𝖕𝖊𝖈𝖚𝖑𝖎𝖆𝖗 (JELSA) ®

17💭

POV's Elizabeth Arendell.
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"A veces, las emociones acaban por confundir el como ves al resto."
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Caminé junto a Jack alrededor de una hora. Aunque estuviésemos usando nuestra rapidez para llegar más rápido, aquel lugar realmente quedaba lejos. Tanto así que ya estábamos en las afueras de la ciudad, y podía distinguir el sol comenzando a ocultarse.

Aquellos momentos en silencio me ayudaron a pensar, y también entender ciertas cosas. Como el hecho de que cuando conocí a Lilia y al resto de los guardianes ella mencionó algo sobre una hija, pero yo estaba tan ocupada intentando procesar el hecho de que una copia mía me tenía alzada en los aires, que olvidé por completo aquel detalle... Hasta ahora, claro.

Me sentía tan estúpida. Todos estos días me habían estado mintiendo, ocultándome algo que era de suma importancia para aquello que respondería mis interrogantes sobre por qué yo era la doppelganger de Lilia sin compartir su sangre. Todo siempre fue omitir la verdad, y rellenar con mentiras.

¡Tuve que descubrir que me quieren matar en un ritual satánico para que me lo contaran! ¿En que mundo aquello es normal? En el mío, claro. Porque siempre que todo parece mejorar y lucir más humano, sale otra disparatada que arruina mis ilusiones de vivir de forma pacífica y serena.

No noté que Jack se había detenido, hasta que choqué con su espalda por no haber estado prestando atención al camino.

-. Lo siento, no te vi.- Murmuré, alejándome de él unos centímetros. Mi rostro quedaba un más abajo de sus hombros, por lo que tuve que redirigir mi mirada a otro lado para evitar que la situación fuese aún más incómoda.

-. No seas boba y fíjate.- Espetó, antes de continuar caminando hasta lo que parecía una edificación, y que acababa de notar.

-. ¿Qué es este lugar? ¿Es seguro, siquiera?.- Me atreví a preguntarle, mientras aceleraba mis pasos para adentrarme antes a aquella casa con aspecto antiguo.

-. ¡Ten cuidado! No quiero tener que recibir reclamos si vuelvo contigo lastimada.

Yo simplemente lo ignoré y continúe con mi caminata por el lugar. Lo primero que toqué fue el porche, el cual era idéntico al de las casa antiguas en las pelis, solo que más deteriorado y con desgastes de pintura en la madera. Sonreí ampliamente cuando distinguí un pequeño lago que se podía ver desde uno de los laterales. Jack, quién estaba a mi lado, notó hacia donde se dirigía mi vista.

-. Ni se te ocurra, niña. Ese lago está lleno de remolinos acuáticos, y ranas viscosas.- Hizo una mueca en lo último, causándome gracia.

-. ¿El temible y feroz Jackson Frost, le dan asco las ranas?.- Alcé una de mis cejas, soltando una carcajada.- Joder, algo que nunca pensé que ocurriría.

-. Cierra la boca y entra de una vez.

Me tomó del brazo con poca delicadeza, y jaló de mí hasta que ambos estuvimos dentro de aquella casa. Intenté quejarme, pero las vistas que tenía hicieron que cerrara mi boca y abriera mis ojos asombrada.

La casa era todo lo contrario a lo que se podía ver desde afuera.
Habían muebles decorando toda la estancia, los cuales parecían recién comprados. Luego estaba el papel decorativo de las paredes, el cual no tenía ninguna mancha o muestras de hongos. Todo parecía estar en perfecto estado, como si alguien todavía viviese aquí. Mientras que por fuera todas aquella vistas eran desvanecidas por un feo terreno mal cuidado.

-. ¿Cómo es que todo aquí dentro se ve tan bien, y afuera parece una escena deprimente?.- Voltee a verlo, encontrándolo viendo hacia la chimenea. Jack se encogió de hombros.