Capitulo 50

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POV CRISTIAN

-mamá, yo sé que el bebé que está creciendo en el interior de mi esposa es mío. Ese es seguro, pero lo que no entiendo es porque no siento los síntomas del embarazo. Con los dos anteriores lo pude sentir y, lo pase muy mal, pero me preocupa que eso pueda significar algo malo- digo a mi madre. Ella ha venido a verme por el tema de la fiesta que vamos a celebrar en unos días más y encontré que era la mejor ocasión para hablar de este tema.

-hijo, no tengo como darte una respuesta a eso. Es una tradición en la familia que los hombres sufran los malestares del embarazo, pero en la familia solo ha habido matrimonios con pocos embarazos- dice y me dejo caer en la silla.

-no me ayudas- digo y es algo que ha estado pasando mucho por mi cabeza.

-cariño, no te calientes el mate pensando algo que nadie tiene una respuesta. Solo tienes que cuidar a tu esposa para que la etapa del embarazo y el parto sean buenos. Solo eso es lo que puedes hacer- dice y bebo de mi café. No esta tan caliente como me gustaría, pero no voy a decir nada.

¡Solo me preocupo por mi esposa y por mi bebé nonato!

El día pasa más lento de lo que quisiera. No tengo ganas de trabajar y eso es raro en mí. Soy la persona más trabajólica del mundo, pero no puedo concentrarme. No cuando las cosas no están pasando como deberían en otras situaciones.

La puerta se abre de golpe y una persona diminuta llega corriendo hasta mi lado. Teddy llega riendo a mi lado y me pide que lo cargue. Lo tomo en brazos y beso su cabeza mientras huelo su olor de bebé. Sé que tiene que crecer, pero lo está haciendo muy rápido y no me gustaría imaginar cómo serán las cosas cuando Phoebe cumpla los 15 años.

-hola, Ted. ¿Qué estás haciendo aquí?- le pregunto y me besa en las mejillas.

-vine a ti. Mamá allá con mana- dice y frunzo el ceño.

-vamos a tener que trabajar con la pronunciación. Tienes que aprender a hablar mejor, mi pequeño. Vamos a tener que buscar ayuda con una profesional- le digo y no me toma en cuenta. Solo quiere jugar con mi corbata.

Pequeño, con esa corbata juega tu madre.

Salimos del despacho y sonrió cuando veo a mi esposa, con su pequeño vientre del bebé tres, cargando a Phoebe en su cadera. Ambas están sonriendo y Andrea le entrega unos papeles. Supongo que son los modelos de las invitaciones para la fiesta que estamos haciendo para juntar dinero para causas de educación a nivel internacional.

-buenas tardes, cariño. ¿Qué están haciendo por estos lados?- pregunto y mis mujeres me sonríen.

-venimos a secuestrarte. Hemos estado con muchas cosas en las últimas semanas y creo que merecemos un descanso. Así que hable con Taylor y con ayuda de la seguridad, nos vamos a navegar por el fin de semana. Está todo listo y solo necesito una persona que maneje el barco- dice y asiento con la cabeza.

-me gustaría hacerlo, pero tengo reuniones para estos días- digo y mi ánimo se va al suelo. No quiero trabajar, es raro en mí, pero ya no me llama la atención.

-señor, he desocupado todo su horario hasta el día domingo. Solo disfrute de su tiempo en familia y nos vemos el lunes- dice y levanto una ceja. Supongo que mi esposa tiene la cualidad de convencer a todos cuando se le ocurren estas actividades familiares.

-muchas gracias, Andrea. Cualquier cosa que necesites, me puedes contactar por teléfono- digo y Ana niega con la cabeza. Conociendo a mi asistente, sé que le teléfono no sonara en ningún momento.

Los suaves movimientos de las olas nos dan la bienvenida al barco. No sé qué está tramando Ana, pero supongo que alejarnos de la realidad por unos días, descansar o disfrutar de nuestros hijos, será algo que nos haga cargar las energías nuevamente.

60 y mas: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora