Capitulo 5

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Nos divertimos demasiado, me encantaba sumergirme en las profundas aguas del mar; en una ocasión pasó algo muy gracioso.

Me encontraba nadando y vi a Melisa recostada sobre una toalla, le pidió a un chico que le pusiera bloqueador en la espalda, él aceptó, cuando ella estaba boca abajo el chico le desabrocho el sostén y se echó a correr, Melisa se paró rápidamente y sin saber se le callo el sostén, fue tan gracioso verla corretear a ese chico mientras intentaba taparse los pechos y cuando se tropezó quedó con la boca llena de arena, yo me dedique a reír a carcajadas, y no la deje de molestar por ese incidente el resto del día.

[....]

Melisa - ¡Lucy! ¡Lucy! - gritaba mientras me buscaba por toda la casa.

Lucy - ¡Estoy en el jardín! - estaba recostada en una silla tomando el sol - ¿qué pasa? ¿Por qué tantos gritos?

Melisa - conque exhibiendo el cuerpo ¡eh! - soltó una pequeña risa.

Lucy - Tal vez - decía mientras levantaba mis lentes de sol dejando ver una mirada picara - ya dime que pasa.

Melisa - ah sí, tienes que alistarte porque en la noche iremos a una ¡discoteca!

Lucy - ah bueno, sí está bien.

Melisa - vaya ese ánimo esta por las nubes - reí ante su sarcasmo- será a las 10 pm de todos modos te estaré apresurando - dicho esto se fue y me dejó en el gran jardín.

[....]

Pasaban de las 10; Melisa la que según me apresuraría se quedó dormida, pero ya estaba arreglada al igual que yo. Bajé a su cuarto e intenté despertarla con un gran grito.

Lucy - ¡¿se te olvidó que vamos a la discoteca tonta?! – dio un brinco del susto.

Melosa - ¡no se me olvid... ¿¡¡QUE HORA ES!!?

Lucy - sí que no se te olvido - decía un poco más calmada - relajante son 10:17.

Melisa - ¡UF! Pensé que era más tarde, no quiero dejarlo esperando, después jugamos, tenemos que irnos - nos subimos a la camioneta dirigiéndonos a la discoteca.

Al llegar Melisa se integró rápidamente al ambiente pidiendo tragos y hablando con chicos, en cambio yo me quede viéndola.

Melisa - Lucy ¿qué te pasa porque no vienes? - me jaló de la mano llevándome a la barra donde estaban sentados dos chicos - él es Antoni y él Mihai.

Lucy - gusto en conocerlos.

Estiré la mano pero ellos en cambio me jalaron y me dieron un beso en la mejilla, me avergoncé por mi saludo infantil.

Antoni - ¿y desde cuando llegaron preciosas? ¿unos tragos?

Melisa - ¡por supuesto! – habló por las dos.

Antoni - cuatro por favor - le hablaba al tipo de la barra – entonces...

Melisa - oh sí, pues llegamos hace dos días ...

Hablaban entre ellos, excluyéndonos, tomaron sus respectivos vasos y se fueron a perder entre toda la gente.

Mihai - parece que se olvidaron de nosotros - soltó una risa leve.

Lucy - ¿eh? a sí se fueron ¿a dónde habrán ido?

Mihai - a bailar no fueron, eso lo aseguro - reímos al unísono - y ¿qué me cuentas de ti? - habla entre sorbos.

Empecé a contar lo normal, por qué venimos, en que trabajaba, incluso llegué a contarle lo que sucedió en mi última escuela. Él prestaba bastante atención a mis palabras para proseguir a contarme su vida.

Viaja muy seguido por todo el mundo, su papa maneja una empresa, o sea que es niño rico, pero según él, nunca le ha gustado gozar de tanto dinero. ha ayudado a muchas personas sin hogar... En fin una buena persona, divertido, coqueto, guapo, increíble.

Decidimos salir a tomar aire fresco alejándonos del lugar y los demás; llegamos a un parque muy bonito, seguimos platicando... hasta que una llamada arruinó el momento.

Lucy - ¿Melisa? Hasta que llamas, ¿oye en dónde estás? ya es muy tarde – dije algo molesta.

Melisa - Ah... cálmate... pareces mi mama... - sonaba muy ebria.

Lucy - ¿en dónde estás?

Melisa - con Antoni...

Lucy - ¡¿En qué lugar?!

Melisa - e..en un...motel

Lucy - voy para allá - colgué.

Mihai - ¿en dónde están?

Lucy - en un motel.

Le comentaba mientras buscaba las llaves de la camioneta en mi bolsa, Melisa me las había encargado pues ella misma sabe cómo se pone cuando viene a estos lugares, y si las perdía le costaría los viajes de parte de sus padres.

Mihai - Ese Antoni es todo un loquillo, vamos.

[....]

Fuimos por Antoni y Melisa y de paso llevaríamos a los chicos a su hotel. Pero ella quedó en un acuerdo para que vinieran a pasar la noche en la casa, aceptaron y nos fuimos.

Lucy - Bueno por allí hay habitaciones pueden alojarse en cualquiera, yo la llevaré a su cuarto – Mihai se llevó al otro chico cargándolo ya que no podía caminar - ¡Maldición Melisa! ¿al menos se protegieron? – la arrastre a su cama.

Melisa - aa... ¿si? - estaba demasiado borracha como para pensar en lo que hizo - pero... ¿y tú? Mihai no está nada mal.

Lucy - te cuento mañana es mejor que descanses.

Le cambie la ropa, le deje una botella de agua y un bote por si siente nauseas, después de asegurarme que tenía todo para sobrevivir me encamine a mi cuarto dispuesta a descansar.

[4:12 am]

Sentí como se hundía un costado de la cama para después pasar a mis pies, estaba medio dormida, no entendía que pasaba, ya era demasiado el peso así desperté de golpe. Estaba obscuro pero se podía divisar una sombra a mis pies, alguien estaba en la cama.

Lucy - ya Melisa... que haces aquí. - Tenía mi voz temblorosa.

- hola preciosa - una voz ronca me hizo paralizar.

Mi PresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora