Mientras tanto, Hannah se había preparado para irse con Bert. Él la había citado en la zona donde se había suscitado la primera reunión.
Ella sentía miedo hacia McCracken. Odiaba toda la situación y odiaba el papel que le tocaba representar.
Hannah pensó que él la quería ver con algún fin sexual. Sin embargo, no estaban solos pues había un rehén con brazos y piernas atadas, también con los ojos vendados. Pero jamás imaginó lo que se vendría...
Al reunirse con Bert, la rubia fingió una sonrisa coqueta y el hombre le respondió con una sonrisa retorcida. Bert lamió el cuello de Hannah y esta estaba a punto de vomitar.
Bert despedía un olor nauseabundo. Al hombre no le importaba su higiene aunque tuviera toda la posibilidad de tomar duchas y cambiarse de ropa. Tampoco lavaba sus dientes y Bert siempre estaba lleno de sangre, para variar.
-Entonces dime... ¿Cuál es el motivo por el cual me hiciste venir?- Murmuró Hannah mientras aún tenía a Bert en su cuello.
-Demuéstrame ser quien dices ser, cariño...- Murmuró Bert mientras tomaba a Hannah por la cintura. Y ésta sintió en las caderas de Bert un revolver. Lo cual la atemorizó más.
A Hannah se le heló de sangre. Miró al hombre que estaba atado y vio como empezó a temblar y llorar.
-Lo siento pero solo mato a chicas... - Murmuró Hannah. Ella intentó controlarse para no temblar o tartamudear. Intento alejarse pero Bert volvió a atraerla hacia él.
La rubia esperaba que Frank se presentará en el lugar, pues la había acompañado por cualquier emergencia pero prefirió quedarse afuera.
-Siempre hay una primera vez. -Respondió con una sonrisa maniática, jugueteando con un cuchillo entre sus dedos.- Yo puedo ayudarte, linda.
Frank solo era capaz de escuchar que hablaban con normalidad, aunque no alcanzaba a entender las palabras. Eso lo calmaba un poco, pues la dulce voz de la rubia se escuchaba serena.
-Quizás solo sean charlas entre "asesinos". -Pensó.
Fuertes disparos y gritos de Lindsey se escuchaban desde la platanera baja, que retumbaban por el hotel, por lo que Frank corrió hasta el balcón que daba vista a la planta central y pudo ver una gran cantidad de zombies comiendo alguno de los matones, mientras que otros intentaban matarlos.
-¿Qué mierda? -Susurró para si mismo.
-¡Ayuda a matar! -Le gritó un desconocido que disparaba desde su lado y le entregó una pequeña arma.- Solo intenta no matar a los nuestros.
Estaban aproximadamente en el piso 6, por ende sería difícil disparar con aquella arma. Aun así, intento darle a los matones más grandes y peligrosos que habían, para que su escapatoria fuera mucho más fácil.
El tatuado diviso que en pisos más arriba, estaban sus amigos mirando todo el caos. Sonreían y dedujo que ellos provocaron todo este desastre.
-¡Muévanse maldita sea! -Gritó Lindsey quien disparaba con una gran metralleta, seguido con una risa maniática.- ¿¡Donde mierda está Bert cuando lo necesito!?
Gerard se encontraba en el mismo piso, solo que al otro polo del edificio. Frank corrió hasta él para poder hablar y fingir que lo cuidaba. El Way estaba tranquilo mientras bebía un vaso de whiskey y se tambaleaba de adelante hacia atrás.
-¿Estas bien? -Preguntó disparando.- Te ves perdido, amigo.
-¿Le dispara a los nuestros? -Gerard frunció el ceño y empujó a su amigo, dejándolo en el suelo. Quería golpearlo pero su inestabilidad por el alcohol y las drogas se lo impedía.
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Zombie Attack|| My Chemical Romance||
General FictionLas hermanastras Hannah Olson y Melina Smith eran hijas responsables, gozaban de una vida vida tranquila y con privilegios. Sus padres eran reconocidos científicos. Los hermanos Gerard y Mikey Way, siempre se encontraban compitiendo entre sí. Tenían...