Mi Presa

Capitulo 25

[4 meses después]

Pov Lucy

Lucy – aquí tiene su orden que lo disfrute - dejé el plato de wafles en la mesa del cliente y me retire, es un olor deliciosamente familiar – bueno chicos mi turno ya terminó – me quité el delantal y lo dejé detrás del mostrador.

Leo – espera Lucy, yo... quería saber si te gustaría salir este fin conmigo al cine – solté una pequeña risita, es tan lindo cuando se sonroja.

Lucy – ¡claro! tengo ganas de ver esa película de terror.

Leo - ¡bien! entonces paso por ti.

Le guiñé el ojo y salí del café. Me fui directo a mi casa, últimamente me siento muy cansada y apenas sentí mi cama cerré los ojos. Una buena siesta a las 5 de la tarde es lo que necesito, tuve que poner una alarma para seguir haciendo las tareas de la universidad, creo que esa es la razón de mi cansancio mental.

Apenas me acomodé en mi deliciosa cama tocaron a la puerta, dios ¿Quién rayos esta molestando? No iba a abrir sino estuvieran insistiendo.

-. Querida ¿ya llegaste? – oh rayos, es la señora Mari, fui corriendo a abrir.

Lucy – lo siento mucho abuela Mari – me aparte y la deje pasar a mi cuarto.

Sra. Mari – no te preocupes cariño, solo vine a ver como sigues, no has dormido bien ¿verdad? – negué - ¿pesadillas o insomnio?

Lucy – ambas, pero no tiene que preocuparse abuela, estoy bien – le sonreí lo mas natural posible, pasó sus manos por mis cachetes, le gusta darme mimos.

Sra. Mai – cuídate mi niña, no quiero que te enfermes, deberías dejar ese trabajo – de nuevo con eso - es suficiente con la escuela.

Lucy – abuela, ya lo hemos hablado muchas veces, además necesito trabajar para pagarle a usted el hospedaje que me está dando.

Sra. Mari – para nada, a mí me encanta tenerte aquí, desde ese día te consideré como mi hija – la abuela Mari tiene 3 hijos pero ninguno la visita por lo tanto vive sola en este pueblo – pero poco a poco te veo más recuperada, no eres la misma niña que encontré esa vez en la calle.

Recuerdo que hace aproximadamente 5 meses desperté a las afueras de un bosque, estaba tan confundida, no sabía como había llegado ahí, no sabía quién era, no tenía ninguna identificación ni objetos que me ayudaran a saber sobre mí. Estuve caminando por muchos lugares y llegue a un hermoso pueblo, mi fatiga, sueño y hambre casi hicieron que muriera, fue cuando la señora Mari me encontró y me llevó a su casa, desde entonces me ha cuidado pero lo único que recuerdo es mi nombre. Inicié mi vida aquí con un trabajo y luego entre a la universidad, se me hizo muy difícil pues literalmente era nadie pero lo logré.

Lucy – todo gracias a usted – tome sus manos cálidas y suaves.

Sra. Mari – bueno... entonces baja en un rato que tengo en el horno un rico pastel de vainilla, tu favorito.

ya puedo saborearlo, la abuela cocina delicioso y sus pasteles son los mejores, se retiro de mi cuarto y me volví a tumbar. Volví a pensar en todo lo pasado ¿cómo abre llegado ahí? ¿cuál era mi vida antes? ¿quién era? Mi cabeza punzaba cada vez que hacia el esfuerzo de recordar. Di una gran bocanada de aire y cerré mis ojos, esta vez dispuesta a descansar pues mi alarma sonaría en una hora.

[30 min después]

Leves movimientos me despertaron.

Sra. Mari – querida... despierta – di unos cuantos quejidos – Lucy – me obligó a pararme.

Lucy - ¿Qué pasa? – dije adormilada.

Sra. Mari – ven baja, te tengo buenas noticias.

Lucy - ¿ya está... listo el pastel? – rio un poco.

Sra. Mari – sí es eso... y otra cosa – la mire confundida – te espero abajo.

Bufé, chequé mi celular y cancele la alarma, no creo que pueda volver a conciliar el sueño. Baje las escaleras con dificultad, aún seguía adormilada.

Sra. Mari – ven a la sala querida – me dirigí allí entre quejidos, y observé a dos chicos un tanto raros esperando de pie que se exaltaron apenas me vieron – dicen que te conocen mi niña, ¡ellos te conocen! Por fin sabremos quién eres.

La abuela Mari corrió a mí abrazándome con esperanza, esta de mas decir que estaba confundida. Me llevó a la sala junto con ellos.

- Tanto tiempo Lucy... no sabes cuánto esperamos esto – dijo el castaño.

Lucy – lo siento mucho pero... ¿Quiénes son?

Ellos quedaron impactados, al menos pude ver esa expresión en la cara del castaño ya que el pelinegro tenía una mascarilla y unos lentes, de sol.

- Lo suponíamos, es difícil pero... nos volveremos a presentar, mi nombre es Tobías y él es Jeff, somos... bueno, fuimos amigos, o algo así.

Lucy - ¿Toby? ¿Jeff? – sus nombres resonaron en mi cabeza e hicieron click.

Toby – sé que es mucho para digerir pero tenemos que enseñarte algo, vamos – me dirigió a la salida.

Pov Jeff

Nina - ¡LUCY! ¡TE EXTRAÑÉ! – corrió a abrazarla, ella por inercia dio un paso atrás pero ni así logró librarse de Nina.

Tim – Nina no la asfixies, solo la confundirás más, hola mascota ¿me recuerdas? – negó – bueno, yo soy Timothy.

Brian – viejo no la puedes confundirla mas de lo que ya está, hola Lucy yo soy Brian.

Todos a excepción de Nina tuvieron distancia con Lucy pero se veían muy felices de volver a verla. Después de esa noche fuimos a la cabaña por nuestras cosas, se alteraron al verla en ese estado, Masky reveló que la inyección que nos obligo a aplicarle era para borrarle la memoria, no sabía como sentirme debido a eso pero sin embargo me dolió el hecho de que olvidara todos nuestros momentos, en parte me sentía bien que tuviera la oportunidad de borrar las cosas malas que vivió, es algo que nosotros quisiéramos. Entendieron que nos teníamos que ir lo antes posible y no pusieron peros.

Toby y yo estuvimos viviendo en un lugar abandonado, fueron meses difíciles pero logramos salir adelante, justo como Lucy lo dijo, no podíamos dejar lo que éramos así que nuestro primer trabajo fue de matones en un barrio de mala muerte, nos llevamos muchas heridas, golpes y huesos rotos que no se volverán a regenerar. Con el dinero que ahorramos entre los dos conseguimos un pequeño departamento y poco a poco fuimos saliendo de eso hasta conseguir trabajos normales.

Inesperadamente llegaron Tim, Bryan y Nina, al parecer Slenderman los terminó expulsando y así fue como entre todos sobrevivimos. Un día caminando por las calles pude ver a Lucy, pensé que mis ojos me estaban engañando pero la comencé a seguir y así fue como di con su paradero, antes de decirle a los demás la visitaba por las noches, y la veía a la distancia, como un total acosador. Se miraba tan animada, haciendo lo que ella quería, me llenaba de felicidad e ilusión ver en lo que ahora se convirtió.

Cuando logré tomar valor avisé de esto a todos y aquí estamos, frente a ella nuevamente, se ve tan hermosa.

Tobías – Jeff ¿no le dirás nada? – todos me miraron, no era nada fácil para mí.

Lucy - ¿Jeff? – se acercó a mí, parecía intentar recordar quien era yo pero no lo lograba, di un gran suspiro.

Jeff – hola preciosa.

FIN.