Adara Salvatore [tvd & to]

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Capítulo 11: princesita

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Estaba caminando hacia la casa Salvatore con Blake a mi lado, según entendí de lo que me contó stefan, hoy hablaríamos sobre él plan que tenían contra klaus, ya que hoy sería el baile y sinceramente estoy muy nerviosa, no quiero verlo pero sé que de todas formas lo haré, en cuanto entramos a la casa las miradas se posan sobre nosotras, puedo distinguir como el mini Gilbert mira a Blake con un toque de .... no sé qué es eso pero no me gusta.

la muevo detrás mía y fulmino al moreno con la mirada, el se pone nervioso y voltea, sonrio victoriosa y me siento en un sillón individual , al ver que no hay más lugar, Blake se iba a quedar apoyada contra la pared y de pie, pero le hice una señal con la cabeza y se acercó a mi, se sentía sobre mis piernas y yo la abracé por la cintura, es increíble como me puede calmar tan rápidamente.

Apolo mi cara en su hombro y espero a que empiecen pero faltaba ric, en cuanto entra lo noto algo raro, hay algo en su manera de andar que me resulta extrañamente familiar, en cuanto me mira lo sé , no es ric, esa manera de andar y de mirar, definitivamente es niklaus, con otro de sus sucios trucos, empiezan a hablar sobre lo de hoy pero yo solo puedo mirar a ric o niklaus, como quieran decirle, el intenta disimular, supongo que no piensa que me daré cuenta, es una lastima para el.

cuando Blake quiere decir algo yo la pellizco suavemente en el brazo, ella me mira y yo señalo a ric con la mirada, tarda unos segundos en entender pero en cuanto lo hace, se queda callada.

Terminamos de hablar y salgo llevándome a rastras a Blake , llegamos a casa y siento que puedo volver a respirar otra vez, me estaba ahogando con todos ellos.

-Ady nos tenemos que preparar para el baile,vístete rápido- yo solo asiento y subo, me baño y pongo un vestido azul oscuro con pequeños puntos blancos y un listón rojo en mi cintura, con unos zapatos rojos con un poco de tacón , arreglo mi cabello y bajo lista para esta catastrófica noche.

Al bajar ambas nos metemos en mi auto-conduce tu, tengo que maquillarme todavía- ella solo asiente y se pone del lado del conductor mientras yo en el del acompañante, con cuidado y precisión me delineo los ojos y rizo las pestañas, me pongo iluminador en el lagrimal y en la nariz y por último me pinto los labios de un rojo sangre.

Al llegar nos bajamos y me pasa las llaves, la meto en pequeño bolso y entramos tomadas del brazo de la otra, con nuestros peinados totalmente impecables, me atrevo a decir que somos las más hermosas de la noche, a diferencia de la mayoría nosotras si vivimos en esa época y los vestidos que tenemos son realmente de esos años.

Me dirijo hacia la mesa donde hay ponche y me sirvo un vaso, pero esto no tiene alcohol asique no creo que pueda alejar la incomodidad de tener a nik, no nik no, niklaus o klaus, pero prefiero niklaus, decirle klaus me hace sentir que es un extraño y aunque quisiera que fuera así se que no lo es, pasamos demasiado como para considerarlo un extraño y lo peor de todo es que se que va a querer hablar, pero no quiero, no puedo.