I9

24 4 0
                                    

Esto era un caos total

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esto era un caos total.

No sabía en qué momento de mi vida se me había ocurrido que mezclar ese panquesillo de chocolate con la soda que estaba en la nevera era buena idea. Simplemente... había sucedido y no era como que Sasha fuese a detenerme. Incluso me dijo que ella también quería. Pero ella parecía en perfectas condiciones.

Tal vez se debía a que mi estomago no estaba acostumbrado a ingerir gaseosas.

-Mierda, Virginia.-Murmuró Sasha, detrás de mi, mientras sostenía mi cabello para que no lo ensuciara con lo que sacaba de mi boca directo al retrete.-Detente o lloraré.-Pidió, con preocupación.

Terminé con un par de arcadas debido a que sentía que quería sacar algo más, pero parecía no quedar nada en mi estomago.

-¿Estás bien?-Preguntó Sasha, con los ojos cristalizados.

Le di una sonrisa intentando tranquilizarla. La semana pasada a Fred le había dado una gripe muy fuerte y la fiebre lo había atacado. No sabíamos lo que le pasaba y hasta que lo llevamos al doctor Sasha no había parado de llorar por la preocupación de que su mejor amigo iba a morir... eso según ella.

-Estoy bien. Solo... no me dejes volver a tomar soda.-Pedí.

-¿Estás segura que fue eso? Ni siquiera te acabaste el vaso cuando ya estabas corriendo para acá.

-Lo más seguro es que si...

Sasha me miró, mordiéndose el labio, como si quisiera decirme algo, pero se detuvo. Me ayudo a ponerme de pie y reí al sentir como no me soltaba y me ayudaba a llegar al lavamanos para enjuagar mi boca.

-Deberíamos de llevarte con el doctor.-Inició cuando ya estábamos de nuevo en la cocina. Levantábamos el desastre que habíamos hecho.

-Estoy bien.-apunté.-Solo fueron un poco de nauseas ¿Hay algo que quieras decirme?-pregunte, al ver aquella mueca una vez más.

-No quiero asustarte pero... ¿Tú y Fred están cuidándose?... Me refiero a... si están usando protección cuando follan.-Fue al punto en el momento en el que se dio cuenta que no lo entendía.

No pude evitar sonrojarme, no era algo de lo que me gustaba hablar. A diferencia de ella, que no le avergonzaba en lo más mínimo su vida sexual activa, para mi era un acto muy privado.

Aún así asentí. Fred era muy cuidadoso todo el tiempo. No había manera en la que se nos escapara algo como eso.

-Me preocupa mucho eso ¿Sabes? No he podido evitar notar que tus caderas y pechos están creciendo, Virginia. Al principio pensaba que eran tus hormonas alborotadas porque tu vida sexual recién iniciaba. Pero no creo... las nauseas y los antojos inusuales en ti me están dando una mala espina. A parte, los métodos anticonceptivos no son cien por ciento efectivos.

La miré, sorprendida. Siempre había dicho que ella era todo un cerebro andante, sin embargo, en ninguna parte había escuchado que alguien de mi edad supiese todo eso.

𝙹𝚞𝚗𝚝𝚘 𝚊 𝚎́𝚕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora