XVI: Encuentros

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Los rayos del sol molestaron a Hinata, haciéndolo removerse entre los brazos de su compañero, o eso pensó, porque no eran los rayos que indicaban las primeras horas de la mañana. Eran luces de una especie de helicóptero, sintió las vibraciones en el suelo.

"¡Kageyama, arriba, ahora!" exclamó, saltando fuera de la cama para ponerse el uniforme.

Al igual que el pelinaranja, el resto de la división había despertado y estaba armándose. Ushijima y Tendo fueron los primeros en estar listos, y poco luego de que salieran ellos, salió el resto, a correr hacia el patio.

"¿Qué demonios es eso?" exclamó Oikawa, corriendo al lado de Iwaizumi.

"Lo que sea que sea, estamos listos." Respondió Hinata, corriendo rápidamente.

"Claro que lo estamos." Apoyó Tanaka, frunciendo el ceño.

"Ya no somos los críos llorones que fueron a su primera fosa." Aseguró Kiyoko, cruzando con el resto a la salida del patio.

"No somos ni la sombra de lo que alguna vez fuimos." Aclaró Nishinoya, y Azumane sonrió al oírlo.

Sus equipos habían sido asesinados y su vida había cambiado nuevamente, pero como el ave fénix, ellos renacían de las cenizas. Se habían adaptado y ahora eran una nueva división, más fuerte, más preparada, más fría. Eran soldados, más luchadores y más decididos. Ya no eran los chicos que habían ido a la fosa.

Una vez en el patio, vieron el helicóptero buscando aterrizar. Una chica en sus veintitantos estaba sostenida a una escalera de cuerda, y al verlos, sonrió. Tenía el cabello ondulado un poco más arriba de los hombros, en tonos grises y negros. Al no estar en una altura peligrosa, saltó, cayendo a la perfección y levantándose segundos después.

"¡Tú tienes que ser Yuu, eres idéntico a Sadashi!" exclamó, sonriente. Kiyoko fue la primera en ponerse a la defensiva, apuntándole a la desconocida con su nueve milímetros. "Joder, y sí que eres idéntica a Jiwon." Se quejó, rodando los ojos. "No hace falta, no estoy armada." Sonrió nuevamente, alzando ambas manos. Dirigió su mirada a Shoyo, antes de ver a Tanaka y Tendo.

"Tú, eres idéntica a Bokuto-san." Dijo Hinata, estupefacto, la nombrada sonrió.

"¡Así que conoces a mi hermanito, Shoyo!" rió, y al escuchar alboroto, alzó una mano dando una especie de señal. "¡Retirada, chicos!" Exclamó, y volvió a mirar a la división. "Ahora pórtense bien y no me den molestias. Soy Katsumi Bokuto, sub-comandante en jefe de la resistencia. Ustedes vienen conmigo." Sonrió, y tomó de la mano a Shimizu. "Tú vienes en el helicóptero, ¿sí, linda?"

"No cuentes con eso." Masculló Tanaka, apuntándola.

"Tanaka, también vienes en el helicóptero." Rodó los ojos Katsumi. "Al igual que Oikawa, Tendo y Tobio, los demás se van..." Buscó algo con la mirada, y, una camioneta que parecía ser manejada por un niño de cinco años, irrumpió en el estacionamiento destrozando el portón de ciclón. "Ahí, exacto." Sonrió.

De la camioneta, bajó del asiento del conductor una chica un poco más baja que Katsumi. Tenía el cabello negro a los hombros, y un mechón rubio caía por su frente. Se acercó a paso rápido hacia Katsumi y el resto.

"¡Nos vamos ahora, Katsumi!" dijo, mirando alrededor.

"¡Sadashi! ¡Se supone que soy tu sub-comandante!" se quejó la nombrada, pero suspiró. "Llévate a tu hermanito y al resto, yo tengo a los clase A en el helicóptero.

"¡No nos vamos a ninguna parte!" exclamó Ushijima, poniendo orden en ese desastre. Como ex jefe de escuadrón, tenía que decir algo. Dado a que el nuevo jefe, Oikawa, estaba con la cabeza en otro lado, aparentemente.

『 fighters ; haikyuu 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora