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Pero ni siquiera podía contemplar la idea de querer divorciarse de él porque lo amaba, admitió Louis en silencio. Desde el primer momento se había sentido atraído hacia él por algo más que la química sexual que los había unido. Le había parecido un hombre frío y distante, pero ¿de qué otra forma podía ser después de todo lo que había sufrido? Deseaba decirle que él siempre estaría a su lado para ayudarlo, pero sabía que Harry no quería su amor y no quería hacer que se sintiera culpable por no poder amarlo del mismo modo.

No sabía qué decirle, la distancia que los separaba parecía insalvable. Se sentía cansado y derrotado porque ahora sabía que, después de tanto dolor, Harry jamás bajaría la guardia y se permitiría volver a sentir, volver a amar.

Él ya había advertido que nunca podría amarlo, pero Louis no había perdido la esperanza de que eso cambiara con el tiempo, que la relación física pudiera convertirse en algo más. Ahora sabía que no había esperanza alguna. Sus heridas eran demasiado profundas y no podía culparlo por no querer correr el riesgo de que volvieran a hacerle daño.

Harry parecía inmerso en sus pensamientos, pero de pronto se dio media vuelta y lo miró fijamente.

ㅡDime, ¿dónde has estado todo el día?

Louis respiró hondo, ahora se avergonzaba de haberlo engañado.

ㅡ Fuí a visitar un centro para menores desfavorecidos. Leí un artículo en el periódico y me acordé de que conocía al sacerdote que lo dirige, el padre Thomaso ㅡhizo una breve pausaㅡ. Sé que debería habértelo dicho, Harry, pero tenía miedo de que trataras de impedir que fuera. No sabes la vida que han tenido esos chicos ㅡse apresuró a decirleㅡ Yo siempre he sido un privilegiado, pero quiero hacer algo útil. Sé que puedo limitarme a darles dinero, pero lo que realmente necesitan esos chicos es alguien que los escuche y los cuide...

Se detuvo al ver que Harry lo miraba frunciendo el ceño y pensó que iba a acusarlo de poner en peligro al bebé, pero se llevó una sorpresa.

ㅡ Sé por experiencia propia cómo es la vida de esos muchachos ㅡdijo, mirándolo fijamente para intentar entenderlo.

Era un príncipe perteneciente a una de las familias más ricas de Europa, pero quería ayudar a los más pobres. Ninguna de las personas con las que había estado en su vida había demostrado tener la más mínima conciencia social, y lo cierto era que ni siquiera sabía qué decir.

ㅡYa te dije que heredé mi empresa de Larissa Petridis ㅡle recordó por fin, rompiendo el largo silencioㅡ pero yo no quería la fortuna de Larissa, quería conseguir la mía propia, así que metí todo su dinero en un fondo benéfico que ofrece apoyo económico a todo tipo de organizaciones, entre las que, curiosamente, se encuentra el centro que has visitado hoy. Yo no conozco al padre Thomaso, pero estoy al tanto de su trabajo y ya había dado orden de hacer una importante donación a su centro.

Miró a Louis con admiración y respeto.

ㅡ Creo que no deberías comprometerte a demasiadas cosas mientras estés embarazado, pero estoy buscando a alguien que presida el fondo benéfico que he creado. El puesto es tuyo, si lo quieres.

Se acercó a él y, al verlo asentir con tanto ímpetu, le puso la mano debajo de la barbilla para que lo mirara a los ojos.

ㅡ Nos casamos por el niño y, si te soy sincero, creía que eras tan superficial como el resto de las personas
que había conocido antes de ti ㅡle dijo sin rodeosㅡ Pero no dejas de sorprenderme, agapi ㅡañadió.

Le frustraba mucho que a veces le costara tanto entenderlo y le sorprendía haberle revelado tantas cosas sobre su pasado, pero lo más sorprendente era que no se arrepentía de haberlo hecho. Después de Greta había llegado a la conclusión de que nunca podría volver a confiar en nadie, pero cuando miraba a Louis a los ojos, a aquellos ojos suaves como el terciopelo, se sentía... curado.

De pronto se dio cuenta de que estaba muy pálido.

ㅡ¿Qué ocurre?ㅡle preguntó, alarmadoㅡ ¿Te encuentras mal?

ㅡSe me ha olvidado comer ㅡadmitió con absoluta inocenciaㅡ pero ahora vuelto a tener nauseas, así que no creo que pueda cenar.

ㅡ ¡Lou! ¿No te parece que deberías preocuparte un poco menos por los demás y un poco más por ti mismo?
ㅡprotestó al tiempo que lo tomaba en brazos y lo llevaba en volandas por el pasillo.

ㅡLo siento ㅡfarfulló, intentando resistirse a la tentación de acurrucarse contra su cuelloㅡ. Sé que estás preocupado por el bebé.

ㅡ La verdad, agapi, es que él que me preocupas eres tú ㅡal verlo tan cansado y tan frágil, algo se despertó en su interior, pero enseguida lo echó a un lado y se recordó que era el padre de su hijo, por lo que era lógico que se preocupara por él.

Se detuvo en la cocina y se quedó a su lado mientras se comía un plátano y se tomaba un vaso de leche; después lo llevó al dormitorio, le quitó la ropa, le puso la pijama y lo metió en la cama. Se quedó dormido en menos de un minuto; él, en cambio, siguió despierto hasta bien entrada la madrugada, pensando... pero no en el pasado, sino en el futuro junto al hombre que tenía al lado.


Un Príncipe para un Millonario | Larry Stylinson | adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora