Capitulo 15 (Comprueba Tu Lealtad)

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Hakurei lo mira bastante confuso, pero entiende que algo le esta ocultado, pero necesita ser inteligente para sacarle información al Caballero de Cáncer.

-¿Cómo sabes que no es amor?- Se queda mirándolo atento, estudiando cada una de sus expresiones.

Pueden ser gemelos, pero las expresiones faciales cambian en cada individuo.

-Solo lo sé- Contestando lo más frio y esquivó posible, apretando sus puños recordando en su mente el momento en que su ilusión se vino abajo.

-Si no tienes una base clara de por qué crees eso- Cruzándose de brazos, mirando al menor con un rostro de desaprobación –Yo creo que solo tienes celos y quieres acabar con su relación por que no te corresponde-

El menor baja la mirada, pues parece ser que Altar en cierta forma está dando en el clavo, pero son una mezcla de sentimientos y reacciones que no puede comprender.

Por una parte, claro que esta celoso, muerto de celos porque su amado Gateguard este con otro que no sea él, y desearía hacer algo para evitar que estén juntos por todos los medios posibles.

Sin embargo por otra parte, si supiera que la relación es recíproca, que es conveniente para el pelirrojo y lo hace feliz, dejaría que siguiera todo igual, que Gateguard fuera feliz con ese hombre que tiene posesión de su corazón.

Todo lo aceptaría si su amado borrego rebelde está contento y es feliz, pero sabe que no lo es.

Sus lágrimas esa noche, su ruego por amor, esas marcas, cicatrices, no las puede sacar de su mente, es como una película que lo hace sentir un gran malestar, solo queriendo acabar con esa maldita farsa, en donde entiende a su parecer, Aries perderá y sufrirá más.

Por esa razón no puede seguir permitiendo que eso suceda, no lo dejara que continúe aprovechándose del frágil corazón de Gateguard.

Si es necesario, es capaz de arrebatar a Aries del santuario e irse lejos con él.

Como se sabe, huir de esa forma del santuario es considerado traición, si lo hace solo para que el patriarca deje de ejercer su dominio sobre el primer guardián, hará lo que sea para protegerlo.

Solo desea la felicidad de Gateguard a cualquier costo quiere obtenerla... Pero si Sage no es el indicado para ese corazón lo acepta, sin embargo Itiá tampoco lo puede ser.

De eso está seguro el cangrejo dorado.

-Hakurei... No te puedo decir lo que se... Debo respetar la privacidad de Gateguard, pero confía en lo que te digo- Aun con esa expresión de enojo en su semblante, las lágrimas brotan de esos ojos verdes, que denotan un pesar tan inmenso en el corazón.

-Confió en ti, pero un corazón herido es peligroso- El mayor mirando con cierta preocupación al dorado.

-¿Crees que hare una estupidez?- Lo mira de lado, lanzando un suspiro, deseando ver por un momento más a su amado Aries, su amor imposible.

-Sí, de hecho sí creo que lo harás- Recargándose en uno de los pilares anteriores del cuarto templo –Pienso que deberías meditar la situación, no es muy fácil lo que sucede y tu forma de reaccionar es más como la de un hombre despechado y...-

-¡¡¡DEJA DE HABLAR COMO SI SUPIERAS TODO LO QUE HAY EN MI CORAZÓN!!!- Habla bastante molestó, mirándolo como si él fuera el producto de su odio, más bien no sabe cómo manejarlo en este momento y está usando todo su autocontrol posible -¡¡¡PODRÁS SER MI HERMANO MAYOR, PERO NO ME CONOCES DEL TODO!!!-

Por primera vez en su vida, Hakurei no puede conocer al Lemuriano delante.

Se supone que Sage es el calmado, sensato, quien piensa con la cabeza fría, que no grita de esa forma, que su enojo lo demuestra más tranquilamente, dialogando ante todo.

ObedecemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora