"Teach Me" ⎯𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚𝐛𝐨

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Conway no pudo evitarlo, su mirada se posaba de forma descarada en el cuerpo de Gustabo y se sentía culpable de no sentir vergüenza por verlo de aquella forma, debería de irse y dejar que Gustabo se diera un baño tranquilo, pero se quedo inmóvil fingiendo que estaba viendo su celular mientras que daba cortas miradas hacía el lugar donde se encontraba Gustabo, dejo de mirar de forma disimulada cuando Gustabo entro a una de las duchas, ahí solto un respiro hondo, las duchas simplemente estaban divididas por cortinas, por lo cual se veía perfectamente la figura curvilínea de el rubio como sombra en esas cortinas blancas pero no transparentes de baño.

Ya un poco más calmado comenzó a desbotonar su camisa, antes se quito la corbata, se daría un ducha con agua fria para calmar los músculos y liberar tensión. En cuanto quedo solo en ropa interior se metio a una de las duchas, la que estaba junto a Gustabo y dejo que el agua cayera sobre el viendo la silueta de el menor ser recorrida por el agua, debe apartar su mirada, debe de sentir algo de vergüenza, pero no... no hace nada al respecto y tampoco hará nada.

Gustabo escuchó a alguien entrar pero seguía en la ducha como si nada. Es normal que después de un atraco algunos vengan a bañarse. Empezó a tallar su cuerpo con el jabón, quitando toda la suciedad y sudor que pudiese haber. Ya necesitaba eso. Y las heridas ya no eran una molestia, solo estaban allí como adorno de su tez blanca bien cuidada, suspirando de vez en cuando por la tensión que salía de sus músculos ahora entumecidos por el agua fría que calmaba a su cuerpo caliente de tanto correr. Pero no sabía que se volvería a poner así tan rápido. No sabe ni cómo, siendo que ya vió muchos bustos y cuerpos de sus compañeros bien formados, pero, este, este, justamente este... Era Jack Conway.

No lo podría confundir ni en una multitud, en la playa ya se había memorizado cada músculo de este hombre. En el edificio del CNI también, esas piernas moverse de un lado para otro, con el buzo impregnado en esos grandes muslos algunas veces, hasta su boca... Bueno, esa zona no tanto, pero quiere memorizar cada rincón.

Mironeando desde su posición, simulando bañarse, viendo la silueta de Jack, qué morbo, si uno de los dos supiera que se están comiendo con la mirada ahora mismo nadie sabe cómo podrían acabar. Y la tensión estaba en su punto máximo, ellos dos solos, el las duchas, separados por una fina cortina. El aire comienza a ser pesado sin darse cuenta, y su imaginación vuela, los hombros anchos de este hombre, su cabeza ladearse para que agua caiga sobre él, esas manos que jura tener picazón en las suyas por no ser él quien esté tocando ese cuerpo tallado por los mismísimos Dioses. Ya no pensaba en otra cosa o otra persona que no sea Jack.

Respiró hondo, mirando al frente, pensando bien en un movimiento, se estaba excitando con tan solo la silueta de su jefe, joder, parece un puberto viendo a una chica en traje de baño. Cerró los ojos. Despacio se acercó a la cortina hasta el extremo que choca contra la pared, moviéndola un poco para asomar su mano, algo tímida, esperaba una reacción, un toque que le permita hacer lo que tanto ansía en esos momentos, y su entrepierna despertando a  centímetros por segundo.

La respiración de el mayor era lenta y pesada, pero notaba cada movimiento que Gustabo hacía junto a el y puede jurar que Gustabo y el quieren lo mismo de forma inconsiente.
Al notar la mano de Gustabo pasar la cortina sintió que ya no tenia autocontrol, pero joder, es uno de sus empleados y esta completamente empalado ahora mismo tan solo por su silueta, sin pensarlo con la punta de sus dedos toco la mano de Gustabo de forma suave como invitándolo a cambiarse de ducha, ahora su mano tomo la muñeca de Gustabo tanteando el terreno de forma suave y sintió como este hacía un lado de forma lenta y disimulada la cortina comenzando a cambiarse la ducha, ambos con la mirada en el suelo, luego de casi comerse con la mirada ahora no se atrevían a mirarse a los ojos pero sus cuerpos se seguían acercando, sus respiraciones eran agitadas pero pesadas en sus pechos, entonces Conway corto la distancia y besó a Gustabo, era lento, demasiado lento, pero de todas formas rudo mientras que con algo de miedo una de sus manos se dirigía al cuerpo de el rubio. El beso comenzó a subir de nivel, cada vez más rápido, más lujurioso, cada vez ambos mostraban lo mucho que quieren tocarse ahora mismo.