My Mask (Mi mascara)

Extra 2 - Parte 2

Ambos hacían tareas en administración cuando la luz se apagó bruscamente.

—¿¡Qué!? ¡Otra vez la luz! —oyó decir a Octane.

—Vayamos a arreglarla, sigue el sonido de mis pasos —le dijo Crypto.

Pero a medio camino de electricidad, dejo de escuchar los pasos de Octane.

—¿Octane? —le llamó, pero nadie contesto.

Apenas distinguía lo que había a unos metros suyos. No podía ver a nadie más a su alrededor.

—¿Octane ? —volvió a preguntar —Si esto es una broma tuya, no me hace gracia.

Si Octane estaba allí sin hablar, no era capaz de verle.

—¡Octavio! ¿¡Donde estas!?

La luz todavía no volvía por lo que, ya que no era una urgencia, se dio media vuelta para buscar al joven.

Regresó a administración, donde estaban antes de que la luz se fuera. Quizás el joven no había escuchado bien su voz y se había quedado allí.

—¿Octane?

Pero no recibió respuesta alguna.

Reviso la sala, pero allí no había nadie. Octane no estaba allí,

Salió de esa sala corriendo y casi se choca de frente con una puerta cerrada. Era la puerta de cafetería. ¿Cuándo se había cerrado?

Respiró hondo.

Abrió un panel al lado de la puerta y en cuestión de segundos este se abrió.

Al entrar se topó con la penumbra absoluta.

Dardo un momento en distinguir el enorme ventanal al fondo salpicado de centenares de estrellas. El mar de estrellas bordeaba una figura oscura.

No se percató de su presencia.

Avanzó lentamente hacia esa figura.

Casi tropezó con un cadáver tirado en el suelo cerca de la mesa donde se encontraba el botón de emergencias. Sin duda era Bangalore, pero esta vez, alguien literalmente le había cortado el cuello y posiblemente la yugular. Es suelo estaba completamente encharcado en su sangre todavía fresca.

La mirada de la mujer se había quedado congelada mirando en su dirección. Posiblemente, mirando hacia quien la mató.

Tomo aire para asimilarlo.

A medida que avanzaba iba teniendo más visión justo para ver otro cadáver degollado a los pies de la figura. No podía distinguir con fiabilidad quien era, pero creía saber quién podría ser la figura de pie.

Denotó un brillo metálico en las manos del asesino.

En ese momento, el impostor se percató de la presencia de él. Apenas giro levemente la cabeza para verle.

Entonces vio la cara del impostor que tanto habían buscado.

Sus miradas se cruzaron y, sin embargo, el único que parecía estar genuinamente sorprendido era el mismo impostor. Este le miro con una mirada seria, sorprendía y al mismo tiempo rendida.

Miro al cadáver que yacía en sus pies.

Se notaba que había intentado alcanzar el botón de emergencia y aun así había caído muerta antes incluso de llegar. Wraith miraba con unos ojos vacíos a la nada mientras de su cuello emanaba un líquido carmesí que teñía las baldosas grises de la cafetería.

Octane trato de hablar.

—Adelante —dijo con calma —. Repórtame.

Pero este no hizo ademan de lanzarse al botón de emergencias.