Nadie sabría la situación en la que se habían envuelto, en donde el carnero de cabellos rojos dejo que un hombre que admira tanto, al grado de estar enamorado de su conocimiento, de su cosmos y que ahora su apariencia también le ayudar a amarlo más, porque Itiá siempre ha sido alguien de un aspecto varonil y atractivo.
Siempre se había valido de su aparecían y labia para obtener lo que deseara de los demás.
Nadie en toda su vida joven, pudo resistirse, pero alguna vez se enamoró de alguien...
Del primer guardián de su generación, pero no logro quedarse a su lado.
Las guerras arrebatan a las almas destinadas.
Después de ello, solo quiso olvidar aquel dolor de perder a la única persona que amo con sinceridad, y solo gozo de los placeres carnales con diferentes parejas, hombres y mujeres por igual, mientras disfrutara.
De igual forma, hizo más de lo que antes pudiera con el cuerpo de su primer amor.
De nuevo en esta época, tenía un cordero entre sus manos y lo había hecho suyo sin piedad alguna, aprovechándose de lo que el menor siente por él.
Lo disfrutaría, sin importarle las protestas que algún día diera.
Se hizo tarde, la noche cayo al santuario, una ligera brisa se sentía en la época calorosa del año.
Moviéndose entre las sabanas de aquella cama, que se manchó por varios orgasmos de parte de ambos, aunque la mayor parte de Itiá fue dentro del carnero.
Gateguard despertaba de a poco, no supo en que momento perdió el conocimiento.
Lo que recordaba es que el ahora joven patriarca, pero con mayor fuerza, lo sometía ante él.
Sujetándolo fuertemente de las caderas mientras lo penetraba con fuertes embestidas y los espasmos llegaban a su ser sin piedad.
Cuantas lágrimas de placer derramo, no tenía la cuenta, pero su cuerpo ya no es el mismo.
Abrió sus ojos, estando boca abajo y desnudo...
Intento voltearse, peor el dolor en su trasero no lo dejo del todo, sabía lo que paso... No se arrepentía, le gusto sentirse lleno de ese placer, y que Itiá se lo proporcionara fue su mayor sueño hecho realidad.
Miro con atención sus brazos, teniendo unas marcas rojas en sus muñecas... Le dolían algo...
Su mente divagaba un poco, pero de a poco pudo recordar cómo fue que terminaron en su piel.
Esto solo provoco que un sonrojo se posara en sus mejillas.
-Eres adorable cuando te sonrojas- Esa voz grave, que provocaba un estremecimiento en todo su ser, no solo por lo antes vivido.
-Pa... ¿Patriarca?- No importaba que, siempre ese hombre seria su mayor fuente de nervios, pero también de fascinación.
-Sera mejor que vuelvas a Aries- Esa sonrisa de superioridad, esos ojos oscuros que solo reflejaban su satisfacción sexual, que deseaba nuevamente otro encuentro.
-Yo...- No sabía que hacer ahora, ¿Cómo verlo a la cara?
Después de todo, es un momento a otro se convirtió en su amante, ese sería el titulo apropiado o más común. Pero también quedaba el nombre de juguete... Para Itiá lo seria.
-Vístete rápido, tengo que atender algunos asunto y solo me estas atrasando- Esta vez dijo aquello, con una voz bastante indiferente, y ni siquiera lo miraba, ocupado revisando algunos papeles.
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Obedeceme
FanfictionEl patriarca Itia y el caballero dorado de Aries Gateguard, un amor demasiado posesivo, el deseo de que te amen, sin importar dejar tu orgullo de lado, ser capaz de despojar del su propio valor a alguien, es lo que Libra mas quiere. Dos signos se su...