Me quedé pensando en la propuesta que Dario me hizo ¿Realmente estaría bien dejar Madrid? Quizás, alejarme de esta ciudad por un tiempo no estaría mal, pasar los problemas a un segundo plano y dedicar un tiempo para mí sería lo correcto, sí, quizás eso sea lo más conveniente.
Pero a quién engaño si irme de esta ciudad es como estar dejando la mitad de mi vida, cientos de recuerdos e historias inborrables que he vivido aquí, no puedo hacerlo, simplemente se me es difícil el que de un día para otro abra los ojos y no me encuentre con el amanecer de Madrid.
Me levanté del sofá y dejé de pensar tanto para recoger las tazas del café que habíamos bebido Dario y yo, me dirigí a la cocina y las dejé encima del lavabo. El timbre de la puerta comenzó a sonar e hice un mohin al escucharlo. Pensé que sería Angie ya que tiene días que no me visita, abrí la puerta y la impresión fue enorme.
Mirar a James posado en el umbral de la puerta causó en mí un leve escalofrío, una corriente de electricidad correr por mi espina dorsal.
-James-mascullé al ver al hombre posado frente a mí.
-¿Podemos hablar?-musitó afligiendo su mirada y de inmediato se vino a mi mente el día que terminamos.
-Pasa-dije y él asintió adentrándose a la casa.
Se posó frente a mí y lo miré extrañada, entonces decidí ir a tomar asiento ya que ninguno de los dos se dignaba a articular palabras, él hizo lo mismo y ambos quedamos frente a frente.
Lo miraba a los ojos al igual que él a mí, se miraba nervioso y algo de angustia causaba tensión en su cuerpo, podía notarlo por la forma en la que jugueteaba con sus manos y de vez en cuando tronaba sus dedos uno a uno. Remojé mis labios un poco y tomé la iniciativa de hablar.
-¿De qué quieres hablar?-pregunté, acabando con el silencio que nos rodeaba.
-De nosotros-manifestó y lo miré de manera incrédula mientras negaba con mi cabeza.
-¿Nosotros?, ¿Hay algo que hablar de nosotros?-pregunté irónicamente.
-Demasiado-mencionó muy seguro y reí por lo bajo.
-Yo no lo creo-respondí y James exhaló de forma frustrada.
-Gemma-musitó tomándo mis manos entre las suyas-¿Por qué me evitas?-preguntó.
-James, ¿Por qué me pides que vuelva como si nada hubiese pasado?-pregunté y James tragó saliba, claramente se quedó sin argumentos para responder.
-Actué muy mal en el pasado... Y ahora me arrepiento-articuló y yo no quería creer en él, no volvería a caer en sus brazos tan fácilmente cómo siempre lo hago.
-¿Y Daniela? ¿No resultó la segunda oportunidad que se dieron?-formulé difícilmente, mi garganta comenzaba a tener problemas para articular las palabras y hacía el esfuerzo de no soltar un sollozo.
Suspiró mientras masajeaba mis manos con lentitud.
-Nos divorciaremos-musitó y lo miré sin ninguna impresión.
-¿Y por eso estás aquí? ¿Por qué el intento de salvar tu matrimonio falló? -mencioné y él me miró incrédulo.
-No, te equivocas Gemma-mencionó soltando mis manos, su voz comenzaba a debilitarse al igual que la mía cada que hablaba.
-No, el que se equivoca eres tú si piensas que volveré contigo-articulé tratando de sonar lo más segura, aunque siendo sincera no sé de dónde salió el valor para decirlo.
James se levantó inmediatamente del sofá, no podía creer que semejantes palabras hayan salido de mi boca y lo entiendo, yo tampoco lo creo.
-No puedo creer lo que has dicho-musitó mientras posaba su mano en el rostro y miraba el suelo, estaba frustrado, muy frustrado con mi actitud.
-Claro, no puedes creerlo porque comunmente caigo fácilmente en tus brazos... Pero hoy será la excepción-logré articular de forma no muy clara, pues mi garganta cada vez se cerraba más y sólo esperaba el momento en el que las lágrimas ya no sedieran.
-Gemma, por favor-James no pudo contener más el llanto y las lágrimas comenzarón a deslizarse por sus mejillas, me rompía el alma por completo verlo así, pero el hecho de retractarme no me convencia, las palabras ya estan dichas y no hay vuelta atrás.
-Perdóname James, pero ahora la que dice 'no' soy yo-las palabras fueron pronunciadas con el dolor más grande que pudiese sentir, como si hubiesen cortado en mi boca al decirlas.
-Si esa es tu decisión no tengo más que decir respecto a eso-respondió mientras limpiaba las lágrimas, se veía más calmado o al menos eso trataba de aparentar.
-Lo mismo digo-dije mientras cruzaba mis brazos y mordía mi labio inferior para no contradecir lo que yo misma estaba diciendo.
James se acercó a la puerta de manera lenta como si esperara a que lo detuviera, pero no fue así. Pareciera que estaba viviendo un flashback, sólo que ahora él estaba del otro lado.
Me levanté del sofá y me acerqué a donde estaba James, indeciso de irse, tomé el manubrio de la puerta pero luego él quitó mi mano para posar la suya.
-Yo puedo hacerlo-musitó sin voltear a verme y giró el manubrio de una vez-Adiós Gemma-dijo desde el otro lado de la puerta mientras yo me recargaba en ella conteniendo tan sólo unos segundos más el llanto.
-Adiós James-mascullé y él no hizo más que escabullirse del lugar.
Al cerrar la puerta las lágrimas ya no cesaron, lloré como nunca, la rabia y tristeza me invadían todo el cuerpo, quería acabar con todo lo que se encontraba a mi alrededor, quería acabar conmigo misma, ¿Qué hice? Dejé ir la oportunidad de ser feliz con el hombre que tanto amo, lo dejé ir a él... Así como un día él me dejó ir, así como ayer.
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Hi girls!
¿Como han estado? Espero que bien *emoji de changuito*
Primero que nada mil disculpas por la tardancia pero bueh, ya saben como soy:'v
Espero que les haya gustado el capitulo y si es así voten y diganme en los comentarios que les pareció;)
Por último, yo tengo pensado hacer segunda temporada de la novela pero no sé a ustedes que les parezca, diganme su opinión por favor, he visto que casi ya no comentan y me deprimoD': (bueh basta de drama)
Eso es todo, me retiro, nos leemos después, las quiero nenorras:'3 bai
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Eres Casi El Hombre Perfecto|James Rodríguez|Editando|
Fanfic"Sus profundos ojos marrones me dan un sentimiento tan cálido por dentro." ©chichadiosx