Capitulo 57

1.2K 183 24
                                    

POV CRISTIAN

-Ana, tienes que estar tranquila. Ya hemos pasado por esto dos veces antes- digo y Ana me mira con recelo. sé lo que me va a decir. no es necesario ser sabio para darme cuenta, que me a decir algo que no me va a gustar.

-no hemos pasado esto antes, Cristian. Quizás partos normales, sí, pero esto no es normal. Estoy teniendo contracciones con 37 semanas de gestación del bebé 1 y con 33 semanas del bebé 2. Es obvio que no hay nada normal en este parto- dice y prefiero guardar silencio. debo darle tranquilidad y no me deja.

La miro a mi lado y ella va casi acostada en el asiento. Hace los trabajos de respiración que nos han enseñado, pero el ceño fruncido en su rostro y la luz de sus ojos empañados de terror me hace darme cuenta de que ella está aterrada.

-cariño, llegaste a lo impensado en este embarazo. cumpliste 37 semanas, cuando el mismo médico nos dijo que este tiempo de embarazo, con suerte llega a las 34 semanas. has sido más que una campeona. ahora, solo hay que dejar que las cosas sigan a su ritmo y dejar todas las cosas en mano de Dios. No podemos hacer más- digo y ella asiente con la cabeza, para luego fruncir más ceño dejando salir un gruñido.

Otra contracción.

Llegó al hospital y nos están esperando en la entrada con una camilla. Ana no es cualquier paciente y con un embarazo de riesgo, lo tienen todo como debería ser. Nos llevan a una sala donde estamos solos por unos minutos y luego llegan con todo lo que necesitan para atenderla.

En la casa, quedaron mis hermanos juntos con los niños y los perros. Mi hermano está molesto porque Ava se enamoró de uno de los cachorros y sin que nos diéramos cuenta, lo metió en la mochila y se lo llevó a la casa. Se dieron cuenta, cerca de las 3 de la mañana cuando el perro estaba ladrando feliz mientras jugaba con la niña.

Ahora me quedan 2, aunque estoy convenciendo a mi madre que se lleve otro. Ella adora los animales y a mi padre le están comenzando a gustar. Además, el cachorro que puede que sea el perfecto para ellos, es el mas tranquilo y siempre que llega mi madre, se gana a su lado y hace cualquier para que ella le haga cariño.

-señor Grey, es momento de ir a pabellón. Su esposa esta lista para traer al bebé a este mundo y nos tenemos que mover. La doctora Grey ya está en pabellón y los esta esperando- dice la matrona sacándome de mis pensamientos. Miro a todos y asiento con la cabeza. Ana ha estado calmada, salvo cuando las contracciones llegan y maldice por lo bajo.

Ella es una dama hasta en estas cosas.

El pabellón esta listo y me dan una muda para estar presente. Me gano al lado de ella y sin soltar su mano, estoy atento a todo lo que esta pasando. Lo que me llama la atención son las dos incubadoras que hay en este lugar.

Un golpe en el estómago se hace presente. Eso me preocupa porque se que es para mis hijos y no quiero. No quiero ver a ninguno de mis hijos en esas cosas, mis hijos se van a la casa con nosotros mañana. No dejare que nada malo pase, hare todo lo que puede para evitar ese desenlace.

Nada malo pasara.

Las contracciones de Ana comienzan a ser mas constantes y una máquina, que no se para que sirve, comienza a sonar de manera molesta. Algo le dice la matrona al doctor y las cosas se comienzan a mover. Todo pasa tan rápido que no entiendo bien lo que pasa. Miro a Ana y ella esta roja y con la respiración acelerada.

Algo no anda bien.

-me duele la cabeza, Cristian y siento que los latidos de mi corazón están en todas partes- dice con la voz ronca y aguantando la ganas de llorar.

-cariño, todo esta bien. Todo va caminando como debería ser- le digo, aunque sé que no es cierto. Las cosas se están saliendo de control y no tengo ni idea de que hacer. No es lo que esperaba, no es lo que quería. No sé qué más hacer.

60 y mas: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora