10. ¿Cita doble?

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*Tris*

Falta poco para que partan a la ciudad y comience la operación, tropiezo con Christina en un pasillo cerca del patio interior que hay junto al dormitorio. La cojo de la mano con cariño y le sonrío, la arrastro hasta el patio, hay humedad en el ambiente pero nos sentamos en un banco observando las plantas exóticas y decorativas del invernadero. Es como si hiciera tiempo que no conversara con Christina, necesito tener algunos momentos de calidad con mi mejor amiga.

Cosas que hacen las mejores amigas en circunstancias normales, hablar de temas sin importancia, reír, pasar tiempo juntas, en los últimos meses no hemos podido compartir nada que no sean, huir de amenazas o correr hacia ellas. Espero que después de la reiniciación de esta noche, podamos volver a una relación más normal. Por lo menos igual a la que teníamos durante la iniciación en Osadía, en esos momentos todo me parecía difícil, pero ahora lo recuerdo con añoranza.

 -          A veces me siento como si hubiera perdido a todos mis amigos.- Me dice Christina con una mirada triste.

-          No has perdido a Uriah- le digo- ni a Tobias ni Cara. Y no me has perdido a mí, Christina. No me perderás nunca.

 Ella se vuelve hacia mí y, en algún lugar, entre la bruma de la tristeza, nos abrazamos con la misma desesperación con la que lo hicimos cuando me dijo que me había perdonado por matar a Will. Nuestra amistad ha sobrevivido a un peso increíble, el peso de haber disparado a alguien a quien ella amaba, el peso de tantas pérdidas. Otros vínculos se habrían roto en una situación semejante, pero, por algún motivo, este no. Si hubiese ocurrido a la inversa, y ella hubiera matado a Tobias, no imagino como hubiera podido perdonar la.

 Nos quedamos abrazadas un rato, hasta que la desesperación se pasa.

-          Gracias- dice- Tú tampoco me perderás a mí.

-          Estoy bastante segura de que, si eso fuese a suceder, ya habría ocurrido.- le respondo sonriendo.

Sé que en pocos minutos partirán hacia la ciudad de Chicago, una punzada de envidia me recorre las tripas al pensar que ella tiene la oportunidad de ir a salvar las personas que quiere ( su padre, su madre y su hermana),  debe ir a inocular el antídoto del suero de la memoria, si no su familia la olvidará para siempre en nombre de la pureza genética.

-          Siento no poder quedar me a ayudar en el complejo de genética.- Me dice.

-          No lo sientas, sé que en el fondo estas contenta de regresar a la ciudad junto a Uriah.

-          Tú evitarás que reinicien el experimento. Lo sé.- Lo dice con convicción y mirando me a los ojos fijamente. Espero que esté en lo cierto.

Veo por el rabillo del ojo que en la puerta del patio están dos personas hablando animadamente y se dan un fuerte abrazo. Son Tobias y Uriah, realmente se ven más unidos que nunca, Tobias no es de los que regala contacto físico fácilmente si no es para golpear a su openente.

Uriah es casi tan alto como Tobias ahora que me fijo, creo que durante su convalecencia a aprovechado para crecer. Cuando Uriah se mueve para lanzar le un puñetazo bromista en el brazo a Tobias y lo empuja deliberadamente para desequilibrar lo, veo asomar por debajo de la cintura del pantalón de Uriah su arma guardada y pegada contra su piel. También puedo apreciar parte del tatuaje que lleva en ese lugar del cuerpo.

Christina y yo nos miramos, sin poder evitar lo nos sonreímos de oreja a oreja.

-          Christina conozco a Uriah desde hace mucho pero nunca he logrado saber que es su tatuaje bajo la cintura. ¿Tú lo sabes?- Christina se ruboriza de inmediato y esboza una sonrisa pícara.

-          Tris, Tris, Tris… no seas tan curiosa. Sí que lo sé. – Alza su mirada hacia ellos otra vez que siguen hablando despreocupadamente.

-          Solo te lo diré si tú me hablas sobre el tatuaje de Cuatro que tan “bien” conoces.- y suelta una risotada que me sonroja de arriba a bajo.

-          Está bien Christina. No indagaré en asuntos que no son de mi incumbencia. – Entiendo a Christina, es algo íntimo. El tatuaje de Tobias es más que un tatuaje, es una declaración de principios, que pertenece a Tobias en exclusiva, solo yo tengo el privilegio de recorrer los. Me ruborizo ante tal pensamiento.

 Tobias y Uriah entran al patio ahora y Tobias queda de pie frente a nosotras con sus fuertes brazos cruzados, mientras que Uriah se sienta entre medio de Christina y yo, abarcándonos con sus largos brazos a cada una de nosotras y estrechándonos contra él. Su sonrisa es de total satisfacción, mostrándonos su blanca dentadura.

-          ¡Hola chicas! ¿Me extrañaron mucho? No se preocupen ya estoy aquí para lo que haga falta. – Y su sonrisa se agranda de oreja a oreja de forma pícara.

 Mira a Tobias y le guiña un ojo, este no puede ocultar su sonrisa cómplice al vernos tan unidos.

 - Bueno, voy a contar les que convencí a Cuatro para hacer una" cita doble" cuando todo esto termine. ¿Qué me dicen?- dice Uriah dejando me con la boca abierta.

TRIS: Confidencias de una DivergenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora