Aviso: la parte final del texto es de contenido erótico.
*Cuatro*
Le pido a nuestra camarera Alice me cobre la totalidad de la cuenta. Tengo saldo de sobra en la tarjeta que me entregaron tras realizar tareas extras comunitarias hace unas semanas. De estas tareas todas no figuraban en el listado que impuso el juez, así que me entregaron esta tarjeta en pago. Tris se molesta porque no acepto que ella pague su parte, ya que ella también posee otra tarjeta que le entregó David en su día, por sus servicios de asesoramiento.
- Tris deja lo ya, no tiene importancia.- le digo, no quiero discutir con ella, estamos pasando lo bien.
- Es que Tobias, preferiría pagar a medias.- dice con un puchero casi infantil que me hace reír.
Ella finalmente cede y parece olvidar se del tema centrando se ahora en nuestra camarera que nos mira divertida.
Me fijo en Tris y de repente la noto decaer, su rostro ahora refleja más cansancio, no quiero que se agote, su convalecencia es muy reciente. Estoy seguro que los fuertes calmantes que toma le provocan somnolencia. Me aferro a ella pasándole mi brazo por la cintura, su cuerpo queda ajustado al mío, y encabezo la marcha avanzando entre la gente para salir del lugar, Christina y Uriah nos siguen los pasos a pocos metros por detras.
En cuanto salimos noto el cambio brusco de temperatura, la envuelvo con mis brazos para ceñirme más a ella, lo que hace que nos cedamos calor mutuamente. Avanzamos a lo largo del tunel de retorno al edificio principal del complejo de genética. Ella me pasa sus brazos alrededor de mi cintura recargando su peso, la cubro alrededor de sus hombros con mi chaqueta para resguardarla del intenso frio que hace en el exterior al final de las esclaeras. El aire nocturno se me cuela en los pulmones, como si fuera uno de mis últimos alientos, generando remolinos de vaho al exhalar el aire.
Creo sinceramente que la cita doble ha terminado, necesito urgentemente que se convierta en cita simple. Quiero estar a solas con Tris, hace tiempo que no tenemos el contacto físico que tanto anhelo, desde la fatídica noche en que fue herida.
Miro a Uriah que en seguida nos comunicamos con una mirada, en cuanto entramos por la zona de seguridad. Sin apenas dar me cuenta, ellos ya están girando por otro pasillo. Christina se despide con un leve saludo agitando su mano, mientras Uriah pasa un brazo por los hombros de Christina cariñosamente. Me sonrío ante tal imagen, después de haber los conocido por separado en Osadía, todavía me sorprende ver los juntos de esa manera tan íntima, podría decirse que el destino es caprichoso.
Tris hace el ademán de seguir los pero se lo impido.
- Espera, vamos a alguna parte. - le digo a Tris.
- ¿A alguna parte? Pero...
- Solo un ratito. - digo a Tris con mi voz más persuasiva.
Tiro de ella hacia la esquina de un pasillo que nos lleva a una gran estancia que está desierta con multitud de filas de asientos, debió ser en el pasado una gran sala de espera para pasajeros del aeropuerto. Toda la sala está en penumbra, iluminada tan solo por la débil luz de la luna que se cuela por las grandes vidrieras que dan acceso a las vista de la pista de aterrizaje.
- Esto está muy solitario y oscuro.- Dice Tris.
- Estás conmigo, ¿recuerdas? No te va a pasarte nada que no desees.
La noto temblar levemente y froto los brazos de Tris por encima de mi chaqueta que le coloqué sobre sus hombros para que entre en calor, a pesar que lleva puesta su propia cazadora.
Creo adivinar un tic en la comisura de sus labios, semejante a una sonrisa.
Se apoya en la pared y me coloco frente a ella, con los ventanales a mis espaldas. La sombra oscura de maquillaje alrededor de sus ojos, resalta el color vivo de una forma impresionante.
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TRIS: Confidencias de una Divergente
RomanceTris tiene una avalancha de sentimientos que necesita liberar. Tobias le entregó todo su amor en cuerpo y alma. Sin duda, Tris se siente la mujer más afortunada de la tierra por tener lo a su lado. * Estos personajes y algunas partes del texto perte...