Capítulo 4

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"Familiaridad"

Dominic:

Mi turno ya llevaba varias horas en el hospital, esto de ser médico de turno me estaba matando porque al otro día debía volver a la Universidad para continuar con mi farsa de estudiante. Lo bueno era que estaba aprendiendo mucho sobre el Marketing y también me concentraba en mi trabajo como investigador personal. Caminaba por los pasillos del hospital buscando el cubículo de mi paciente de hoy, debo darle seguimiento hasta que consigamos una respuesta para la familia del por qué de su estado de coma.

Entonces algo raro pasó, Adeline, mi empleada, estaba aquí pero se veía algo rara sin sus lentes o sus extraños collares.

—¿Adeline?— la detuve y ella primero se sorprendió pero luego me dedicó una amable sorpresa.

—No, Adela, su hermana— me respondió cálidamente.

Oh vaya.

—Son idénticas— solté con total asombro.

—Si, es que somos gemelas— comentó sin dejar de sonreír, se nota el parecido con el carácter de su hermana, ambas conservan la amabilidad.

—Su hermana trabaja en mi familia hace años— comenté.

—Tu debes ser de los Andrews— dijo.

—Si, me llamo Dominic— le extendí la mano.

—Es cierto, mi hermana me habla mucho de ustedes y de su familia, a veces yo tomaba algunos turnos con ella porque tenía alguna consulta y nadie lo notaba— me confesó soltando una risa pícara.

—Y vaya que era buena cambiando con su hermana— le dije en respuesta— Bueno, dígame que hace por acá ¿algún familiar?

—No exactamente, así como mi hermana trabajaba en su casa cuidando a tu hermano y a ti, pues yo cuido de dos gemelos hace tiempo— su sonrisa se apagó y una línea recta se formó en sus labios— Lo que sucede es que uno de ellos está en coma hace un tiempo ya, así que vengo todos los días para saber de su estado.

Eso me hizo pensar, se toman el trabajo muy a pecho. De haber sido otras personas no hubieran tomado en serio todo lo que ellas hacen, recuerdo como Addy se pasaba las noches con nosotros porque estábamos enfermos y mis padres estaban de viaje, ella ha sido más que mi madre.

—¿Qué cubículo es el de su chico?— pregunté para pasar por ahí.

—Es el 534— vaya que el mundo es pequeño.

—Ese es mi nuevo paciente— le dije muy entusiasmado.

Caminamos hacia el cubículo por el largo corredor, una chica alta de pelo negro mojado cubierta por un abrigo grande de capucha iba doblando la esquina, el perfil de su rostro era muy parecido a...

—Aquí es doctor— me indicó Adela abriendo la puerta.

Verdaderamente que el chico estaba sumido en un coma profundo, los sueros de alimentación, los tubos de ventilación y  su descuidado cabello largo indicaban que llevaba mucho tiempo ahí. Revisé su historial médico, busqué la herida que estaba puesta en el registro y al verla noté que había cicatrizado. No había ningún indicio de que pudiera seguir en ese estado pero aquí estaba ¿por qué?.

—¿Sabe usted si padece de alguna enfermedad cerebral?— ella se encogió de hombros, podía ver la tristeza en su mirada.

Me dispuse a examinar un poco sus signos vitales. Un poco de cabello castaño caía sobre su rostro y lo aparté para revisar sus ojos, algún sentimiento de familiaridad me llegó al ver exactamente sus facciones, eran tan finas como las de una mujer pero no entiendo de donde se me hacia conocido pero seguía sintiendo esa sensación.

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