Capitulo 7 (Un Plan Ruin)

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Después de esa discusión con Krest, pasaron algunas semanas.

En donde encuentros sexuales entre Itiá y Gateguard se dieron paso, cada uno sin amor como el anterior.

Pero el pelinegro debe admitir que las palabras que el Acuariano le ha dedicado causan bastante molestia.

Estando intrigado si es que el amor de ese pelirrojo por él, puede ser tan fuerte y leal a su persona, sabiendo que no recibirá lo mismo nunca.

Solo sexo y maltratos.

Ese es el trato, pero sentía que debía ponerlo a prueba.

Este corderito debe ser fiel solo a él, y está dispuesto a comprobarlo.

Su mente solo idea planes más ruines que los anteriores.

Si tan solo entendiera que hacerlo hará que sus propias estupideces le exploten en la cara.

En este día, de nueva cuenta Itiá disfrutando de los placeres que el cuerpo de Gateguard le brinda.

Más precisamente la boca del ariano, practicando lo que coloquialmente se conoce como sexo oral.

Haciéndolo, pues minutos antes el patriarca tuvo una gran descarga en el ano del menor, que aun escurría dicho liquido de él.

Aunque no le importa mucho, es su placer satisfacer al pelinegro, aunque ha estado más consiente de no permitir que sus sentimientos lo dominen del todo.

Ser obediente ante el mayor, no reprochar nada y solo volverse su depósito de semen, es todo lo que cree que puede llegar con él.

Sentado en aquel trono patriarcal, donde debía ser un recinto sagrado, como es el santuario, pero aquí está el mismo representante de Atena en la tierra, profanando a un alma que solo tiene amor para ese sujeto y no lo sabe valorar.

La linda vista que el pelirrojo le regala es más que suficiente para sonreír lascivamente.

Ver como las sonrojadas mejillas de Gateguard se llenan de su miembro, mientras que la lengua de este carnero lo limpia.

Pero pronto tendría que encargarse de nueva cuenta, pues la próxima corrida de Itiá no se hará esperar.

Jugar con esos cabellos rojos, frunciendo su ceño, y dedicando una sonrisa que no se puede descifrar de que sea.

Si es de alegría o descontento.

Pensando en aquel Ariano de su generación y que lo dejo por la muerte.

Odia que su mente traiga esos recuerdos cuando está disfrutando de Gateguard.

Tomando los cabellos con más rudeza, jalándolos, sin tomar en cuenta el dolor que está sintiendo su dueño.

-Patriarca... Aaaaah... Duele...- Temía decirle como se sienta con esa acción, pero no puede aguantar más dolor en su cuerpo por ahora.

La voz de este joven lo saco de sus pensamientos, mirando los ojos verdes de este, cristalizados y sonrojado con el placer y dolor.

Dedico una ligera sonrisa, tomo de la parte trasera de la cabeza al carnero, empujándolo con fuerza hacia adelante, para que su miembro llegara al fondo, pues su corrida no tardaría en llegar.

Sin importar que el aire le falta el pelirrojo por un momento.

No forcejeó, pues no niega que siente un gran placer al ser tratado de esta forma.

Y de buenas a primeras, el semen de Itiá salió, en toda la garganta del menor.

Igual como es su gusto, no sale hasta que termina por completo, disfrutando como el rostro del pelirrojo se contrae, poniendo esa cara de "Idiota" como la denomina.

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