Dos semanas habían pasado desde aquella noche en la que James y yo decidimos mantener una relación a escondidas, secreta y riesgosa. Estamos apostando todo a un futuro incierto en el que no se sabe quien saldrá perdiendo más en la apuesta.
Por otro lado me siento contenta, plena y totalmente enamorada, James es sin duda alguna un hombre maravilloso. No me canso de revivir cada momento que paso con él, simplemente soy fanática de toda su forma de ser, el trato que me da y que nunca se cansa de decirme "te quiero", esa manía que tiene de hacerme reír con sus ocurrencias y su sonrisa que puede ser capaz de darle color a un día gris.
Cada detalle por más mínimo que sea me deja fascinada, su infinita ternura que podría convencerme de cualquier cosa y que no deja de enamorarme a cada momento.
-Gemma estos días te he notado diferente-insinúo Angie sentada al lado mío, recargando su brazo a un costado del sillón.
-De que rayos hablas Angie?-conteste de manera irreverente.
-A mí no me engañas, esa sonrisa y ese cambio de carácter en tí tiene un motivo-murmuró Angie acercandose a mí como policía interrogando a un delincuente.
-Creo que estas alucinando amiga-respondí con una risita nerviosa.
-Tienes un novio y no me lo quieres decir, verdad?-Angie cada vez me interrogaba más y más haciendome sentir nerviosa.
-Claro que no!-repliqué al sentirme descubierta.
-Por supuesto que sí... Y dime, quien es?-insistió Angie, estaba muy segura de lo que decía pero no podía hablar de algo al respecto, no por ahora.
-Angie, ya, enserio no tengo ningún novio!-expliqué, ya desesperada.
«Porque claro James y yo no somos novios sino... Amantes» pensé.-Esta bien, no me digas nada si ya no confías en mí-me dijo resignada y decepcionada-Yo me voy, tengo cosas que hacer-se levanto del sillón, note que estaba un poco enfadada, se dirigió a la puerta y salió.
Me sentí un poco mal por estarle ocultando algo así a mí mejor amiga, pero ya llegará el momento en que deba hablarle de mí situación.
Al quedarme sola sentí la necesidad de mandar un mensaje o llamarle a James, pero luego pensé que podría estar con su esposa y esa idea tuvo que quedar totalmente descartada.
Eran las 4:26 pm y decidí irme a mi recámara y tomar una siesta, no tenía nada que hacer y dormir era la única opción que tenía, a nadie le hace mal descansar un poco. Apenas me recoste y caí plácidamente dormida como sí mí cansancio fuera absoluto, no cabe duda que soy como un oso.
*******
Desperté al escuchar sonar mí celular, lo tomé torpemente del buró y conteste.
-Hola-conteste, nisiquiera ví en la pantalla de quien era el número.
-Amor, estoy afuera de tu departamento, llevo un buen rato tocando la puerta y nada-escuché del otro lado de la línea la voz de James quejandose por no abrirle la puerta.
-Disculpa cielo, ya voy-colgué.Ví en mí teléfono la hora, las 6:05 de la tarde, ¿Tanto dormí? En fín, me levante de la cama aún adormilada y fuí a recibir a James antes de que se cansará de esperar afuera.
-Pasa amor-abrí la puerta y al cerrarla el me dió un beso.
-¿Porque tardaste tanto?-preguntó mientras caminaba hacía el sillón a tomar asiento.
-Estaba dormida-expliqué tallando mís parpados aún hinchados de tanto dormir.
-Claro, ahora entiendo esas fachas-bromeó por mís pijamas de gatitos y mís ridículas pantunflas de conejitos rosas.
-Disculpame por no estar vestida para la ocasión-dije con sarcásmo.
-Era broma amor, te ves hermosa-se disculpo para después abrazarme.
-Ya te extrañaba monito-le dije y él sonrió por como lo llamé.
-Y yo a tí-se acerco y beso mí mejilla.
-¿Gustas algo de tomar?-pregunte.
-Un café estaría bien-me contestó con la sonrisa resplandeciente que lo caracteriza.
-Esta bien, ya vuelvo-bese su mejilla, me levante del sillón y me dirigí a la cocina.
Encendí la cafetera, puse agua y café en ella y segundos después el aroma del café se hizo presente en mís narices. En minutos ya estaba listo, vertí un poco en dos tazas y lo preparé a mí gusto: con leche y tres de azúcar.
Me fuí a la sala donde James se encontraba recostado en el sillón viendo televisión y puse las dos tazas de café en la mesita.
-Gracias amor-me dijo tomando una taza de café.
-De nada cielo-sonreí-En la alacena tengo galletas, iré por ellas-dije y James me detuvo tomandome suavemente de mí mano.
-No, ya no te vayas-dejó su taza en la mesita para acercarme un poco a él.
-Esta bien-musité.
Se acerco y me besó suavemente en los labios encajando perfectamente los suyos en los míos, la sensación que siento cada vez que me besa es inéxplicable pero sin duda es algo que mís labios agradecen demasiado.
Nuestro beso fue interrumpido ya que alguien tocó la puerta y rápidamente nos separamos.
-¿Quien será?-me miró James temeroso.
-No losé-dije. Seguían tocando la puerta y yo ignoraba quien fuera el que estubiera detrás de ella.
-¿Y que hacemos?
-Escondete en mí cuarto mientras yo veo quien es-le ordené.
James se fue a mi recámara y después de tanta espera abrí la puerta.
-Angie?!-dije asombrada, el corazón me latía fuertemente por la tensión.
-¿Porque tardaste tanto?
-Estaba en el baño-dije automáticamente.
-Mmm... Vine porque olvidé aquí mí celular-entró observando a todos lados-Tienes visita?-me pregunto al ver las dos tazas de café sobre la mesita.
-Ammm... No-balbucié, las manos me sudaban y los nervios comenzaban a presenciarse.
-¿Entonces porque las dos tazas de café a medias?-Angie empezaba a cuestionarme más y mí mente no encontraba respuestas coherentes para que creeyera en mí.
-Es que...
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Hola, hola! Les traigo capitulo nuevo, un tanto flojito, disculpen.---. Aún así espero que les haya gustado un poco:3 Y sí fue así no duden en votar y decirme sus opiniones en los sensuales comentarios, saben que amoamo ver que comenten mí novela:333
Las quiero! Ba, bae:*
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Eres Casi El Hombre Perfecto|James Rodríguez|Editando|
Fanfiction"Sus profundos ojos marrones me dan un sentimiento tan cálido por dentro." ©chichadiosx