Sasha había estado demasiado distante estos últimos días. Sabía a la perfección que todo se debía a la situación por la que estaba pasando. Le había estado ayudando, pero parecía que no eran lo suficientemente baratos. De cierto modo era admirable la manera en la que parecía no rendirse. Por lo que me contaba, había logrado convencer a su madre de darle el chance al menos hasta que encontrara en donde irse a vivir.
-Creo que sería buena idea si buscamos un lugar cerca de la universidad...-Comentó mientras abría el periódico.
-No creo que importe realmente, Sasha.-Su hermana se mantenía sentada en el sofá más grande. Ciertamente era la segunda ocasión en la que la veía, pero el embarazo no se le notaba, al menos no con la ropa holgada que ahora estaba usando.-Pienso salirme de ahí.
-¿Estás de broma?-Frunció el ceño.-Sophia, estás a nada de graduarte, sería una estupidez que lo hicieras.
-Sasha...
-Callate mejor.-La señaló.-No me hagas arrepentirme de decir que tú eres mi ejemplo a seguir.-Amenazó haciendo que su hermana suspirara pero sonriera. De ahí vi como sus ojos se llenaban de lagrimas.-¿Por qué lloras?¿Te duele algo?-Se puso alerta, acercándose a ella.
Negó de inmediato.
-No, es solo que... mierda, ahora estás asi de estresada y es por mi culpa.-Secó sus lagrimas.-Lo siento.-Tenía un puchero.
Sasha negó de inmediato y la abrazó.
-No digas tonterías, Sophie. Oye, ya no llores ¿Bien? Que vergüenza que Virginia te vea llorando.-Bromeó, haciéndola reir.
Negó con la cabeza limpiándose las lagrimas.
-Lo siento.-Se dirigió a mi.-Son las hormonas del embarazo.
-Está bien.-Le resté importancia.
-Gracias por ayudarnos. Sé que lo haces por Sasha y ciertamente me alegra saber que por fin a parte de Fred logró hacer una amiga de verdad.
Parpadeé completamente extrañada, porque si mal no recordaba, Sasha tenía demasiados amigos.
-Sé que Sashita es demasiado sosiable y todo el mundo quiere estar a su alrededor. Pero una cosa es que a ella le caiga bien todo el mundo y otra es que te considere un amigo de verdad. Sé que te considera de esa forma a ti, porque sino no estarías aquí, no estarías enterada de todo este problema por el que está pasando.
-Ella está al tanto, Sophie.-Le restó importancia.-¿No es así, Virginia?.-Me miró.
-¿Al tanto de qué?
-¿Cómo que de qué ?-Frunció el ceño.-De que eres mi mejor amiga. Duh.
Asentí sin querer hacerla sentir mal. Ella sonrió satisfecha y continuó con su búsqueda en el periódico. No podía dejar de pensar en todo lo que me había dicho Sophie. De cierto modo, yo empezaba a considerarla mi amiga también. Sasha era una persona demasiado alegre y positiva a pesar de todos los problemas por los que pasaba casi a diario. Sentía que era la clase de persona por la cual valía la pena estar rodeada y el que ella me considerara de esa manera, a pesar de las miles de personas que siempre estaban a su alrededor, me hacía sentir bien.
-La comida está aquí.-Escuché que dijeron. Levanté la mirada y ahí estaba Fred quién venía con una caja de lo que parecía ser pizza.-Oh, pero si la niña británica nos estará acompañando esta tarde.
-No la molestes, Fred.-Rió Sophie.-Sasha ya me contó que Virginia es hasta la líder de la resistencia en contra de tus encantos.
-¿Eso existe?-Él enarcó una ceja.-Supongo entonces que Virginia es el único miembro de esta.-Presumió pasándole la pizza.
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𝙹𝚞𝚗𝚝𝚘 𝚊 𝚎́𝚕
RomanceVirginia es nueva en la ciudad de Kansas y para ella, probablemente el estar en América es la peor decisión que su padre ha llegado a tener, más aún después de conocer a Fred quién no duda ni un segundo que su nueva manera favorita de divertirse es...