Sidra Envenenada +18

Capítulo 5. Todo o nada

TODO  O...  NADA.

-Hermana, quiero que esa maldita de Olivia pierda todo lo que tiene, no la pueden tener viviendo de becas, dinero que es de mi padre. Yo quiero que se largue de aquí ¡no la soporto!— decía Cristina en un berrinche tirando todo  lo qué estaba frente a ella al piso.

- Pero cariño, están apenas en sexto ya el próximo año serán chicas de secundaria, no puedo hacer eso. No esta en mis manos.— la trató  de apaciguar la ira de la  niña  rubia que estaba roja de la rabia. 

-—Quiero que al menos pierda la beca, tiene muchas lo sé,lo vi en la oficina — certificó  haciendo berrinche, ella estaba roja de la ira y la muchacha mayor se acercó  a ella.

- Yo... yo no entiendo por qué le tienes odio.. ella es muy buena chica.. y ...—

- ¡Silencio!—la interrumpió, —solo hablar de ella me da asco. Piensa que andará por la vida así  cómo  si nada, primero con mi Richard y ahora con dereck ¿con que derecho? ¡La odio!...  más te vale que me ayudes en lo que yo haga o si no tu cabeza colgara sobre tu escritorio— amenazo la pequeña  a su media hermana, gritándole y apuntando a la mujer,  ésta la miró sorprendida.

— Pero cristina.. —dijo tratando de calmarla, la profesora Hilda, era una mujer sumisa en una familia poderosa que se había acostumbrado a hacer todo lo que los de Sousa le  dijeran, media hermana de Cristina por lado paterno e, hija de la directora Dianne de Souza viuda del principal y rector de la zona además de la primera esposa del patriarca de la sidra. La señora Dianne era la que llevaba a cabo la división de poder del sector de educación del clan de familiar, como llevarlos a  graduarse en la secundaria con todos los honores y estudiar en la universidad de acuerdo al rol que se jugaba en la familia.

Era todo lo que la familia acostumbraba a hacer desde su llegada en Redville hacía cuatro generaciones atrás,  junto a la familia del lado materno de Cristina, casi extinto pero igual de poderoso, al clan de Souza que gobernaba Redville  He incluso los pueblos cercanos como Vista Alegre y la pequeña manzana,  pueblos poderosos que tenían sus propias reglas y a su vez su propio mundo gobernado por el clan De Souza.

- Olivia¿ No quieres ser mi pareja en el baile de graduación? —Preguntó Dereck sin vacilar mientras comía una manzana en nuestro árbol, ambos columpiabamos los pies de las ramas pero al escuchar esta propuesta sentí como mi mundo giraba a mi alrededor haciéndome perder el equilibrio y cayendo al suelo.

Pero, algo amortiguo mi caída. 

- Ey ¿estas bien?—Preguntó Richard mientras me quitaba unas hojas del cabello con aquella sonrisa en su rostro. 

- ¿Qué haces tú aquí? —Pregunté mirándolo sorprendida.

- Venia a buscarte, la maestra quería hablar contigo respecto a lo del club de ciencias,pero jamas pensé que tu vendría a mi. —Bromeó al verme encima de él y yo tragué  en seco. 

- Yo..— tartamudeando sonrojada lo miré de cerca,  al igual que yo,   él también estaba completamente sonrojado y carrespeo..

-¿podrías levantarte?—, había caído encima de Richard por lo que él  había caído sentado en el piso y amortiguado mi peso.

- Ey¿ estas bien amigo?— Pregunto dereck preocupado bajándose  del árbol rápidamente corriendo a ayudarnos,yo me puse en pie rápidamente y richard le dedicó una de sus típicas miradas de odio, se levantó molesto sin terminar de decir lo que diría lo interrumpí  antes que hiciera algun berrinche.

—¿Y dónde estará la profesora? Pregunté nerviosa.

—No me dijo ¿Tengo que saberlo todo?.- respondió hundiéndose entre los hombros, estaba mas irritado que de costumbre 

—Lo siento por lo de la caída.. yo...- ignorándome siguió de largo hacía  el colegio.

—yo me ire, adiós — me despedí  de Dereck y  sonriéndome me contesto.

—Vamos yo te acompaño.-— propuso  yendo a tomarme del brazo para dirigirnos a  buscar  por todo a la profesora  en todos los salones.

....

En la sala de maestros me encontré con la señorita Hilda  que estaba  un poco nerviosa, con ella estaba la directora y el subdirector y yo los mire a todos .

¿ qué pasaba aquí? Y mire a Dereck que me esperaba afuera, cerrando la  puerta, tragué  la saliva y vi el rostro de cada uno en la habitación, parecían mas serios que de costumbre.

Ya veremos lo que ocurriría en este momento.

- Escuchamos que bajaste nota en ciencias--dijo la directora con seriedad. 

- ¿Yo? Yo siempre te tenido el mismo promedio-. Le contesté  sorprendida.

- No es lo que nos indicó la profesora Hilda. Si sigues así perderás esa beca y dudo con lo que te da el Estado lograrás mantenerte.

- Yo no lo creo,yo tengo un buen registro de mis notas y ...

-¡ No me interrumpa niña!.. vimos su desempeño y ha bajado bastante estos últimos exámenes. Bajas tan solo 1 punto más en estos y te quitaremos la beca—. Sentenció con frialdad la mujer frente  a mi llenandome de impotencia. 

- Pero yo no he bajado nada.- me quejé  un poco molesta. —¿Seguro no están confundidos?

- ¿Esta diciendo que somos incompetentes?¿ Qué estamos delirando? ¿Qué somos unos ineptos?— Decía el subdirector mientras golpeaba la mesa una y otra vez.

- Yo.. no ..— dije nerviosa, vi a la profesora hilda  ansiosa moviendo  los ojos rápidamente  y respire profundamente.—yo no dije eso, lo entiendo... Yo estudiaré con más dedicación.¿ Eso será todo lo que me dirán?— Pregunté tratando de sonar lo más amable que me era posible.

- Si, anda a tu salón- ordeno el subdirector señalándome  la puerta.

Al cabo de los años me di cuenta que la señorita hilda tenía mucho más miedo  que yo en ese lugar, ese miedonde poder enfrentar  a esa familia... A su familia y lo demostró 9 años después de ese suceso.

Esa sumisa mujer terminó su vida con un suicidó a sus 35 años, siendo un golpe para el orgullo  de la directora y a su vez para el señor de Sousa

 ¿un suicido? Qué debilidad para la familia, aunque ella después pasaría al olvido... cómo muchas de sus víctimas que habían  cruzado sus destinos con aquellos verdugos.