"Teach Me" ⎯𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚𝐛𝐨

O2

Gustabo y Horacio llevaban un buen tiempo trabajando ya como policías alumnos, Horacio claramente estaba contento, siguiendo a Conway por toda comisaría cuando tenia la oportunidad, suena obsesivo, pero enrealidad no era así, era algo tierno, hablaba con el mayor con ese toque de simpatía que caracteriza a el de la cresta, Conway en su casi inocencia no se daba cuenta de los sentimientos de el menor, por lo cuál todo le era completamente normal.

Justo ahora Horacio había llegado unos minutos antes a el trabajo, quería toparse con Conway para poder hablar con el, quería conocerlo de a poco, hacerse cercano a su superior y poder llegar a enamorarlo en algún punto, ese era su plan, un pequeño plan lleno de inocencia, pero Horacio no se daba cuenta que al buscar su felicidad destruía a su mejor amigo, el cual es bastante delicado, pero de aquello nadie se fija.

⎯Llegaste temprano ⎯Dijo Conway saliendo de los vestidores mientras acomodaba su chaleco antibalas haciendo que Horacio lo vea con una sonrisa. ⎯Creo que te estas tomando en serio el hecho de estar en el CNP, me alegro Horacio.

⎯¡Si! ⎯Se calmo de a poco el de la cresta para continuar hablando. ⎯Me estoy tomando en serio esto, quiero impresionarle Conway ⎯Tomo de a poco valentía. ⎯Conway, nadie a llegado aún, ¿Que le parece si nos tomamos un café antes de salir a patrullar?

A Jack le tomó por sorpresa aquello pero sonrio aceptando.
Luego de servirse cafés ambos se fueron a el despacho de el Superintendente, Horacio hablaba de cualquier cosa con entusiasmo, Jack lo escuchaba con atención, bueno, no con completa atención, estaba normal, nada de emoción excesiva.
Ya era hora de que los demás llegaran, es decir, hora de irse a trabajar.

Gustabo despertó.
Eran las 7 y algo, entra a las 8, fue a la habitación de Horacio para despertarlo pero no lo encontró, le pareció raro, muy de hecho, siempre suele ser un dormilón. No se desesperó ni nada, lo pensó bien y dedujo que se fue más temprano para... Ver a su querido Jack Conway, nunca se va a acostumbrar, pero no perderá contra ese viejo.
Se preparó su desayuno así sin mucho misterio, no quiere perder de vista a Horacio por mucho tiempo. Cereales con leche y listo, se los come mientras se prepara para el trabajo. Punzadas "insignificantes" le recorren todo el tiempo, pero las ignora.
Ya listo para irse, toma mítica chaqueta y va caminando, pues el de cresta se llevó su Audi amarillo que... Se compraron con el dinero que les dió el Súper Intendente. Joder esos días diciéndole lo feliz que estaba, y todo gracias al Súper, no tuvo más opción que aceptar claro, y compartir ese entusiasmo con Horacio, después de todo tener un auto les vino de puta madre, solo hay que establecer algunas reglas.

Llegando algo cansado a comisaría, saluda con un "buenas" al que se le encuentra, buscando de paso con la mirada a su mejor amigo. Entra en vestuarios y se cambia algo apurado, quitando el arma reglamentaria y todo lo que necesita.

⎯Buenos días Gustabo ⎯saluda el comisario Greco, ese de la barba de leñador, mirando al alumno con curiosidad, pues no se queda quieto y su mirada viaja por todas partes de comisaría ⎯¿Se te perdió algo? ⎯lo mira con intriga.

⎯Ah, Buenas comisario... Y, si, mejor dicho alguien ⎯suelta un suspiro, para luego mirar a su superior el cual alzó las cejas más intrigado aún ⎯¿Viste a Horacio? ⎯le pregunta, Greco se queda pensando un poco pero recuerda haberlos vistos al salir de la puerta del laboratorio, con su vista periférica.

⎯En el despacho del Súper, seguro le está regañando por algo ⎯fue suficiente para el rubio, le agradeció y fue hacia donde le dijeron.
Estaba por llegar, iba a ir a defenderlo pero no hace falta. Tan alegres compartiendo unos cafés, eso le duele más de lo que quiere, esos podrían ser él y Horacio, no el viejo, ¿Qué tiene en serio ese viejo? Notó que estaban preparándose para salir y salió pitando, lo esperaría abajo y listo, no quiere formar una escenita.