22."Es mi debilidad"

1.7K 82 9
                                    

Mi mente daba vueltas y vueltas, no dejaba de pensar en lo sucedido ayer con la dichosa conversación entre James y Daniela, me estaba destrozando la imaginación y mi corazón me preguntaba a cada momento con desesperación "¿Qué pasa?"; quisiera darle una respuesta, pero desgraciadamente no la tengo, ni siquiera yo sé que es lo que sucede, pero moría por saberlo, por más dolor que sienta no quería quedarme así, estancada, sufriendo sin tener una razón concreta.

Jugueteaba con el celular en mis manos, con una pelea interna de llamar o no a Daniela y las palabras de Angie vinieron a mi mente, "Si quieres acabar con tus dudas, no hay otra opción" me atormentaba, porque una parte de mí me pedía a gritos una razón, saber la verdad detrás de todo esto, pero la otra temía y se acobardaba a afrontar el problema y la realidad.

Al final le hice caso a Angie y a mi lado valiente, no lo pensé más y marqué el número de Daniela, esperé unos segundos, los segundos más lentos y angustiantes de mi vida, por un momento pensé en colgar, pero era demasiado tarde, Daniela había contestado y debí hablarle cordialmente a la esposa de mi amante.

-Hola, ¿Qué tal Daniela?-musité con la voz más jovial posible.
-¡Gemma! Pensé que no me llamarías-musitó, al parecer impresionada por mi llamada.
-Pues, pensaste mal-bacilé.
-¿Y a que debo el motivo de tu llamada?-preguntó.
-Vale, me preguntaba si podriamos vernos. Claro, si tienes tiempo-dije, tratando de no verme tan obvia y desesperada.
-Me encantaría, pero mi hija tiene cita con el pediátra-dijo, apenada-¿Te parece mañana?
-¡Claro! Sólo dime a que hora y en que lugar.
-¿Te parece a las tres?-preguntó.
-Sí, esta bien-respondí sonriente.
-Vale, nos vemos mañana en el mismo café de ayer.
-¡Perfecto! Bueno, hasta mañana.
-Claro, adiós-dijo Daniela por último y terminó la llamada.

Me ví, sorpredida de lo que acababa de hacer, nunca pensé que fuera a atreverme, pero lo hice, tenía una cita con Daniela, y decir que hace unos minutos estaba completamente temerosa e indecisa. Aquí comienza todo, no me será sencillo, pero algo tendré que cosechar de esto y el enterarme de cosas que no quiero pero necesito saber.

***

Ensayaba en mi camerino las últimas notas de mi canción, depronto comenzarón a golpear fuertemente la puerta y salí al instante de mi trance.

-¿Quién?-pregunté, estando segura de quien estaba detrás de esa puerta.

-Porque preguntas, si sabes quien es-dijo James mientras cerraba la puerta y se acercó a mi, abrazandome por la espalda, no podía rechazar su calor por el más mínimo resentimiento que sintiera.

-¿Y porque tocas la puerta?-musité cortante, volteandome para poder estar frente a él.

-No sé, mala costumbre-susurró para luego besarme dulcemente dejándome su exquísito sabor en mis labios.

-Bueno ya-me separé de golpe-En un rato salgo a cantar y no tarda en venir Marc, será mejor que te vayas.

-Gemma, ¿Qué te pasa?-preguntó James desconcertado.

-Nada, es sólo que... me siento algo estresada, es eso-mentí y James no quedo muy convencido.

-Esta bien, te dejo-musitó y se acercó depositando un beso en mi frente.

Salí del camerino con mi guitarra, esta noche cantaré en compañía de ella después de mucho tiempo sin estar juntas. Subí al pequeño escenario, acomodé la guitarra en mis manos para después comenzar a tocarla cantando "Big Girls Don't Cry".

Cuando terminé de cantar bajé del escenario para saludar rápidamente a Angie y a Marc ya que James me esperaba en el camerino y no podía hacerlo esperar más. Salí de ahí lo más pronto que pude y fuí hasta donde estaba él.

Eres Casi El Hombre Perfecto|James Rodríguez|Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora