Capitulo 31

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POV ANASTASIA

Estoy rodeada de paz. Últimamente esa palabra ha sido esquiva en mi vida, pero ahora está presente. El lugar donde estamos es precioso y hace qué pueda estar relajada. Algo que necesitaba con más urgencia después de todo lo que hemos pasado y de las últimas peleas que hemos tenido. Estamos en una suite de lujo cerca de la playa. Cristian busco un lugar bastante hermoso cerca de Seattle, ya que no quería dejar a los niños tan lejos de su presencia.

Es tan típico en él, no querer estar demasiado lejos de la familia y mucho menos de nuestros hijos. Hoy se cumple nuestro segundo aniversario y decidió salir de la casa para estar un fin de semana lejos de todo, pero manteniendo esa posibilidad de llegar rápido por si algo pasa. Sonrío al pensar que no puede evitar intentar controlar todo lo que pasa a nuestro alrededor. No es fácil, pero no quiero que terminemos peleando cuando le diga que es casi imposible que intente controlar la vida de los demás, ya que aún no ha podido controlarme a mí en la vida cotidiana.

Haciendo un pequeño gruñido, me levanto de la cama para ir a ver la playa a través de la ventana. La suite está en el primer piso a unos cuantos metros de la playa. Las ventanas han estado abiertas y ha permitido que la brisa marina entre para refrescar la temperatura que ha habido en esta habitación durante la noche.

No me importa mucho levantarme y estar desnuda, ya que en realidad estamos solos. Cristian la arrendo para que solamente estuviéramos nosotros y pudiéramos tener esta posibilidad de olvidarnos un poco de biberones, llanto, comidas caseras, papillas y volveremos a ser lo que éramos antes de tener hijos. Aunque sólo sea por 2 días.

-la vista es impresionante, pero debo confesar que me gusta más la vista que tengo delante de mí- dicen Cristian a mi espalda y me doy vuelta para verlo. También está desnudo y dejó salir un suspiro al darme cuenta que lo único que quiero es besar esos abdominales marcados que sobresalen.

-¿Y cuál es la vista que más le gusta? Preguntó para que la próxima vez tengamos esa posibilidad de verla de nuevo- digo y muerdo el labio inferior para luego dejar salir un gran suspiro.

-las mejores vistas para mí, son unas montañas elevadas con unos picos oscuros. Rodeado de curvas mortales para los hombres. Un valle que ha producido hijos y que aún mantiene su figura inicial. Una llanura que esconde un secreto que para todo hombre es llamativo y tentador para cometer pecados. Eso es lo que me gusta ver aquí y lo mejor es que no tiene miedo de mostrarse, ya que no hay nadie más que lo pueda ver- dice con la voz muy ronca y profunda. Trago fuerte, ya que nunca lo había escuchado hablar de esa manera.

-¿Cómo que has pensado mucho en esa vista?- digo y mi voz sale ronca por la excitación que está provocando en mí.

-todos los días tengo la posibilidad de verla y creo que he memorizado sus curvas, sus relieves, todo lo que pueda ver en ella. Es normal, para un hombre que ama algo tan profundamente como lo hago yo- dice y asiento con la cabeza sin dejar de sonreír. Este hombre es único, salvo cuando no entiende o no quiere entender los argumentos de los demás.

-voy a ir a ver qué hay para preparar el desayuno. Tengo mucha hambre y en parte se debe a lo que hicimos anoche y esta mañana antes que te fueras a correr- le digo en tono de broma y él se deja caer en la cama tomando la pose de una estrella.

-anoche fue bastante especial porque no tuvimos a nadie interrumpiéndonos. No había llantos de bebés, no había ruido que nos distrajera y eso creo que nos ayudó a que esa noche fuera increíble en muchos sentidos- dice completamente relajado.

-en eso tienes razón, pero nunca cambiaría a los huracanes que tenemos por hijos. De hecho al mediodía voy a llamar a tu madre para saber cómo están. Dudo que nos echen mucho de menos, ya que sus abuelos y sus tíos le tienen preparado un fin de semana de diversión completa. Sólo voy a llamar para saber cómo están- digo y Cristian hace una mueca cuando se levanta de la cama.

60 y mas: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora