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La noche paso sumamente rápido, Conway podría jurar que no alcanzo a dormir más que una hora -aunque enrealidad no fue así-, Conway se levanto por la mañana y Gustabo seguía dormido, pero el movimiento lo despertó.

⎯Supongo que no iras a trabajar ⎯Hablo Conway con anticipación y noto como Gustabo abrió sus ojos de golpe, el mayor sabe perfectamente que Gustabo quiere ir solo para poder ver si Horacio esta bien. ⎯No te preocupes por Horacio, si quieres yo veo que tal se siente hoy ⎯Le hablo con una pequeña sonrisa mientras acomodaba su corbata en su fornido cuello ya que estaba terminando de vestirse.

Gustabo murmuró allí mismo acostado en la cama, pensando casi en voz alta pero estaba más bien ordenando su mente. Y canalizando otra cosa que no sea el puto dolor de cadera y sus piernas entumecidas. De tan bien que durmió, más el esfuerzo de ayer, el dolor de culo que debe de estar sintiendo ahora, no es capaz de mover un puto pelo. Se limitó a suspirar, mirando a Jack terminar de vestirse.

⎯Está bien... Mándale saludos... Pero no le digas que me rompiste el culo eh ⎯bromeó y con cuidado se removió entre las sábanas para llegar hasta Conway, y atraerlo lentamente y darse un besito de despedida. Este hombre le hace ser cursi algunas veces.

(...)

Volkov realmente no estaba muy contento con todo lo que le sucedió a Horacio, él no merecía eso, pero algunas veces la vida te da golpes y algunos son muy fuertes. Pero otra parte de él, agradecía que su enamoramiento con su jefe no llegase a otra cosa que no sea solo platónico. Pues el comisario más frío de Los Santos había caído rendido ante los ojos heterocromáticos y personalidad medio infantil de Horacio. ¿Quién lo diría? Toda la vida diciendo que nunca se iba a enamorar... Pero verlo a él... Tan inocente, que también lo es pero ciertas páginas “prohibidas” del anime no dicen eso. Aparte de eso, es eficiente en su trabajo y su estusiasmo es contagiable. Horacio y la sonrisa de este lo dejaba atontado varias veces, en algún que otro código 3 se había despistado con aquella cresta balancearse al correr, cada tanto de diferente color, y esos músculos bien marcados... Y las conversaciones que se creaban entre el chico moreno y él eran amenas, a pesar de tener mucha diferencia en gustos, podían llegar a algo en común que los entretenía, y también compartir el uno con el otro. Viktor le había recomendando algunos animes, y estos días donde se había quedado en casa, hicieron maratón de su anime favorito, Overlord.

Se la pasaban bien, y quiere pensar que le había ayudado a despejarse y entender que... A pesar de que Conway lo hubiese "rechazado" lo quiere como a un hijo. Y... Tiene cierto resentimiento o hasta odio hacia el de ojos azules, la verdad que nunca le había caído del todo bien. Y esto; solo empeoró las cosas. ¿Cómo había sido capaz de hacerle eso a su mejor amigo y a su lindo chico de ojos diferentes? Horacio le había contado varias cosas, que por ejemplo Gustabo estaba enamorado de él, cosa que le dió una cierta presión en el pecho, pero dejó muy en claro que no tenía intención de corresponder a esos sentimientos que el rubio siente, que solo lo ve como hermano... Y que la verdad, nunca se había percatado de eso. Y también le dijo que hizo... "Cosas malas" para dejar mal a Gustabo, y como Volkov no tiene toda la información, cree que lo que hizo están -entre comillas- bien.

⎯Horacio, despierte... ⎯llamó el ruso a un dormido Horacio, estaba en su hombro, habían estado sentados un buen rato viendo la televisión, y este se había quedado dormido. Algo demasiado tierno para los ojos del Otaku. Que si era un anime, sangre saldría de su nariz. Refunfunó, moviéndose despacio para poder -una vez más- cargar, o al menos arrastrar al chico hasta su cama, mejor dicho a la habitación de invitados y siga durmiendo. Pues este rusky tiene plata, obvio.

Era día de trabajo pero sabe que Horacio sigue con sus bajones... Entonces cómo buen "amigo" le dejará dormir un rato más.

Pero no contó con que este se le viniese encima como saco de papas, soltando un jadeo de dolor por caer tan brusco al suelo. Quedando debajo del de cresta, que seguía adormilado.

⎯Блядь*...

⎯¿Comisario bombón? ⎯Pregunto Horacio aun levemente adormilado.

Horacio estos días se quedo en el departamento de el de cabello claro, pues no se sentía bien como para irse a casa y ver el rostro de Gustabo, ya era suficiente con verlo por la comisaría y aveces verlo salir desde la oficina de Conway.

⎯¡Lo siento! ⎯Dijo Horacio levemente avergonzado al darse cuenta de la forma en la que estaba, se levantó y tomo su celular algo nervioso y ahi fue cuando se dio cuenta de la hora, iba tarde a trabajar, se había levantado temprano hoy, pero se durmió en el sofá mientras veía televisión con Volkov. ⎯¡Mieeeerda! Vamos tarde Volkov ⎯Se preocupo, estaba dispuesto a irse cuando sintió que el ruso lo tomaba de la mano de forma suave. ⎯¿Volkov? ⎯El corazón de Horacio dio un pequeño salto, con el ruso siempre se sintió apreciado y querido, aunque aveces este le llamaba la intención, pero el de cabello claro siempre le daba a entender que nada estaba mal. ⎯¿Todo bien? ⎯Pregunto con una sonrisa viendo sus manos, Volkov aún no lo soltaba y tenia la mirada baja.
Ese apodo le hizo quitar una risilla, primero no le gustaba, pero joder...

Dudoso... Lo que estaba por hacer puede ser todo un desastre que le atrofie más su helado corazón, o puede poco a poco ir descongelandose, solo para Horacio, claro. Miraba el suelo y los pies del contrario, se movían con insistencia entonces alzó su mirada, directamente hacia los ojos que tanto ama... Porque si, Viktor Volkov estaba enamorado.

⎯No se preocupe Horacio..eh.. ⎯iba a soltar la mano del menor, pero decidió poner la otra encima del pequeño "anclaje" que tenía. Apretando delicadamente la mano caliente del moreno, con las suyas frías y delgadas. Tragó duro y suspiró, aún mirando a Horacio que tenía un rostro de confusión. Y por fin, se dedicó a hablar:

⎯Horacio... Esto será repentino pero... Me gustas, ¿Te gusto? ⎯lanzó de repente el que le es fiel a la madre Rusia. Esperando una respuesta con los ojos entrecerrados y con miedo recorriendo por sus venas. Poniéndose rojo como tomate, se notaba bastante pues su piel es lechosa.

Horacio no se esperaba aquello y debe admitir que el sonrojo en el rostro de el comisario le pareció tierno, siempre vio al ruso como una figura que seguir, ahora las cosas cobraban sentido.

⎯Volkov... usted-usted sabe lo que siento por Conway ⎯Acarició las manos de el mayor y lo miro con una pequeña sonrisa. ⎯Si usted está dispuesto a-a seguir junto a mi sabiendo que quiero superar lo sucedido yo feliz intentaría algo con usted, pero... quizás si estoy sintiendo algo por usted Viktor.

Iba a decir algo sobre lo primero que dijo pero se calló y dejó hablar al de cresta. Que le dejaba suaves caricias en su mano, cosa que lo tranquilizó. Y las palabras podrían ser demasiado exactas para tenerle aún a sus pies. Había caído ante todo este ser resplandeciente que es Horacio. Lo miró con timidez para luego atraerlo hacia su cuerpo.

No lo iba a besar, aún no.

Se fundieron en un cálido abrazo, escondiendo su rostro en el cuello del más bajo, pues ser un titán de 2 metros le propina ese gusto de oler el dulce perfume que se pone este chico cada día. Y su nombre... Escucharlo con la melodiosa voz que es para sus oídos... Nunca diría que fue lo mejor que había escuchado en toda su miserable vida. Tan enamorado... Que nadie se lo cree, ni él, ¿Cómo había caído? No lo sabe. El destino quizás.

⎯Estoy dispuesto a todo si es a tu lado ⎯habló sin ser muy formal, murmurando aquello cerca del oído de Horacio. Apretando su caluroso abrazo, pero este estaba lleno de sentimientos.

Horacio se avergonzo levemente por la forma en la que le hablo Volkov, sonrió y nuevamente sintió que su corazón se removia dentro de su pecho, quiere a Volkov, le hubiera gustado darse cuenta antes de ello, pero no se queja, ahora siente que tiene demasiado por delante, demasiado que pasar junto a aquel ruso que estuvo escondido amandolo en silencio.

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Hola uwu soy Domi, vine a actualizar sin que Niki lo sepa😈👌 besitos

"Teach Me" ⎯𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚𝐛𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora