Redville,
Un pueblo dominado por la fabrica de Sidra más deliciosa del continente se encuentra a un paso de ser embargada, con apenas unos 1000 habitantes este perdido pueblo es el centro de la atención de unos hermanos que buscan algo más que un...
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Me desperté empapada en sudor, la frente sudada y la pijama humedecida, no hacía calor, pero vivía en mi propio infierno, vi el reloj y apenas era la madrugada, tenía tanto miedo por esa pesadilla o mejor dicho ese recuerdo que aún sentía el dolor latiente y desgarrante en la espalda y en la piel.
Varios tratamientos de belleza habían borrado esas marcas, pero las marcas más profundas ni con todo el láser del mundo podían desaparecer, la terapia tampoco ayudo del todo, solo tenía que reprimir todo, tome mi bata y fui a la habitación de Oliver.
- Oliver..- susurre abriendo la puerta me asomé y lo encontré sentado mirando la ventana hacía afuera.
- ¿Livy? —Pregunto mirándome sorprendido.
- ¿No puedes dormir?— Pregunte sonriéndole, él me miro y me sonrió.
- aun recuerdo cuando eras un bebé y te escapas para dormir conmigo ya que te daba miedo dormir sola, por los gritos de papá por lo que veo jamás perdiste ese hábito por lo que veo—,dijo él.
Yo corrí hacia la cama y me acosté a su lado.
—¿Tenias malos sueños otra vez?— Pregunto él.
—Tenía los peores sueños que alguien podía tener. Solo no quiero estar sola, yo... — dije temerosa.
- Ya veo, soñaste con ese momento solo es un mal recuerdo, él ahora esta muerto, lo sabes hay que agradecer al cáncer y la cirrosis que lo hizo sufrir lo suficiente , Ven — dijo mientras iba abrazarme. —Te cantaré alguna canción de cuna como en los viejos tiempos.. ¿quieres?— Pregunto con dulzura.
- Si. Mientras no sea alguna de boybands de los 90ta.. Siempre sentí que serías el mejor papá del mundo, Cuando terminemos esté plan de venganza, quiero que me des sobrinos pero muchos...—
- Ya veremos. Aun que Lo dudo. — respondio abrazándome,
- ¿Lo dudas? - yo creo que si, eres el hermano más guapo de todos. —. Él se sonrió, ambos quedamos dormidos, con pesadillas en varios momentos por lo que al despertar estaba cansada y ojerosa lo busqué a mi lado y lo busqué ya él se había despertado y alistado para bajar, yo fui a mi habitación para buscar algo que ponerme.
Me vestí con una falda corta color negro y una blusa roja de encaje me coloqué unas medias color piel para no lucir tanto mis piernas por respeto a la pareja tan conservadora que estaba en la casa, sobretodo la señora de Sousa que parecía salida de los años 50 sobre todo en mentalidad, busque unos tacones negros de punta de aguja y tomé un collar sencillo en forma de corazón, dejando mi cabello suelto, ya llegaba más debajo de la cintura todo ondulado al tenerlo en una coleta de pescado al dormir me había quedado con bastante ondas y las arregle en el espejo baje y mire a una niña de como unos diez años en la cocina.
- Mira mi pequeña maggie ella será nuestra invitada junto a su hermano.— Le Dijo la señora de Sousa a la niña..
- Hola pequeña. - La mire detalladamente era exacta a Cristina por lo que sentí un calambre en el estómago, aunque ella tenía el cabello un poco más oscuro igual me sentía incómoda ¿sería hija de cristina? Daba la cuenta para ser su hija pensé-
