Extra 4

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San Valentín, el día del amor y la amistad, el día donde los enamorados se declaran su amor o donde te dejan en la Friendzone.

Hoy como la mayor parte de días, fui a la casa de Ray por la mañana, obviamente llevaba galletas que hice en el orfanato, para Ray y sus padres, también otras para los tortolos de Emma y Norman, esos dos eran inseparables, lo bueno es que no empalagaban, bueno, solo un poco, pero no tanto como otras parejas.

—Buenos días, ____—mamá me abrió la puerta, en cuanto la vi saque una de las bolsas con galletas que tenía y se la di— muchas gracias, se ven deliciosas.

—no tiene que darme las gracias, la aprecio mucho— le devolví la sonrisa, ella me abrazó y yo le seguí con el abrazo, después de un rato nos separamos y entre a la casa, al pasar por la sala vi al papá de Ray leyendo un periodico así que también le di galletas.

Al llegar a la habitación de Ray, abrí la puerta como pedro en su casa.

—¿Cuando pasas por el pan, wapa?— bromee viendo como Ray se terminaba de cambiar el pijama, el volteo de inmediato, su cara se tiñó al rojo vivo y se puso la camiseta lo más rápido que pudo.

—T-toca antes de entrar— dijo desviando la mirada, era una vista algo tierna, espera ¿tierna?— ¿Q-que quieres?— pregunto mientras se tiraba de cara en su cama.

—amor, comprensión y ternura—me reí mientras me echaba encima de él, mirando al techo— asisierto— saque la bolsa con galletas que tenía y se la puse en frente— las hornee ayer, espero que te gusten...

Ahora sentía mi rostro caliente, agradeci que el no me esté viendo, aunque el agradecimiento no duró mucho, el se volteó haciendo que cayera al costado de él, me miró y volvió a sonrojarse.

—gracias...— acerco su mano a mi cabeza y desordeno mi cabello, yo no reaccioné, solo me quedé mirando la expresión que tenía, el bajo lentamente su mano de mi cabeza a mi mejilla, hicimos contacto visual por un rato, hasta que mamá nos avisó que el desayuno estaba listo, ambos nos sonrojamos al ser conscientes de lo que acababa de suceder— E-eso fue raro— el rió nervioso, levantándose casi de inmediato.

— S-si, que cosas ¿no?— imite su acción— B-bueno... salgamos, recuerda que hoy salimos con los tortolos— caminé casi de forma robótica, a la puerta.

Ambos fuimos al comedor, ya era costumbre tenerme allí. Todos nos sentamos y el papá de Ray nos miró picaramente.

—¿paso algo arriba?— Ray y yo nos pusimos rojos, pero aún así negamos con la cabeza.

—Cariño, son niños—dijo la mamá de Ray comenzando a comer.

—Tienen 15, sus hormonas están alocadas— nos miro sonriendo, por mi parte comencé a comer para evitar su mirada, el señor se estaba divirtiendo con esto.

—¿Van a pasar San Valentín juntos?— pregunto mamá para poder terminar con lo que decía su esposo, se lo agradecí internamente.

—Vamos a estar de violinistas con los tortolos de Emma y Norman— dijo Ray despreocupadamente, me reí un poco.

— ¿también vas a llevarles galletas, ___?— volvió a preguntar mamá mientras me sonreía.

—Sip, aunque ayer tuve que luchar para que los demás niños no se comieran todas— reí recordando como había puesto las que había envuelto en un tapper mientras que las otras muchas que hice eran brutalmente devoradas por los demás.

—¿Ya planteaste que hacer cuando salgas de allí?— pregunto el papá de Ray, me quedé pensando por un momento.

—Supongo que voy a estudiar para ser profesora...me gusta mucho pasar tiempo con los niños así que ¿porque no?— sonreí terminando mi desayuno.

SobrevivirWhere stories live. Discover now