¹⁹| ¿Que haremos?

1.1K 73 6
                                    

Jefnier

Desde aquel desagradable episodio en mi casa, estuve meditando acerca de mis sentimientos hacia Amelié, y si era correcto mantenerme junto a ella en estas instancias. Lamentablemente, si había algo que me describiera a la perfeccion en una sola palabra, era impulsivo. Cada vez que la observaba no podía contener, ni mis pensamientos ni mis manos lejos de ella.

— Jef ¿Me estas escuchando? - Preguntó Luke mientras agitaba su mano en frente de mi rostro.

— Si si, claro. - Tomé un sorbo de café negro y observé a mi amigo.

— ¿Me puedes decir que carajo te sucede? - Impaciente, entrelazó sus brazos sobre su pecho, esperando mi respuesta.

— Rosie entró a casa mientras estaba con Amelié. - Resumí en pocas palabras. Mi compañero sorprendido abrió sus ojos ampliamente.

— Si fuera tú estaría más nervioso que esto. -Contestó entre leves risas. — ¿Estaban teniendo sexo?

Arquee mi ceja ante su pregunta, sin embargo sonreí de lado, ya acostumbrado. — Casi, pero no. - Luke hizo un gesto de tristeza y yo reí lo más discreto posible.

— Hubiera estado bueno ver esa situación. ¿Qué va a pasar con ustedes dos? Me imagino que no se ven más.

— Rosie no dirá absolutamente nada, no le conviene. - Observé rápidamente mi reloj, recordando que en unos minutos tenía que buscar a Amelié.

— ¿En serio crees que a Rosie le importa más el dinero, que su orgullo o la venganza? En serio no la conoces. - Comentó con gracia.

Tenía razón y eso había logrado preocuparme aún más.

— ¿Quieres que te de un consejo? -Preguntó y asentí automáticamente. — Aléjate de Amelié, traerá muchos problemas si esto sale a la luz.

Lo interrumpi. — Absolutamente no.

— No me interrumpas Jefnier Osorio. Te alejas o... Le cuentas a sus padres antes de que Rosie haga algo malo.

— ¿Tu crees que sus padres se lo tomarán bien? - Terminé mi taza de café.

— Jef, ¿En serio lo harías? Sabes la imagen que va a darte exponer esto. La gente no lo tomará bien, ella tiene diecisiete años. El Consejo puede expulsarte o hasta demandarte.

— Luke, Amelié no es algo pasajero. Lo sé, lo siento. - Ahora aquella conversación se había tornado sería.

— Hey, no me mires así. Yo los apoyo, pero perderías todo. Todo el esfuerzo, las horas extras, tiradas a la basura. Amelié me parece una mujer genial, pero no es el momento indicado. ¡Ni siquiera es mayor de edad!

— Quiero volver a ser feliz, Luke. - Me levanté del sofá que adornaba la sala de "break"— No se si Amelié es el amor de mi vida, no lo creo. Pero es muy buena compañía, me hace sentir bien y no sólo cuando tenemos sexo.

Dejé sobre la mesa un billete de cien dólares y comencé a caminar hacia la puerta de aquella sala.

— Jefnier, no te molestes. - Dijo rápidamente mientras imitaba mi acción para caminar detrás mío. — Si sólo es una compañía, ¿Qué haces con ella? ¿Por que es tan importante? ¿Qué la hace diferente a las demás?

— Aún no lo sé específicamente, pero sé que hace mucho no me sentía así y tu lo sabes. - Presioné el botón del ascensor y observé a mi compañero. — Lamento que no me apoyes. Dile a Anne que le mando saludos.

Luke se quedo perplejo, sabía a que iba mi comentario. Anne y él pasaron por una situación similar, ya que su familia quería que Luke se case con la hermana de Rosie, si no le quitaban las acciones de la empresa. Gracias a mi apoyo financiero y como amigo, pudo mantener a la mujer que amaba a su lado y su dinero también.

Subí al ascensor una vez que las puertas se abrieron y apreté el primer botón, el cual me llevaba al Hall del edificio.

《♡♡♡》

Aparque mi coche a una calle de su casa y le envié un mensaje de texto.

"Jefnier: Estoy aquí."

"Amelié: Ok bebé."

Sonreí ante su respuesta, realmente no entendía por que permitía que me hable de aquella forma, siempre me pareció estúpido utilizar ese tipo de apodos sin embargo cuándo provenían de ella, me fascinaba.

Pocos minutos después divise a Amelié acercándose a paso rápido hacia mi coche. Le quité el seguro a la puerta y en un instante ya estaba a mi lado.

— Hola, señor Osorio. - Dijo y se inclinó hacia mi para buscar contacto con mis labios.

Tomé su barbilla y besé sus carnosos labios lentamente. Gozaba succionar con delicadeza su lengua, y a ella le encantaba y lo sabía por que cada vez que lo hacía un gemido escapaba de su boca.

— Jefnier. - Murmuró en medio del beso.

— ¿Qué sucede? - Pregunté luego de alejarme unos centímetros de ella.

— Tenemos que hablar. -Murmuró.

— Dime. - Dije esta vez ya incorporado en mi asiento.

En ese momento pude contemplarla con más claridad, no me había dado cuenta de que sus ojos al igual que su nariz y boca estaban levemente hinchados y teñidos de un color rojizo.

— ¿Amelié? -Pregunte con preocupación ante su silencio.

— Mis padres revisaron mi celular. No se que sucedió, jamas lo han hecho. -Su voz se oía rota, como si estuviera a punto de comenzar a llorar. — Me dijeron que si no me alejo de ti, me enviarán a Londres con mi abuela.

— Iré a hablar con tus padres. No voy a permitir que nadie te haga llorar. - Estaba a punto de abrir la puerta del coche y su mano tomó la manga de mi saco.

— Por favor, ambos sabíamos que esto era imposible. - Murmuró y no pude evitar realizar un gesto de sorpresa.

— ¿En serio? ¿Vas a permitir esto? Estoy dispuesto a perder todo mi jodido dinero, mi reputación y a cada persona cercana a mi, por ti. Y tu te das por vencida así no más.

— Amor... - Susurró con tristeza.

— ¿Amor? realmente te atreves a llamarme así. - Frustrado pasé ambas manos sobre mi cabello.

— Lo siento... Es que.. -

— No digas más. - Voltee mi rostro para evitar verla. Realmente había herido algo en mi, estaba decepcionado.

— Te amo, Jefnier. Y tengo mucho miedo. - Susurró casi inaudible.

— ¿Qué? - Pregunté sorprendido.

¿Me amaba? ¿Por que?

Wasabi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora