*Tris*
Voy a ver a Uriah en el centro médico, a través del cristal separador de su habitación puedo ver su cama, está inmóvil, parece dormir tranquila y relajadamente, sus facciones son bellas y su pecho sube y baja lentamente. Parecería que en cualquier momento despertará y nos regalará una de sus sonrisas escandalosamente sexys.
Pero la realidad me golpea duro y sé que eso por el momento no va a pasar, su mente Divergente está perdida en el limbo y debe luchar por encontrar la salida.
Me fijo un poco mejor y veo que del otro lado hay alguien recostado bajo las sabanas en su cama. Me decido a entrar, quiero saber que ocurre exactamente.
Es Christina, está acurrucada bajo las sábanas junto a Uriah, la escena me enternece, y no puedo evitar sonreír levemente.
- ¿Dormiste aquí esta noche? – le susurro.
- No, solo vine de madrugada. – me dice medio adormilada.
- ¿Por qué? – le pregunto aun que creo conocer la respuesta.
- Lo echaba de menos.- me dice esforzando se por sonreír.
He intentado no volver a preguntártelo, pero quiero saber lo.- le digo a Christina mirando la fijamente- ¿Qué pasó realmente entre Uriah y tú?- Se tensa visiblemente, parece incomodar se un poco.
- Christina no me vengas con que solo eran amigos, porque no me lo creo.
Ella me echa una miradita y estira sus largas piernas dejándolas caer por el borde de la cama de Uriah.
- Christina si no quieres hablar lo entiendo. Pero pasaban mucho, pero mucho tiempo juntos.
La luz brillante del sol entra por la ventana a través de las cortinas, la cama de Uriah está con las sábanas arrugadas y hechas un desastre. Como venga la enfermera se va a enfadar.
- Está bien, puede que no me creas, pero no es exactamente una historia de amor. Sí, es cierto que existe una atracción, Uriah es guapo, muy guapo. No lo voy a negar. También muy divertido y endiabladamente sexy, pero nuestra relación nos permitía consolar nos y apoyar nos mutuamente. Uriah estaba sufriendo demasiado y ya sabes que yo no lo estoy pasando mejor, él me comprende mejor que nadie, él perdió recientemente a Marlene y yo no hace tanto a Will.- Christina mira hacia el suelo para no cruzar su mirada con la mía. Una punzada de culpabilidad me recorre las tripas al recordar a mi mejor amigo tirado en la calle con la mirada perdida y un impacto de bala humeante en su rostro. Christina percibe el cambio en mi semblante pálido y horrorizado, rápidamente continúa con su explicación.
- Me hace sentir bien y ¡Por Dios! que lo pasábamos bien juntos.- esboza una sonrisa malévola y se sonroja.
Me acerco y la abrazo, el gesto me calienta y me conforta. Me aparta para mirar me con una sonrisa interrogante.
- Por cierto- me dice ya entre risas- ¿Y dónde has estado tú últimamente? – me pregunta, moviendo las cejas- ¿ Con Cuatro? ¿ Dedicándoos a las… sumas? ¿ A la multiplicación?
Me tapo la cara con las manos, estoy roja de vergüenza.
- Christina ya te he dicho que los chistes no son lo tuyo.
- No esquives la pregunta, y contesta.- me dice inquisitivamente.
- Bueno, hemos estado repasando la tabla de multiplicar. Queremos pasar con buena nota. – Las dos nos reímos sonoramente, la verdad es que soy penosa haciendo chistes.
- Yo también quiero subir nota.- escuchamos una voz familiar masculina que no atino a ver de dónde viene. Pero Christina tiene su cara casi descompuesta, se gira bruscamente y rompe a llorar al ver a Uriah abrir lentamente sus ojos y esbozar una leve sonrisa que deja ver sus blancos dientes. Sigue igual de arrogante, se sabe guapo por naturaleza. Ante tal visión, no puedo evitar que las lágrimas acudan a mi rostro. ¡Uriah está despierto!
ESTÁS LEYENDO
TRIS: Confidencias de una Divergente
RomanceTris tiene una avalancha de sentimientos que necesita liberar. Tobias le entregó todo su amor en cuerpo y alma. Sin duda, Tris se siente la mujer más afortunada de la tierra por tener lo a su lado. * Estos personajes y algunas partes del texto perte...