
-Es una sorpresa -dice burlona-
-No es justo -entrecierro los ojos-
ESTÁS LEYENDO
Aprendiendo a amar
Storie d'amoreAmanda Ricci a sus cortos 19 años ya había vivido más que sus propios padres, sus fines de semana se basan en salir de fiesta, emborracharse a más no poder y divertirse con cualquier chico que se le cruce en su camino. ¿Compromiso? ¿Qué es eso? Ama...