Sobrevivir

Extra 1

—Se que estudiar es importante— dije echándome hacia atrás atrás—¿ pero no es suficiente por hoy?

— Tu siempre dices que nunca es suficiente— dijo Ray— aparte, mañana tenemos exámenes, hay que ir preparados.

— Aggghh~~— me quejé volviendo a agarrar el lápiz y mi cuaderno.

Pasaron unos minutos y llegó la mamá de Ray con una bandeja de galletas y té.

— Veo que se están esforzando— dijo mientras dejaba la bandeja en la mesa y pasaba la mano por nuestros cabellos.

— Ray no sabe cuando parar, señora Isabella— le dije mientras metía mi lápiz entre mi cuaderno— gracias por la merienda.

— Eres una floja— dijo Ray tomando una galleta— no entiendo como puede mantenerse en un buen puesto.

— La magia de la amistad, querido— dije agarrando el vaso con té— No entiendo como pudo tener una mamá tan amable como usted.

La señora Isabella rió — yo era casi igual que Ray a su edad.

—¿Enserio?— dije viéndola con asombro— bueno, se ha convertido en un modelo a seguir para mí— sonreí.

— Oyee~— dijo Ray — a estudiar.

— Me voy llendo, chicos— dijo la madre de Ray— si necesitan algo; no duden en pedírmelo— terminó, para cerrar la puerta.

— Eres un aburridoooo— dije en tono burlón.

—No es verdad— dijo apuntándome con la galleta mordida que tenía en su mano.

— Que siiii— dije tomando una galleta de la bandeja— ¿ Como es que tu mamá hace tan buenas galletas?

— Es una receta familiar— dijo Ray tomando su taza de té.

— Quiero que me enseñe a hacerlas— dije agarrando otra galleta.

—Dije que es una receta Fa-mi-liar— me reprocho Ray con un ligero sonrojo— ¿Acaso no me escuchaste?

— ¡Pero eres como mi hermano!— dije apoyándome en la mesa— ¿No es suficiente?

— Nooo~— dijo de forma obvia— ahora a estudiar.

Yo asentí con la cabeza y comenzamos a estudiar, lo único que se podía escuchar era el como sonaban las deliciosas galletas.

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— ____— llamó la señora Isabella desde la puerta— la hermana Halei llamó hace un rato.

—¡Es verdad!— dije levantándome deprisa—¡ Voy a llegar tarde! ¡¿Que hora es Ray?!

— 15 minutos para las 9— dijo viendo el reloj que tenía en la muñeca— el tiempo paso volando.

— No te preocupes— me tranquilizó la señora Isabella— le dije que te quedarías a dormir con nosotros.

Por un momento me quedé mirándola y después la abracé, ella correspondió — Muchas gracias, me hubiese gustado que usted sea mi mamá.

La habitación quedó en silencio , en cuanto alcé la vista, pude ver a la señora Isabella mirándome con una sonrisa.

—Si quieres, puede llamarme mamá — dijo para abrazarme más fuerte.

— Me siento excluido— dijo Ray arruinando el momento.

La señora Isabella rió y atrajo a Ray para abrazarlo. Por un momento, creí que tenía una familia, que no estaba del todo sola; las lágrimas cayeron de mis ojos, no estaba triste, pero no podía evitarlo.

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Hola!!!!!!!

Este es el extra 1; realmente no se si hacer otros, ya que me gusto hacerlo.

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