Capítulo 7: Fiebre

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Octane estaba mirando fijamente por la ventana sin mucho afán por nada. Dos chicas lo observaban sorprendidas.

—¿Qué le pasa? —pregunta Wattson.

—A mí no me mires. Lo encontré esta mañana así. Y ayer al medio día estaba normal. Más o menos.

—¿Eh?

Ellas observaron al joven.

Estaba sentado de medio lado en el sofá, apoyando su brazo sobre el respaldo y mirando hacia el gran ventanal que tenía enfrente. Su mirada parecía perdida mirando las nubes.

—Silva —lo llamo Lifeline.

Pero este no pareció responder.

—Silva —volvió a llamarle.

De nuevo las dos chicas se miraron.

—¡Silva, joder! ¡Que es para hoy!

El joven dio un respingo.

—¿¡Que pasa!?

—¡Los juegos! —grita de nuevo la chica morena — En serio, ¿Dónde has dejado las neuronas, Silva?

—Perdona, estaba distraído —dijo levantándose del sofá.

—¿Distraído? ¿Antes de un juego? ¿Me tomas el pelo? —preguntaba Lifeline.

El joven se colocó el casco, la máscara y los goggles en su sitio. Luego se colocó el cinturón provisto de lo necesario.

—¿Ves? Listo para el rodeo, chica.

El joven salió del apartamento derecho para el hangar donde estaba la nave que los llevaría a la arena.

—¿Esta segura de que está bien? Lo noto como... risueño.

—En cuanto acabe, le hare un examen cerebral, no sea que se le estén friendo neuronas. Lleva ya unos días algo raro, desde que el dron ese le aterrizo en el balcón. Quizás le dio en la cabeza y no nos lo ha dicho.

Wattson abrió la boca un momento, pero la cerró de inmediato.

Ambas siguieron a Octane hasta donde estaba la nave. Allí ya había algunos participantes esperando.

Nada más subir a esa nave, Octane puso su vista en el cubículo al lado del suyo. Se congeló en seco.

Crypto ya estaba allí, sentado en su escritorio como siempre y metido de lleno en su mundo de hacker.

Nunca pensó que reencontrarse con él fuera tan... aterrador.

Pareció darse cuenta de su mirada porque dejo de hacer lo que estaba haciendo y volteo la silla para verle.

Ambas miradas se encontraron.

Puede que Crypto no viera la suya dudosa, pero él veía la del hacker. Estaba expectante de lo que hacía. Ninguno sabía exactamente cómo reaccionar. Dentro de un rato, ambos estarían pegándose tiros.

Despertó de ese ensimismamiento.

Se metió en su propio cubículo y se sentó en su silla dando la espalda a la mirada de Crypto. Su expectación le ponía nervioso.

Las dos jóvenes se habían parado a hablar con Wraith y cuando entraron, vieron a Octane sentado en su silla demasiado tranquilo. Excesivamente tranquilo para ser él.

Por otro lado, Wattson miro hacia el hacker en el cubículo continuo. Este apagó su ordenador y se sentó en el sofá blanco que tenía al lado. Si no lo conociera, parecía algo desconcentrado.

My Mask (Mi mascara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora