Virginia es nueva en la ciudad de Kansas y para ella, probablemente el estar en América es la peor decisión que su padre ha llegado a tener, más aún después de conocer a Fred quién no duda ni un segundo que su nueva manera favorita de divertirse es...
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Reí al sentir como los brazos de Fred me rodeaban desde la espalda. Acarició mi estomago crecido y no pude evitar hacer una mueca al sentir movimiento ahí dentro. Era bastante extraño, aún no me acostumbraba a eso.
-Es muy inquieto. Va a ser un dolor en el culo cuando nazca.-Murmuró besando mi mejilla.
-¡Fred!.-lo regañé. Rió.
-Bueno, ahora que Virginia está aquí ya puedo darles la sorpresa.-canturreó Sasha.
-¿Les dirás que te saliste de la universidad?.-se metió la madre de Fred.
-¿Qué? ¿Tú ya lo sabías?
-¿Te saliste de la universidad?-pregunté yo.
-Esa no es la sorpresa.-habló entre dientes.
-¿Cómo que te saliste de la universidad?-repetí.
-Antes de que me digas algo, quiero que sepas que Fred ya me regañó ¿Bien? Y llegamos a un acuerdo.
-Va a empeñarse en mejorar en la fotografía.-informó él.-Tiene que ser de las mejores.
-Lo seré.-convenció.-Pero bueno...-le restó importancia con un ademán.-Ahora ambos cierren los ojos. Está en su habitación, así que yo los guiaré.-¡Rápido!-incitó al ver que no nos movíamos
Con pesar le hicimos caso y, mientras la madre de Fred me guiaba, mi novio era empujado por su mejor amiga.
-¡Au!.-lo escuché quejarse.
-¡Te dije que con cuidado!.-chilló Sasha.
-Eres pésima guiando a las personas.
-Chssss. Bien, ahora, abran los ojos.-Pidió. Así lo hice, quedando casi boquiabierta al ver lo que había al lado de nuestra cama. Señalandola con ambas manos ella se mantenía parada a un lado-¡Tadan!
Era una cuna. Una realmente grande y preciosa. Mis manos cubrieron mi boca y mi vista se volvió borrosa por las lágrimas que empezaron a salir. A mi lado, Fred rió y me abrazo, estaba igual de sorprendido que yo.
-Quería ser la primera en darle el mejor regalo de su vida. Y lo he logrado.-Se apresuró a acercarse a mí. Me abrazó antes de arrodillarse y besar mi vientre con entusiasmo-¿No es tu tia Sasha la mejor del mundo?-Le habló, haciéndolo moverse.
Entre lágrimas también reí siendo testiga de una de las mejores escenas de mi vida.
-Debió salirte en una fortuna.
-Las colegiaturas de Wester son tan costosas que incluso pareciera que te cobran el agua de los bebederos. Llevo dos meses sin pagar y logré juntar para esa belleza.-fingió llorar-Estoy tan orgullosa de mi.
