Ｃ Ｈ Ａ Ｎ Ｇ Ｅ Ｓ | Draco Malfoy

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟐

Stella:

Nos encontrábamos caminando en las calles de Londres. Después de esa noche en que nos fuimos de la casa de los Dursley, Harry y yo no hemos dejado de hacer preguntas, y la emoción que irradiamos es muy notable.

"Todos los estudiantes deben tener:

-Un caldero de Peltre del #2

Y si desean pueden tener una lechuza, un gato o un sapo."

Eso decía nuestra lista, la mire extrañada, y como si Harry pudiera leer mis pensamientos dijo.

-Hagrid, ¿en donde conseguiremos todo esto?, no creo que en Londres lo vendan- pregunto mi hermano.

-Solo si saben en donde buscar- respondió Hagrid y nos dirigimos a un lugar llamado "El Caldero Chorreante".

Era algo así como una taberna un poco oscura y llena de gente que al entrar nos miro expectantes.

-¿Lo mismo de siempre Hagrid?- dijo un hombre detrás de la barra.

-Hoy no, gracias, estoy aquí por asuntos oficiales de Hogwarts. Estoy ayudando a Harry y a Stella-

Cuando Hagrid dijo eso los murmullos no se dieron a esperar, se oían cosas como "Por Merlín, son los Potter".

-Harry P-Potter y St-Stella P-Potter, es un p-placer co-conocerlos-nos dijo un hombre un tanto extraño que llevaba un turbante sobre la cabeza.

-Hola profesor, no lo había visto. Chicos, él es el profesor Quirrel, será quien les de su clase de Defensa Contra las Artes Oscuras- nos explico Hagrid rápidamente.

-Es un placer- dije y me dedique a sonreír de la misma forma que mi hermano.

-Bueno, tenemos mucho que comprar, hasta luego profesor- nos despedimos y seguimos nuestro camino a la parte trasera del lugar- ¿Lo ven chicos?, son famosos-

Una vez ahí Hagrid dio unos golpes con la punta de su sombrilla al muro de ladrillos frente a nosotros, en cuestión de segundos la pared comenzó a moverse dándonos paso a un enorme callejón lleno de tiendas extrañas que jamás en mi vida había visto.

-¡Wow!- exclamamos mi hermano y yo.

-Bienvenidos al Callejón Diagon-

-¿Conseguiremos todo aquí?- pregunte.

-Claro que si Stella, aquí compraremos todas sus cosas de hechicería-

-¿Pero como lo haremos si no tenemos dinero?- pregunto Harry.

-Iremos al banco, no hay lugar más seguro que Gringotts. Excepto tal vez Hogwarts- al decir eso nos encaminamos hacia el lugar que nos menciono Hagrid y al entrar observe a un montón de hombrecitos, algunos sentados en escritorios ordenando papeles y otros caminando por el largo pasillo principal.

-Hagrid, ¿Qué son ellos?-

-Son duendes Harry, criaturas muy inteligentes paro nada ambles- respondió y caminamos hasta quedar frente a uno de los duendes- El señor y la señorita Potter desean hacer un retiro-

-¿Tienen su llave?- pregunto el duende.

-Oh claro, la debo tener por aquí- busco en sus bolsillos- Aquí esta la llave, y también hay algo más. El profesor Dumbledore me dio esto- le entrego una nota al hombrecillo- es sobre ya sabe que en la cámara ya sabe cual- susurro.

Harry y yo intercambiamos miradas, pero al final decidimos dejarlo pasar. Seguimos a otro duende que nos guio hasta un carrito que al avanzar parecía que estábamos en una montaña rusa, al llegar al lugar vimos unas enormes puertas que decían "Cámara 687".