Ｃ Ｈ Ａ Ｎ Ｇ Ｅ Ｓ | Draco Malfoy

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟑

Stella:

A la mañana siguiente no pude hablar mucho con Harry, solo sabia que los habían mandado a detención por lo que había pasado.

Estaba en clase de Herbologia con Theo, compartíamos esa clase con los de Gryffindor, pero aun así me encontraba alejada de mi hermano.

-Buenos días chicos-

-Buenos días profesora Sprout-

-Bienvenidos al invernadero 3 alumnos de 2do. Hoy vamos a replantar mandrágoras, ¡Alguien sabe cuales son sus propiedades?- pregunto la profesora y enseguida vi que alguien levanto la mano, sabia bien de quien se trataba- Si, señorita Granger-

-La mandrágula o mandrágora se utiliza con las personas petrificadas para devolverlas a su estado original, pero también es peligrosa, ya que si la mandrágora llora puede ser fatal para quien la escucha-

-Muy bien, ¡10 puntos para Gryffindor!- a pesar de estar feliz por mi amiga, no pude evitar que una mueca apareciera en mi rostro- Como sus mandrágoras aun son muy jóvenes su llanto no es mortal, sin embargo podría aturdirlos por horas. Así que por ello les eh dado orejeras a todos, pónganselas bien y obsérvenme. Deben tomar firmemente su mandrágora y luego jalarla fuertemente para sacarla de la maceta- dijo la profesora al mismo tiempo que sacaba a su mandrágora.

El llanto de esta era tal, que tuve que presionar las orejeras contra mis oídos.

-Y ahora la colocan en otra maceta y la cubren con tierra, eso es todo- termino y al mismo tiempo Neville cayo desmayado- Al parecer el señor Longbottom no siguió las instrucciones-

-Se desmayo profesora- dijo Seamus.

-Bueno, déjenlo dormir. Ahora tomen la maceta que esta frente a ustedes, tomen la mandrágora y sáquenla-

Tal como lo indico la profesora Sprout todos tomamos unas macetas y repetimos los pasos.

Tome las hojas de mi mandrágora y la saque provocando que un llanto agudo saliera de esta, Theo y yo nos miramos con una mueca, ya que la extraña planta parecía un bebé muy arrugado.

Frente a mi se encontraba Draco, el cual se burlaba del aspecto de la mandrágora, pero sin darse cuenta esta le mordió un dedo, a lo que él la miro mal y yo solté una carcajada que fue recibida por una mirada de odio por parte del platinado.

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Era la hora del almuerzo me encontraba en mi mesa platicando animadamente con Theo hasta que un repentino flash me hizo tallar mis ojos levemente.

-¡Hola Stella!- tomo otra foto cegándome nuevamente- Soy Colin Creevey, soy de Gryffindor-

-Un placer, Colin- le respondí mientras tallaba un poco más mis ojos.

-Iré a ver a tu hermano, fue un honor- se retiro tomando una tercera foto.

-Por Salazar, casi quedo ciega-

-Si eso pasara tendrías que usar lentes como tu hermano-

-¡Oye!, es mi hermano- reprendí a Theo- Pero tienes razón- reí levemente al igual que Theo.

De repente escuchamos unos gritos en la mesa de Gryffindor que solo pude reconocer como los de la señora Weasley.

-¡Ronald Weasley! ¿¡Como osaste robar el auto!? ¡Estoy verdaderamente enojada, ahora tu padre enfrenta una averiguación y tu tienes toda la culpa! ¡Si te atreves a desobedecer una vez más te regresare a casa yo misma!- hizo una pequeña pausa y luego su voz sonó más calmada- Ginny cariño, felicidades por entrar a Gryffindor, estamos muy orgullosos-