12. La noche más corta de mi vida.

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*Tris*

De repente se oye una voz por el intercomunicador que hay instalado en el techo de la sala.

- Atención a todos los residentes del complejo: comenzamos el procedimiento de cierre de emergencia, que dará fin a las cinco de la mañana. Repito: comenzamos el procedimiento... - la voz repite en bucle una y otra vez el mismo mensaje, en un tono uniforme.

Caleb y yo nos miramos alarmados y Matthew abre la puerta de un empujón maldiciendo.

Matthew no está seguro de que ocurre pero cree que se trata de una medida cautelar antes de que inicien la operación de reiniciación del experimento.

Me inclino más en la teoría de que probablemente David se imagine que no estamos de acuerdo con su reiniciación y quiera evitar que intentemos algo, este pensamiento me lo guardo para mí.

Matthew nos apremia a irnos ahora que todavía reina el caos ante el aviso, y recogemos rápidamente los explosivos y nuestras armas. Lamento que el poco tiempo que me quedaba por pasar junto a Caleb se haya visto reducido de forma inesperada, más cuando acaba de confesar me que las razones por las que se sacrifica son para espiar su culpa.

Me dice que ya no le queda nada por lo que luchar aquí, que todo lo perdió en Erudición. El estaba enamorado de una erudita que murió durante el ataque masivo al complejo de Erudición. Su rostro descompuesto por el dolor al recordar los hechos, no puede evitar que sienta como algo en mi interior se desgarra.

Caleb al fin y al cabo parece más complejo de lo que imaginé y aun que es mi hermano nunca llegué a conocerlo del todo. Atisbo indicios en él de algún sentimiento más que no atino a ver, pero debo centrar me en la misión de nuevo.

Los pasillos están llenos de gente que se mueve apresuradamente y con nerviosismo. Avanzamos rápido entre la gente, pero cada vez veo más guardias de seguridad, lo que incrementa la tensión que llevo de por sí acumulada.

Cuando llegamos al pasillo que da acceso al laboratorio de armamento descubrimos con aprensión que aunque no hay nadie, las luces deberían estar apagadas desde la sala de control por Cara.

- Debe de haberle pasado algo a Cara y Tobias - Comenta Matthew.- Se suponía que estarían apagadas.

De pronto escucho detonaciones familiarmente espeluznantes, que traen recuerdos apabullantes a mi mente, son disparos que vienen de un lugar alejado, inmediatamente pienso en Tobias.

Un escalofrío me recorre la columna al pensar que le puede pasar algo terrible. El sabe cuidarse pero solo hay que estar en el sitio adecuado para que una bala te alcance.

De pronto, las luces del pasillo se apagan, quedando en penumbra, tan solo las luces de emergencia nos delatan. Parece que al final si lograron su objetivo, podremos avanzar sin ser vistos hasta prácticamente la entrada del laboratorio. Pero inesperadamente encontramos guardias que custodian la entrada del laboratorio, están alerta como esperando que aparezcamos. Indico a Matthew que necesitamos que llame la atención de los guardias, para poder sortear la barrera de seguridad. Asiente con la cabeza y se aleja lo más posible hasta una zona que aún está iluminada, disparando hacia el techo, rompiendo varias luminarias de cristal. El estruendo es inmenso y los guardias corren junto a nosotros dirigiéndose a la zona iluminada sin darse cuenta que nos encontramos agazapados en la oscuridad Caleb y yo.

Es curioso comprobar cómo entra de nuevo en acción mi instinto y mi entrenamiento osado. Mi respiración se hace más profunda y regular y pienso con más claridad. Todo se ralentiza en mi interior: mis pensamientos y los latidos de mi corazón.

En cambio miro a Caleb pálido, jadeando. Lo guio sujetando lo por el codo para estabilizarlo. Veo como se estremece de miedo ante la idea de morir inminentemente. Es el mismo cobarde que casi me ejecuta en Erudición, pero también veo a mi hermano asustado e indefenso y recuerdo como él me protegía y cuidaba en abnegación cuando aún la inocencia habitaba en nosotros. Aun que me obligue a mi misma a odiar lo, no puedo evitar querer lo.

Estamos a las puertas del laboratorio prácticamente y entonces de repente se frena contra la pared, su expresión cambia, su mirada se hace más dura y brillante, escucho su voz baja.

- Tris no voy a hacer lo.- Estoy estupefacta ante su afirmación.

- ¿Qué?- digo casi para mí.

- Sí quieres completar la misión deberás hacer lo tú misma. Cambié de opinión.- afirma en un tono gélido.

- ¿Por qué ahora? - le pregunto incrédula.

- Vosotros asesinasteis a la persona que más me importaba en este mundo. Destruisteis mi futuro. Quiero que también Tobias sienta lo mismo que sentí yo, al ver a la persona amada, asesinada como un perro, su cuerpo profanado y despreciado como una alimaña desangrándose poco a poco, vaciándose de vida, su figura rígida e inerte ante la mirada burlona de una facción agresora y salvaje.- Sus palabras son escupidas como veneno.

No se me ocurre de que mujer pudo estar enamorado Caleb que sufriera de una muerte tan atroz, por un momento empiezo a atar cabos y no puedo creer lo, mi estomago se revuelve ante mi pensamiento. Mi gesto es de asco al imaginar lo.

- ¿Jeanine?- logro articular.

Asiente con un gesto de amargura.

Todo me da vueltas, no entiendo nada. Caleb se ha vuelto una fría y calculadora maquina que intenta vengarse, no encuentro restos del hermano abnegado y amado. Él murió para mí en este mismo instante, y siento haber obligado a Tobias a traer lo con nosotros. La rabia me recorre el cuerpo y me ciega, le golpeo con tal fuerza con la culata de mi arma que cae inconsciente al piso. Su cabeza deja una brecha con un reguero fluido de sangre. Debe sentir se afortunado de que no le haya metido una bala en el pecho. Porque es lo que realmente me hubiera gustado en estos momentos de ira desbocada pero no es lo más inteligente. Ahora debo completar yo sola la misión, y empiezo a asumir que es posible que está sea la noche más corta de mi vida.

TRIS: Confidencias de una DivergenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora