Capítulo 11

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"Mr X"

Dominic:

No podía olvidar el miedo que se siente estar expuesto ante esos ojos hipnóticos, era totalmente aterrador estar cerca de su perfume natural pero a la vez no quería tenerla lejos. Sus palabras a Mikayla me dolieron, sentí que estaba viendo por fin a la verdadera Rayna y no a la Diosa que todos ven a diario. Mi fe estaba jurada a lo que mi cuerpo era capaz de sentir pero ahora mismo no estaba teniendo un orgasmo, ni siquiera tuve sexo con ella y ya me siento totalmente en las nubes.

¿Por qué me siento así?

Se siente tonto pero a la vez razonable, es inexplicable la forma en que me mira. Por otra parte está su incontrolable condición psíquica que me hace dudar de mis acciones o sentimientos hacia ella, tal vez sólo sea eso, ella me debe estar manipulando para sentirme así ¿o no?.

—¿Estas bien?— la voz de mi hermano me trae a la realidad. Lleva puesto su traje de gala, seguramente va a verse con Queen esta noche.

—Si— respondo finalmente.

Él no parece convencerse del todo aunque yo tampoco es que me quisiera quedar callado pero con Aaron es difícil hablar de sentimientos sin que me dé vergüenza. De todas formas él no pregunta nada y yo solo me limito a entrar a mi habitación.

Miles de preguntas se elaboran en mi cabeza empezando por la forma en la que ella se comporta, es difícil tratar de entenderla aunque en una extraña forma siempre termino haciéndolo ¿desde cuando la chica de ojos grises invade mi mente? ¿por qué es tan perfecta? ¿por qué la pienso ahora?

Ya ni yo mismo me entero de lo que hago, hace unos días tenía en mi mente a una mujer de un mundo diferente aunque de personalidad parecida, ambas son dominantes y tienen esa mirada grisácea que brilla en todo momento. La presencia de cada una es notable a kilómetros e incluso puedes percibirlas con los ojos cerrados, pero, ¿por qué Rayna es diferente de Queen? ¿por qué recuerdo más sus labios que los de la Dominant?

A no ser...

—Nos llama el jefe— mis pensamientos se dispersan con la voz de mi hermano asomado por mi puerta.

Asiento y salgo detrás de él, al ver a nuestro jefe, de espaldas a nosotros, pero el panorama no era el habitual lo que me hizo cuestionarme su paradero actual.

—Gracias a sus últimos informes he logrado mi cometido y pronto llevaré a cabo mi plan completamente— sin entender de que informes habla me limito a asentir— Gracias por su servicios y la dedicación que le pusieron a este trabajo, sus pagos estarán listos en dos semanas.

Ambos asentimos pero mis ojos se desviaron al silenciador que salía en el video.

—Hasta entonces, siguen bajo mis órdenes— concluyó.

—Si, jefe— respondimos al unísono.

Mire la sonrisa ladina de mi hermano y comprendí que Rayna está a un paso de ser destruida por ese hombre, y yo he sido el catalizador de eso. Las escenas anteriores me carcomen la cabeza, una inexplicable culpa llenan mi mente con preguntas absurdas.

¿Si la estoy destruyendo por que la ayudo con su hermano?

¿Por qué de repente ya no me parece tan molesta?

¿Por qué pienso en ella?

—¿Estas bien?— pregunta Aaron a mi lado muy preocupado por segunda vez.

Estaba tan sumergido en mis propios pensamientos que no noté cuando se acabó la llamada. Levanté la mirada un poco perdido todavía para lidiar con la preocupación latente de mi hermano, tenía su mano puesta en mi hombro cuando un dolor intenso en mi cabeza me azotó sin más.

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