『 fighters ; haikyuu 』

VII: Lo inevitable.

Ushijima miraba por la ventana del autobús en movimiento. Sus párpados pesaban pero de alguna manera, se mantenía despierto, viendo el turquesa que pintaba el cielo acompañado de sus manchas blancas. Parecía ser un buen día, era una lástima que no pudiese disfrutarlo. No había dormido mucho, pero estaba bien.

Su compañero estaba dormido en su hombro, su cabello rojo le hacía cosquillas en la mandíbula, le transmitía la paz que necesitaba para poder entrar y salir de la fosa en una pieza.

Wakatoshi Ushijima y su compañero, Satori Tendo, pertenecían al instituto Shiratorizawa. Habían salido temprano para poder llegar a entrenar un poco más en el sitio donde se desarrollaría la fosa.

Ushijima tenía la mirada perdida. Sabía que él y Tendo sobrevivirían, siempre lo hacían, pero ¿y sus amigos? Había chicos de diecinueve años en su división, chicos que aún tenían mucho por vivir. ¿Por qué tenía que ser así?

"¿Estás bien?" la voz de su compañero lo sacó de sus pensamientos. Asintió, antes de apoyar su cabeza sobre la de él. "¿Estás seguro?"

"Siempre es así." Respondió, con la mirada en sus manos, en esas manos que habían quitado quizá cientos de vidas para mantenerse con vida a sí mismo y a su compañero.

Las odiaba.

"Tómatelo con calma." Dijo Tendo, aún somnoliento. "Lo que tenga que pasar pasará."

"No debería pasar." Suspiró Ushijima, apartando la vista de sus manos,

"Eso no lo decidimos nosotros. Duerme un poco, estaremos bien."

Probablemente le hubiese dado más cuerda a Satori para que siguiera dándole palabras de aliento, pero estaba cansado. Y no cansado físicamente, si no mentalmente. Estaba cansado de ver morir y de matar gente, estaba cansado de vivir así.

"Satori..." el nombrado hizo un ruido para que supiese que lo oía. "¿Has pensado en salir?"

"Ni un solo día." Murmuró, en respuesta.

"¿Qué?" Ushijima volteó rápidamente para verlo. "¿Lo dices en serio?"

"Hm." Asintió. "Quiero decir, ¿Para qué? Ya tengo veintidós años conviviendo contigo. No he pensado en separarme de ti." Tendo hablaba tan somnoliento que le daría gracia a cualquiera.

"Eso no es una razón."

"Lo es para mí. Si tú decidieras irte, sería como, bueno, está bien. Pero yo no lo he pensado." Se encogió de hombros, y bostezó. "¿Ya quieres dormirte?"

Ushijima asintió, dando el brazo a torcer. El pelirrojo era tan caprichoso y malcriado cuando se trataba de él que hacerlo ceder era equivalente a enseñarle a leer a una roca. 

Iwaizumi estaba terminando de ponerse el pantalón de chándal cuando Oikawa lo rodeó con los brazos.

"Iwa-chaaan, ¿me prestas tu sudadera?" preguntó, mirándolo por encima de su hombro.

"No." Respondió, planeando molestar a su compañero un rato.

"¿Qué? ¡Siempre me la prestas antes de una misión!"

Iwaizumi rió en sus adentros.

"¿Y eso qué? Está sucia, Oikawa. Anda, dame espacio, necesito vestirme."