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Realmente las palabras de Gustabo lo dejaron desconcertado, no sabía de que forma reaccionar, mucho menos que responder a aquello.
En el momento que este entró a el despacho de el mayor, Conway lo iba a sacar a gritos, estaba cabreado, tuvo un día más duro de lo normal y Gustabo le viene con aquello dejándolo sin palabras, buscaba algo que responder, aunque le costo asimilar aquello.

⎯¿De que mierda me hablas? ⎯Por fin hablo, salió de su trance.

No sabía a que se refería Gustabo, se perdió ya desde el inicio de la conversación, ¿Acaso Gustabo le pedia enseñarle a ser como el? ¿En que aspecto? ¿Y por que? Jack Conway no es un ejemplo a seguir y no lo sera, todo "Los Santos" sabe que el Superintendente es lo menos educado y considerado con las personas que encontraran, pero en otros aspectos es bueno, por así decirlo.
Trató de concentrarse bien para así poder oír con atención las razones de Gustabo.

⎯Dime el por qué, ¿Por qué quieres que te enseñe a ser como yo? ¿Con que propósito muñeca? ⎯En lo primero que pensó Conway fue en que Gustabo quiere madurar de alguna forma.

El menor se quedó pensando unos largo segundos, ser como Jack Conway, ¿terco, misterioso, cascarrabias, viejo? En primer lugar, ¿Qué tiene tan especial a ojos de Horacio? No lo entiende, pero, tiene que averiguarlo, y qué mejor que el mismísimo para ayudarle. Solo que tiene que modificar el porqué y sus fines de lo que podría llegar a aprender. Igual no le convence tanto, pero si a Horacio le gustan tipos... Así, qué mejor para impresionarlo e intentar hacer que se fije en él de otra manera.

⎯Eh... ⎯ arregló su garganta, se estaba quedando sin aire por el nerviosismo, fue acercándose un poco pero sin privar de su espacio, mirando atentamente al hombre que tiene en frente y lograr inspeccionarlo con la mirada ⎯Quiero aprender del mejor en esta comisaría, crear avances en mi desarrollo como alumno y merecerme un ascenso ⎯lo estaba halagando de una forma que ni él se lo cree, en parte es cierto, y la forma en que lo dice es creíble, después de todo sabe actuar bien, esto le servirá para muchas cosas, y entre esas, con Horacio, eso espera y desea.

Viéndolo con una sonrisa decidida, lo intentará, y sabe que lo logrará, no será difícil ¿No?

Claramente esas palabras alimentaron el ego del superintendente, le estaba diciendo en su cara qué era el mejor en toda la comisaría. Iba a negarse, sentía que era una perdida de tiempo, sentía que Gustabo iba a distraerlo y qué más que nada iba a hacer que su día laboral fuera aún más pesado, pero vio el lado positivo, podría hacer que Gustabo se controlara.

⎯Claro, no le veo lo malo ⎯Dijo dejando de lado los papeles que debía terminar, ahora toda su atención estaba en el rubio frente a el. ⎯Aunque creo que debemos comenzar con los entrenamientos, si no estas dispuesto a ello me negaré.

Esas eran la única condición de el Superintendente o al menos por ahora, sabe que con el paso de el tiempo ira agregando cada vez más condiciones.

Lo logró, y no se lo cree ni él, pero bueno, de su boca salieron las palabras perfectas y sin titubeos, se felicita por ello, pero falta mucho qué recorrer, no le puede decir a Horacio mucho de esto, tendrá que buscar alguna excusa, cosa que no quiere tanto, pero, bueno, es para que todo su plan no se estropee. Todo esto por una persona, Horacio.
Si lo piensas bien, esto es algo patético, pero alguien desesperado por el amor de otra persona puede hacer locuras, y esta es una de las... Unas cuantas de Gustabo, y espera que al fin se de cuenta y que funcione de una puta vez.

Querer estar con su jefe no le apetece tanto la verdad, pero, ya hizo lo que hizo, no hay vuelta atrás. Tendrá que aceptar las consecuencias de sus actos como siempre lo ha hecho. Se puso firme, pues estaba asimilando la mayoría de cosas y ordenando su cabeza inestable, no hacía mal su trabajo, al menos lo hacía muy bien en frente del de cresta, y trata de caerles bien a todos, pues no quiere tener muchos problemas en el trabajo, pero eso sí, no le falta ese toque de rebeldía para poder molestar a cualquier capullo y hacer reír a su mejor amigo. Eso le encanta, la hermosa sonrisa de Horacio.

⎯10-4 ⎯ carraspeó un poco y miró hacia atrás, pero antes de irse, tendrá que saber a qué hora y tal ⎯Dígame la hora y yo estaré ahí, se lo agradezco, Conway ⎯ se estiró un poco en ese lugar y se retiró, ahora irá junto a Horacio, a la casa que comparten.

Dejó que Gustabo simplemente se fuera, no se despidió ni nada, necesitaba terminar sus cosas -Papeleos y uno que otro informe de importancia- para luego ire a casa a descansar. Quizás luego; cuando este en casa, le envié un mensaje a el rubio para ver donde quedar y enseñarle una que otra cosa.
En el momento que ya puedo terminar cada papeleo y cada cosa que se podría llamar importante decidió irse a casa, se dispuso a subir a su automóvil lujoso, camino por comisaría de forma tranquila dirigiéndose a el estacionamiento de esta, mientras se fijaba en cada detalle de el gran edificio, notaba a los policias alumnos dando vueltas, a los oficiales y comisarios y en ese momento se dio cuenta de lo solo que se encontraba en su día a día, lo único que tenia -Y era bastante claro- era a Gustabo y Horacio, las únicas dos personas en su vida, nisiquiera eran tan cercanos, pero de todas formas ellos eran los únicos -Aparte de Volkov- que estaban de forma incondicional, sobre todo Horacio, el cuál para Jack era un pequeño niño. Sin darse cuenta llegó a a su auto, solo caminaba sabiendo de memoria el caminó hacía el estacionamiento, al llegar a su auto se fue a casa, solo, nuevamente acababa el día y el estaba completamente solo. Estaba agradecido de forma inconsiente que al llegar a casa los fantasmas de el pasado ya no lo atormentaran como antes.

Ya preparado para dormir se acostó en su cómoda y solitaria cama, pero algo se puso en su mente, tomo su celular y busco de forma rápida el contacto de Gustabo.

"¿Te parece mañana a las 07:00 a.m un entrenamiento en la playa? Para poder comenzar con algún entrenamiento ligero."

Y luego de enviar el mensaje dejo su celular sobre las sabanas.

Gustabo estaba peleando consigo mismo, ¿Qué mierda acaba de hacer? ¿Pedirle a su jefe que lo ayude a mejorar en su desarrollo?
Bueno, es algo que quiere... No tanto la verdad, porque lo que realmente quiere es querer parecerse a Jack Conway, y con eso, conquistar a Horacio.
Ya se ve allí con una camisa blanca con pistoleras y un pantalón de vestir costoso, zapatos bien lustrados, con su cabello peinado perfectamente, con un rostro más guapo de lo que ya es, auras de victoria emanando autoridad viendo a la gente respetarle y alabarle, y entre sus brazos a Horacio mirándole con ojos de asombro y admiración como si fuese un héroe.

⎯¿Qué carajos? ⎯ se interrumpe él mismo por aquella escena creada en su retorcida mente, eso sonó estúpidamente patético, algo que nunca llegará a pasar, al menos no en esta realidad, pero hey, soñar es gratis amigos.
Se sacudió un poco, el coche se lo llevó Horacio seguramente, no le esperó, soltó un suspiro agotado, ya estaba llegando a casa cuando un mensaje le llegó a su celular, no vivían tan lejos, y el rubio se había quedado pensando demasiado las cosas en una de las tantas bancas que hay en la ciudad cuando hizo su 10-10. También probando suerte si su mejor amigo venía a buscarlo, lo cual no ocurrió.

Miró su celular y era un número desconocido, pero ya sabía de quién era. Entonces decidió contestar entrando a la casa con la llave original ya que Horacio tiene la réplica. Bufó levemente, tendrá que levantarse temprano.

"Claro, estaré allí"

Hiba a agregar un.. buenas noches pero, no hacía falta, ah... Saltitos mirando al techo y con su celular en la mano al final sedió.

"Buenas noches"

Y lo hizo, por educación, guardando su teléfono en el bolsillo para luego ir a la habitación de Horacio, lo vió plácidamente dormido, se acercó con cautela hasta su bella durmiente y se agachó, para darle un besito tierno en la mejilla y luego levantarse e ir a la suya, respirando hondo, tocando delicado sus labios que tocaron la barba creciente de su amigo, se sonrojó ligeramente, sonriendo tonto, para finalmente, desvestirse e ir a dormir.

"Teach Me" ⎯𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚𝐛𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora