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En los días que siguieron al baile Louis hizo todo lo que pudo por borrar a Harry de su mente pero fracasó estrepitosamente.  Cada vez que cerraba los ojos veía su rostro, y por la noche, soñaba que estaba en sus brazos y los cuerpos de ambos estaban entrelazados íntimamente.

La frustración sexual era para él algo nuevo y muy incómodo, aunque enseguida surgió otro asunto que lo mantuvo en vela hasta el amanecer. Se le estaba retrasando el período y él siempre había sido muy regular. Cuando pasaron los días y no hubo ninguna señal para dejar de preocuparse tuvo que admitir que no tenía sentido hacer como si los temores no existieran. Sin embargo, comprar una prueba de embarazo no era tarea fácil para un miembro de la familia real. Era uno de los menos conocidos, pero no tanto como para poder entrar en una farmacia y comprar una prueba tranquilamente.

Finalmente, no le quedó más remedio que ir a Ellos, la capital de Aristo, y, escondido tras unas gafas de sol y un
sombrero no menos grande, ir a una farmacia y comprar la prueba de embarazo antes de salir rápidamente, aterrado de que alguien pudiera reconocerlo. El resultado fue horriblemente predecible y, al mismo tiempo, impactante; así que, dos semanas después del baile real, Louis miró fijamente aquella línea azul de la prueba de embarazo y se preguntó si se le había revuelto el estómago por culpa del miedo, o si se trataba de la primera evidencia física de que estaba esperando un hijo de Harry.

¿Cómo era posible?, pensó con desesperación. Harry había utilizado protección. Se sentía atrapado en una pesadilla de la que no podía escapar, pero no se trataba de un mal sueño sino de algo real; tenía que afrontar el hecho de que era un príncipe soltero y embarazado.

Aún seguía sin salir del asombro y de la conmoción cuando Niall lo encontró en la biblioteca unas horas más tarde.

—Por fin te encuentro, Louis —su hermano lo observó detenidamente—. ¿Estás bien? Llevas varios días pálidos y mamá está preocupada por ti.

—Estoy bien —se apresuró a decir Louis, y apartó la mirada de Niall, pero no lo hizo lo bastastante rápido como para que su hermano no viera el brillo de las lágrimas en sus ojos.

—Lou, ¿Qué ocurre?

—Nada —el cariño con que su hermano lo llamó con el apelativo cariñoso de cuando eran niños hizo que se derrumbara y se echara a llorar.

—¡Lou! ¿Qué demonios ocurre? —Niall acudió de inmediato al otro lado del escritorio en el que él estaba sentado para poder abrazarlo— Sabes que puedes contarme lo que sea —le dijo con ternura e impaciencia— Yo siempre te ayudaré.

Por mucho que lo protegiera como lo había hecho siempre, Niall no podría solucionar aquel problema. No había manera de suavizar el impacto de la noticia, así que Louis lo soltó sin rodeos.

— Estoy embarazado.

Durante unos segundos el silencio de la biblioteca fue fiel reflejo del asombro de Niall, hasta que estalló.

—¿Qué? ¿Qué quieres decir? —le preguntó mientras lo miraba como si de repente no lo conociera— No comprendo.

Por algún motivo, la reacción de Niall hizo que Louis asumiera por fin lo que iba a suceder. Respiró hondo.

—Es muy sencillo. Voy a tener un hijo.

Una vez más, Niall se quedó sin habla, pero por fin irguió la espalda y le preguntó.

— ¿Quién es el padre?

En la mente de Louis apareció el rostro hermoso y arrogante de Harry.

—No te lo puedo decir —susurró con profundo pesar.

—No digas tonterías... —lo interrumpió Niall y frunció el ceño—. ¿Me estás diciendo que no sabes quién es el padre? Theé mu, Lou, ¿es que tienes una  vida secreta de la que yo no sé absolutamente nada?

—No... Claro que no —respondió, llorando de nuevo al ver el gesto de decepción de su hermano—. Se quién es el padre... sólo puede ser una persona — dijo—. Pero fue un accidente, un error y él... a él no le gustaría nada. Por eso he decidido no decírselo.

—No me importa lo más mínimo si le gusta o no —gruñó Niall al tiempo que se apartaba de él — Lo único que me importa eres tú. Lou... —dejó de hablar un segundo y cerró los ojos después de observar su rostro empapado en lágrimas—. Eres una príncipe, el cuarta en la línea de sucesión al trono... no puedes ser padre soltero.

Louis se mordió el labio inferior. Comprendía perfectamente que Niall estuviese destrozado. La noche del baile, Liam Payne había tratado de provocarlo diciéndole que la familia real no podía permitirse verse envuelta en un nuevo escándalo. Ningún miembro de la Casa Real de Aristo había tenido nunca un hijo ilegítimo, por lo que las consecuencias podrían sacudir los cimientos de la casa Tomlinson.

Louis no tenía muchas opciones; en realidad, no tenía ninguna. Estaba embarazado y la idea de no tener el bebé ni siquiera era una posibilidad. En cuanto a decírselo a Harry... era el mejor amigo de Niall, pensó con desesperación, con el corazón roto al ver el gesto de su hermano ¿Cómo se sentiría Niall si supiese que lo había seducido un hombre en el que confiaba plenamente? 

Además, él le había mentido a Harry. Había dejado que creyera que era un camarero llamado Saúl ¿Qué pasaría si le contaba que no sólo era un príncipe, sino que durante su breve encuentro sexual había concebido un hijo?

«Si albergas alguna idea romántica sobre mí, te aconsejo que la olvides de inmediato», le había advertido él nada más hacer el amor. «No hay nada que valore más que ser libre».

Aquel embarazo era asunto de él y debía hacerle frente solo. Tendría que retirarse de la vida pública durante un tiempo y llevar una existencia discreta lejos del palacio. Económicamente, tenía la seguridad que le daba su asignación anual y, cuando el niño creciera un poco, podría volver a trabajar como investigador en el museo. Respiró hondo y sintió que la calma había reemplazado  al pánico inicial. Todo iba a salir bien. No tenía la menor intención de revelar la identidad del padre... ni siquiera a su familia.

— Niall, lo siento, pero no puedo decírtelo —Louis se puso en pie y de pronto se quedó pálido por culpa de un repentino mareo. — Vas a tener que disculparme, no me encuentro bien —murmuró al tiempo que iba rápidamente hacia la puerta.

—¿Y mamá? —la voz de Niall lo obligó a detenerse—. Tendrás que contárselo y supongo que sabes que le va a romper el corazón, tan poco tiempo después de la muerte de papá. Theé mu, Louis, que desastre —añadió con gesto sombrío.

Aquellas palabras hicieron que Louis se sintiera culpable y avergonzado.

—Yo hablaré con mamá y con el resto de la familia, pero dame unos días más para... para asimilar las cosas. Te lo ruego, Niall.

Niall se mostró dubitativo, lo miró a los ojos fijamente y finalmente asintió.

—Si llego a enterarme de quién es el padre, te prometo que le arrancaré los brazos—aseguró con furia—. Te mereces algo mejor que esto, Louis.

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Holis de nuevo c: acá el otro capítulo. No olviden votar. Al rato subo el último capítulo de hoy uwu.

Lxs tqm <3  (a los lectores fantasmas igual xD).



Un Príncipe para un Millonario | Larry Stylinson | adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora