Stella:
La navidad llego a Hogwarts y como todos los años, habían varios alumnos que se iban a sus hogares, sin embargo algunos otros, como lo somos Harry y yo, nos quedábamos en el castillo a pasar estas fiestas.
La diferencia del año anterior es que esta vez Theo se había quedado, al igual que nuestro nuevo amigo. En poco tiempo nos habíamos vuelto unidos.
Del techo encantado caían copos de nieve que desaparecían antes de llegar a caer sobre nuestras cabezas. Estaba sentada en mi mesa con Theo y Blaise a mi lado, platicando animadamente entre bromas y varias risas, hasta que alguien tras nosotros soltó una sonora carcajada que no llevaba ni pizca de gracia.
-¿Te diviertes, Potter?-
-Demasiado, ahora más que veo ese horrible cabello engominado- contraataque.
Theo y Blaise reprimieron una risa a mis espaldas mientras que Malfoy nos fulminaba con la mirada a los tres.
-Creo que tus padres no te enseñaron modales, Potter. Oh cierto, no tienes padres- soltó una risa estruendosa al igual que sus amigos.
Enseguida me levante y lo mire directamente a los ojos, cosa que inmediatamente hizo que dejara de reír y me mirara con sorpresa. Di un paso más acercándome a él, el mismo paso que el retrocedió, así hasta que finalmente el quedo acorralado entre la pared y yo.
Sentía las miradas expectantes de todos, pero más que ninguna otra, la de Malfoy, quien me miraba con los ojos bien abiertos. Cuando nuestros cuerpos casi rosaban entre si me detuve, pero en ningún momento mi mirada se aparto de la suya.
-Escucha bien esto, Malfoy- dije su apellido con un poco más de fuerza, delatando así mi ya notable enojo- No quiero oírte decir algo sobre mis padres otra vez, cualquier cosa no importa que sea, por que si no...- di un paso más hasta que podía sentir su respiración nerviosa mesclada con la mía- Te arrepentirás-
Sentía que todas las miradas de los alumnos de nuestra mesa, al igual que las de algunos mirones más, estaban sobre nosotros. Finalmente me separe de él, a lo cual suspiro tras de mi y sin decir nada más salió del comedor.
Theo y Blaise me miraban sorprendidos, yo solo me senté en donde estaba anteriormente y procedí a tomar una manzana verde y morderla con un poco de fastidio, probablemente el enojo me causaría dolor de estomago mas tarde, pero realmente no me importo.
-Recuerda me jamás hacerte enojar- dijo Theo, a lo que solté un ligero bufido.
-La verdad me sorprendes Stella, nunca había visto que alguien se enfrentara a Malfoy de la manera en la que tu lo haces-
Mire de reojo a Blaise, el cual tenia su mirada fija en mi.
-No dejare que un tonto como él me moleste, no le daré el gusto- le di otra mordida a mi manzana y al terminar ese bocado, hable nuevamente- Además, no iba a dejar que hablara de mis padres-
Nadie dijo nada más, al terminar mi manzana alguien toco levemente mi hombro.
-Hola Stella, hola chicos- saludo Hermione- Quería saber si podrías venir conmigo un momento Ella, hay un libro que quisiera mostrarte-
Sabia bien de lo que hablaba, así que solo asentí y me levante.
-Los veo en la sala común, ¿si?-
-Claro, nos vemos luego- se despidieron los chicos.
Caminamos con dirección a los baños, donde yacía nuestra amada poción Multijugos. Al entrar Hermione se dedico a perfeccionar los últimos detalles de la misma.
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C H A N G E S | Draco Malfoy
Hayran Kurgu¿Qué decir de los hermanos Potter?, los niños que vivieron. Harry y su hermana melliza Stella Potter llevaban una vida simple pero mala a su parecer. Todo esto se ve afectado el día que ambos reciben una carta que sin saberlo, les cambiaria la vida...