2."Aún pienso en ti"

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Me encontraba en mi departamento, me acompañaba "Riky" el obeso gato persa que era de mamá, es cómo un pequeño recuerdo que ella me dejó y lo adoro. Estaba en mi sillón, recostada con mi gato acostado en mis piernas, acariciaba su regazo, el insomnio se apoderó de mí y recordé lo sucedido esta noche, lo primero que se vino a mi mente fue James, era inevitable no poder pensar en él, su rostro hermoso y de perfectas facciones, su mirada profunda encajada en mí y que por un momento me puso nerviosa, su encantadora y contagiosa sonrisa y su porte de galán estaban dañando por completo mis neuronas, depronto sentí la necesidad de investigar un poco sobre él así que me levanté del sillón y tomé mi laptop de la mesa, volví al sillón a recostarme, puse la laptop sobre mis piernas y abrí google, escribí en el buscador "James Rodríguez" y apareció una lista de resúltados entre ellos uno que decía "James Rodríguez y su esposa", cuando ví eso sentí como mi corazón crujió, respiré profundo y me dije "adiós ilusiones", no quise ver más así que cerré mi lap y la dejé en la mesita que se encontraba al lado del sillón.
Me senté y comenzé a preguntarme ¿En qué rayos estaba pensando con fijarme en él? ¿Como llegué a pensar que un futbolista, guapo y éxitoso se fuera a fijar en mí? Seguramente dejé volar demasiado mi imaginación, porque ¿Quién se ilusiona rápidamente sólo por una mirada y una sonrisa? Efectivamente, yo, mi estupidez llegó por los cielos, aunque de igual manera ya no importa, al fin y al cabo esta casado y aunque no lo estuviera igual mis oportunidades serian como buscar una aguja en un pajal.
Me desperté temprano, no tenía mucho que hacer esta mañana así que llamé a Angie para invitarla a desayunar.

-Hola-me contesto Angie con una voz adormilada, al parecer la había despertado.

-Angie perdona si te desperte, te llamo para invitarte a desayunar, que dices?-le pregunto a la floja de mi amiga.

-Claro, a que hora paso por ti?.

-A las diez esta bien?.

-Vale, ahí estare, por ahora dormire, me queda aún una hora-me dice soltando un bostezo.

-Esta bien-reí-Te dejo dormir un rato más, chau-dije por último y colgue.

No quise perder tiempo así que fuí a darme una ducha con agua caliente, deje que la temperatura del agua relajara mi cuerpo y despejara un poco mi mente y salí déspues de 20 minutos, saque ropa de mi armario, opte por unos jeans negros, una blusa holgada de color blanco y una chaqueta de mezclilla, seque bien mi cabello dejandolo suelto, me maquille un poco con polvo compacto y rimel, salí de mi recámara y fuí a la cocina, saqué de la alacena una lata de comida para mi gato y le serví en su platito, me quedaba tiempo así que fuí a la pequeña sala, me senté en el sillón y encendí el televisor dejando el primer canal que encontre, era de deportes no tome mucha importancia ya que no me agradan mucho, estaba apunto de cambiarle al monitor cuando escucho el nombre de James y rápidamente cambie de decisión, mi semblante cambió por completo cuando lo vi en la pantalla, no tenía ni idea de lo que decían de el yo estaba embobada viendolo jugar portando el uniforme del Real Madrid y repentinamente una sonrisa se dibujo en mi rostro, fue casi espontáneo pero el la causo, parecía una fangirl enamorada de su ídolo, su amor platónico, bueno siquiera sólo eso podía ser, mi amor platónico.

Tocaron la puerta, me levanté del sillón y fui a abrir.

-Hey-me dijo Angie cuando abrí la puerta, al parecer ya no pudo dormir más.

-Que paso? Pense que vendrías más tarde, aún no son las diez-le digo mientras ella pasa al departamento.

-Es que una vez que despierto ya no puedo dormir y pues aquí me tienes-me dice con la sonrisa resplandeciente que la caracteriza.

-Bueno, entonces sólo iré a quitarme las pantunflas.

-Sí porque que salir a la calle con esas pantunflas de conejitos rosas dañarian por completo tu dignidad y reputación-bromeó riendose de mis pantunflas, si, tengo 19 años y aún soy tan infantil como para usar pantunflas de conejitos y domir con pijamas de gatitos.

Eres Casi El Hombre Perfecto|James Rodríguez|Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora