Capitulo 14- recuerdos

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Un año después del incidente de la fiesta, no volvimos a tocar el tema, Dereck se formalizó como novio de Cristina, cosa que rompió mi corazón en mil pedazos y  los cambios de mi cuerpo eran cada vez más notorios para mi desgracia, por más que usa...

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Un año después del incidente de la fiesta, no volvimos a tocar el tema, Dereck se formalizó como novio de Cristina, cosa que rompió mi corazón en mil pedazos y los cambios de mi cuerpo eran cada vez más notorios para mi desgracia, por más que usara ropa ancha: odiaba todo mi ser... Lo odiaba realmente, mi vida tanto en el hogar como en la escuela eran insoportables y una de las únicas personas que me hacía sentir feliz era mi profesora de castellano, ella no era de este lugar por lo que era distinto su trato para los alumnos, era imparcial y amable a la vez.

Richard siempre me hacía bromas o me molestaba siempre en clases, aunque nunca era algo que me agrediera o me lastimara, ya me había acostumbrado a su presencia a mi lado, el estar nosotros juntos bajo el árbol se había vuelto cotidiano para nosotros, sin hablarnos simplemente leyendo o resolviendo problemas de la clase- entre él y Rebecca hacía mi estadía mas agradable.

- ¿Te quieres escapar de clases–Pregunto Richard sonriendo. Yo levante la mirada de mi libro

- ¿A que te refieres? –

- Mis padres se fueron de viaje de negocios, mi hermana mayor recuerdas que esta en la universidad no viene si no los fines de semanas a veces y la señora de limpieza siempre se va y me deja la cena ya lista. En estos momentos tengo la casa sola.. y siempre supe que siempre quisiste jugar en la consola que compré en diciembre.– propuso sonriendo, aunque estaba tentada a decir que si...

- Yo..—, dije incomoda pensando que decir. – tengo trabajo –, conteste rápidamente.

- Dile al señor Bean que estas en tus días o algo así una excusa de ese tipo. Y vienes a jugar a la consola— propuso riéndose.

- Varias chicas han ido a tu casa y las he escuchado en la clase de gimnasia contar lo que hicieron... no recuerdo escuchar que jugaran a la consola ¿ Quieres oírlo?— y Richard me miró con picardía con aquellos profundos ojos azules.

- ¿No confías en mi? – y yo levante la ceja —quiero oírlo, pero Lo escucharé cuando estemos allí— respondió riéndose.

- Pero.. nos castigarán — le respondí preocupada.

- Tranquilo, a ti te ignoran y yo diré que tengo práctica.— vamos dijo tomándome de la mano y levantándome del césped.

- "Gracias por recordarme que me ignoran Richard",- respondí colocando los ojos en blanco.

Como todo adolescente tonto había decidido seguirle caso a la rebeldía, hacerle caso al más rebelde del salón no era la mejor idea, corrimos ocultándonos entre los arbustos y saltando la reja- inclusive me tocó ayudarlo ya que se había enganchado en ella. Corrimos hacia las bicicletas para ir a su casa llena de adrenalina.

Era la primera vez que me escapaba de clases para ir a otro sitio que no era a ocultarme debajo de la cama- tenía la adrenalina a millón y al llegar a su casa pude recordar que hacía varios años que yo no pisaba ese lugar ¿Era desde preescolar o no? él abrió y en verdad no había nadie en ella.

Sidra Envenenada +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora