Capitulo 22- un paso mas adelante.

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Mi momento era ver como el señor De Sousa era arrestado,  aquel hombre que había destruido mi hogar, mi familia y mi vida por  fin  caía

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Mi momento era ver como el señor De Sousa era arrestado, aquel hombre que había destruido mi hogar, mi familia y mi vida por fin caía.

Antes de que mi padre se convirtiera en un abusivo, éramos una familia clase media en Redville, mi madre tenía algunas acciones en la destiladora y mi padre tenía una pequeña granja donde su familia había cosechado maple para venderlo a la destiladora en una versión de Sidra natural, el padre de Clark Sousa estafó a mis abuelos y un joven resentido fue a trabajar en la destiladora para tratar de subsistir y mantener a la familia luego de perder el negocio que sería heredado.

¿Recuerdan que un chocolatero no puede comerse su mercancía? Mi padre trabajaba en el laboratorio de Sousa y no por mucho tiempo ya que de alguna forma Clark de Sousa todo lo que quería destruir... Lo destruía con solo tocarlo. Un talento que podía destruir incluso a su misma familia desde adentro... Su primer matrimonio... su primogénita... incluso a la hija que mas amaba: Cristina.

¿Cuál era nuestra sorpresa para aquella familia que estaba tan confiada?

Su nuero peligraba con ser denunciado por su propia hija en un arrebató de celos.

Y con su primera esposa encarcelada por un asesinato que no tenía relación aún en esta venganza, pero lo mas seguro era que esa pobre muchacha se había perdido y la habían encontrado quien no debía hacerlo y estos eran algunos de los De Sousa, ella tal vez descubriendo un pequeño almacén de drogas en el despacho del colegio sentenció su muerte.

Además, un hijo que tenía tantas multas legales: Desde ignorar el semáforo en rojo hasta por maltrato y narcotráfico, sin olvidar una hija demente, pero todo esto era poco para un operativo policial iba a llegar a la empresa: todo estaba tan en calma como si jamás iba a caer. Pensaba que todo el dinero que había soltado a varios oficiales le salvarían el pellejo, nosotros como dos idiotas estafados tocando su puerta esperando respuesta.

-¿ No va a abrir? —Pregunte a la secretaria y ella se hundió entre hombros.

- el señor no esta— respondio ella nerviosa.

—Su auto esta abajo, vamos.. —dijo Oliver apartando a un lado a la pobre muchacha.

- por favor, con lo que te paga este hombre no vale la pena que lo escondas y si no lo sabias... ve buscando trabajo en otro lado niña, este lugar ya cerro— le respondí a la muchacha que me miraba furiosa.

Al abrir la puerta de la oficina aquel hombre estaba como si fuera el capitán del titanic antes de hundirse- tomando sidra y fumando esperándonos ¿Creía que todo iría bien?

—Como ven ustedes no pueden creer que yo les devolveré el dinero, es mejor que se vayan a su casa. Ya aquí no hay nada para ustedes. Ese depósito jamás existió no les aseguro ni la empresa ni el negocio- prueben suerte en otro lugar—. Dijo sonriente.

—¿ Por que dices eso?— Pregunte curiosa

—Veamos, ustedes me dan un dinero... no les puedo asegurar que vaya a vender ¿han jugado a la lotería? Esto fue así.. y el ticket ganador... no fue el de ustedes, lo siento... niños... —

- Entendemos eso..— dijo Oliver

—pero hay alguien que no entiende...—respondí sonriendo.

—¿Me demandaran? Inténtenlo niña Sera perdida de dinero para ustedes, esto les forjara el carácter y les enseñara a no dejar el dinero con extraños— respondió sonriendo

- No, abogados no...los federales— dijo sonriendo y el rostro del hombre cambio de tono o mejor dicho "perdió su tono rojizo a un pálido papel" y nos miro sorprendido

- ¿Llegaran aquí en 10 minutos? —Pregunte sonriendo a Oliver

- Tal vez 9 ¿ hay mucho trafico en el centro no? —Pregunto sarcástico Oliver.

En menos tiempo de lo esperado la puerta se abrió y varios uniformados llegaron para llevarse todo incluido a don de Sousa. Requisaron todo y encontraron algo más que una destiladora de sidra y esto era la fachada de un deposito de droga.

—¿Dónde estaba el laboratorio?— pregunte curiosa

— Hemos requisado los depósito del pueblo del lado y encontramos un laboratorio de drogas, por lo que todo al estar a su nombre y el de su hijo y queda arrestado por cómplice de la muerte de la señorita Martha Campbell, tráfico de drogas asi tiene derecho a guardar silencio— Dijo una voz conocida detrás de nosotros, era el oficial Ronald, un buen amigo de la familia.

—¿A mi?¡ Están locos!- ustedes no podrán contra mi y... – gritaba el viejo forcejeando contra los oficiales que se lo llevaban arrastrando.

—¿ Perdimos todo ese dinero?— le Pregunte a Oliver.

—Tenemos boletos en primera fila para ver el arresto del viejo ¿ No vale la pena?— Pregunto sonriendo Oliver satisfecho-

Los oficiales llegaron con cajas negras y la muchacha que era su secretaria corrió hacia su escritorio revolviéndolo todo.

- Mas te vale que no vayas a destruir nada, porque si por tratar de cuidar un puesto que te pagan por horas que no te pagan las horas extras, puedes arriesgar tu libertad y yo que tu no lo haría ¿3 a 4 años en la cárcel por ellos? no vale la pena— le dijo Oliver a la muchacha mientras le quitaba las carpetas de las manos antes que las guardara en su bolso.

- Oliver Summer, creo que es momento que se vayan a casa, si hay muchos papeles que los involucren pueden creer que son socios de ese hombre— dijo el oficial quitándole la carpeta y arrojándola a la caja de un oficial que pasaba.

- ¿ de verdad nos pueden meter presos por negociar con él? Nosotros le dimos las pruebas y...— Oliver me interrumpió.

- Lo entendemos, las pruebas que dimos no fueron muy legales, además ¿ no sirvió para que lo atraparan? Si de mi destino va ir preso, puedo saborear ese momento en la misma prisión que él. ¿ No es mas fácil para golpear al pobre viejo desde prisión? —Dijo riéndose.

- Nunca cambias Oliver Summer,debias de trabajar para nosotros, conseguiste mas pruebas que todo el departamento — alabo el oficial a mi hermano que estaba ilusionado ya imaginado su vida en la misma prisión que Don de Sousa— Gracias a ti varios fueron despedidos por encubrimiento, te la traes Oliver...— dijo orgulloso el oficial Ronald.

Lo peor de todo... aun faltaba alguien para completar los planes, faltaba esa persona que desde los cinco años había sido insufrible para cobrar la venganza de mi vida.

"Cristina, mi Cristina de Sousa... tu eres la siguiente" — dije sonriendo mirando el desastre en la empresa junto a mi hermano.

 tu eres la siguiente" — dije sonriendo mirando el desastre en la empresa junto a mi hermano

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Sidra Envenenada +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora