Luego de tres dias, los chicos habían avanzado sin problemas alguno. Por el momento ya se encontraban en el estado de Misuri, específicamente en una pequeña ciudad llamada Rich Hill que se encontraba en la periferia, limitando con Kansas.
Habían avanzado con rapidez debido al insomnio que atacaba a la rubia y se ofrecía a conducir con la supervisión del Way mayor, quien nunca la dejaba sola.
Frank y Jamia se estaban volviendo cada vez más cercanos, mucho más de lo que fueron en su relación. Nestor por fin sentía que tenía a su hombre de vuelta y se sentía segura, pues sabía que no la dejaría abandonada para ser devorada por muertos vivientes, además no sentía remordimiento alguno por Melina.
Gerard y Mikey habían dejado sus diferencias de lado por respeto a Hannah. Y finalmente, Ray seguía angustiado por la pérdida de la chica. Estaba siendo un duelo bastante complicado para todos, en especial para él y Hannah, ya que ninguno aceptaba la realidad y sentían que se volverían locos. El afro y la rubia sentían que no se podían adaptar a la realidad, ya no escuchan las escasas risa, ni mucho menos los comentarios graciosos que lanzaba contra Frank.
El invierno se presentó rápidamente y las gotas de lluvia no dudaron en presentarse. El habiente estaba frío y los suelos de las carreteras comenzaron a tornarse resbaladizos.
-Creo que deberíamos detenernos. -Dijo Gerard a Hannah, quien no paraba de conducir.
-Si no quieres que siga yo, puede avanzar Mikey. -Respondió la de ojos azules con todo de reproche- Él no ha conducido desde que comenzó todo.
Por una parte, el Way mayor no quería que su hermano hiciera tales cosas, ya que solo quería proteger a Mikey. No quería pasar por lo mismo que Hannah y sabía que moriría sin el chico de lentes.
-Hannah... creo que Gerard tiene razón. -Hablo Ray seguido con un suspiro.- Todos debemos descansar en un lugar más cómodo.
-¡Por fin podríamos tener algo de privacidad, bebé! -Gritó Jamia abrazando a Frank. Hannah desvío su mirada de odio hasta la nueva pareja y no entendía como podían ser tan desagradables.
-Cuánto respeto. -Murmuró de vuelta y estacionó el auto de golpe en medio de la carretera.
Hannah salió del auto y camino unos cuantos metros bajo la lluvia para visualizar un pequeño potrero a unos cuantos metros. En el instante pensó en poner las carpas allá y así dormir más plácidamente.
Por otro lado, Melina y Bob pasaban la mayor parte del tiempo conduciendo para poder llegar rápidamente a su destino. El teléfono de la pelinegra no captaba la señal en ningún lado ya que solo iban por carreteras. No podía comunicarse con su hermana y ninguno de sus amigos, por ende, ellos seguían creyendo que estaba muerta.
-Y así que... luego de contarte toda mi vida, ¿que me dices de la tuya? -preguntó Melina, quien iba con el asiento de copiloto reclinado y con sus pies sobre la guantera.
-Bueno... no hay mucho que contar. -Respondió con una risa- Soy del estado de Illinois. Provengo de una familia normal: mamá, papá y mis hermanos. Me gusta viajar y generalmente lo hago solo... soy bastante solitario para todas mis cosas.
-¿Y donde está tu familia ahora? -Preguntó la chica observando al rubio.
-No lo sé, pero espero que esté bien. -Respondió con una sonrisa fingida- Como te dije, me gusta viajar y lo hice unos días antes de que pasara toda esta mierda. Intente comunicarme con ellos pero no hubo respuesta.
-Lo siento mucho, no tenia ni idea.
-Tranquila. -Rió y le lanzó una sonrisa comprensiva- No tenias como saberlo.
Con el paso de los días, ambos de habían vuelto muy buenos amigos y aunque no ha sido mucho tiempo, ya habían compartido más de 72 horas seguidas, mucho más de lo que lo han hecho muchos.
-Mis amigos son bastante agradables y si quieres, puedes ir con nosotros. -Comentó Melina con una sonrisa. Realmente le agradaba Bob y no quería que el siguiera solo por el mundo, pues odiaría que le ocurriera algo a su nuevo amigo.
-Solo si me prometes que no me matarán. -Ambos rieron y siguieron charlando mientras observaban cómo se oscurecía cada vez más.
Melina tenía su teléfono prendido y hace unos minutos había entrado a WhatsApp para verificar si tenía algo de señal pero lo dejo de lado para seguir conversando.
Bob la había tratado bastante bien; a pesar de que ella sintió miedo al principio se dio cuenta que Bob era un tipo sencillo.
Melina seguía viendo la barra de señal, la cual estaba vacía. De pronto, dos barritas se llenaron. Ella se emocionó bastante y le comunicó eso al rubio.
-¡Espera!- Le dijo Bob a la de pelo negro. - Antes de que lo envies... ¿Porqué no cobrar venganza?- Melina dio una media sonrisa.
-Explícame.
-Podrías decirle a tu hermana que no les diga a los demás que estás viva y llegar por sorpresa... Para asustarles. Sería una entrada triunfal. - Comentó Bob y a Melina le gustó la idea.- Dile primero a tu hermana, después, llama a todos pero solo que vean la llamada perdida. Si alguien logra contestar, con esta envoltura podemos hacer ruidos de interferencia...
-Eso suena bastante genial...- Comentó la de cabello negro. - ¡Es genial!
Melina se apresuró en escribirle a Hannah en un solo mensaje todo lo ocurrido, antes que dejara de haber señal. Ella le pidió que todo fuera entre ellas dos y así podrían retomar su plan.
Definitivamente, esta vez tenían que enterarse todos de la verdad: Jamia había intentado asesinarla.
...
Hannah se había aislado durante un momento de los demas y estaba llorando mientras veía su teléfono.
Nadie se acercó a ella, pensando que quizá solo le dolió recordar a su hermana otra vez y necesitaba espacio. Hannah había intentado disimular sus emociones, pero la realidad es que lloraba continuamente.
Jamia se molestó al saber que Hannah le había mentido al decir que Melina no le agradaba y que no le conocía. A pesar del dolor de Hannah, Jamia no iba a parar y las actitudes de la rubia ya le estaban empezando a incomodar. También quería deshacerse de ella, pero tendría que esperar un momento oportuno.
-Hannah... ¿Cómo está tu herida?- Le preguntó Mikey, mientras sobaba el hombro de la misma.
-Ya casi no duele...- Comentó la rubia, mientras secaba sus ojos con las mangas de su blusa. - Solo cuando me siento, pero ya está muy bien...
-¿Porqué llorabas? Ya no habías llorado así de fuerte... ¿Recibiste algún mensaje de tus padres?
Hannah se quedó helada, aunque se moría por gritarle al mundo que su hermana vivía, no podía echarlo a perder. El plan no solamente era para darles un susto a sus amigos, sino para desenmascarar a Jamia.
-No, lo que pasa es que... Yo me quedé viendo fotos que tenía con Melina y así... Lo siento si fui muy escandalosa...
Los amigos se abrazaron y Mikey le pidió perdón por como se había comportado con ella todo ese tiempo. A decir verdad, Mikey estaba tan apenado por haber sido un idiota con ella que no se había acercado a Hannah para consolarla y darle su pésame.
-Ven, deberías venir con nosotros. Hace frío y no es conveniente que estés sola. -Dijo Mikey en tono bajito, dirigiendose a Hannah.
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Zombie Attack|| My Chemical Romance||
General FictionLas hermanastras Hannah Olson y Melina Smith eran hijas responsables, gozaban de una vida vida tranquila y con privilegios. Sus padres eran reconocidos científicos. Los hermanos Gerard y Mikey Way, siempre se encontraban compitiendo entre sí. Tenían...