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POV's Elizabeth Arendell.



"Los secretos superen llegar a ser muy poderos cuando caen en las manos equivocadas."



Abrí mis ojos como plato cuando pasos comenzaron a resonar por el primer piso de la casa. Aquel ruido era inconfundible, y el aroma que los acompañaba sólo hizo que mis sospechas se confirmaran.

Miré a Jackson alarmada, pero este ya se encontraba lanzándome el vestido junto a mis bragas, deshaciéndose de las sábanas que le tenían cubierto su cuerpo. Por unos segundos mi mente se nubló y mis ojos se quedaron viéndolo fijamente. No había tenido oportunidad de verlo tan detalladamente mientras lo hacíamos.

-. No es momento para observar mi atractivo, pequeña pervertida.- murmuró el albino, viéndome de reojo con una sonrisa ladeada. Yo al instante reaccioné, imitando sus actos.

Me coloqué el vestido y la bragas en tiempo récord, y Mientras Jackson acomodaba todo a la perfección, yo enrollaba el listón alrededor de mi cintura. Lo pasos subiendo las escaleras se hicieron más notorios al cabo de los segundos.

Corrí hacia Jack, limpiando su cuello y deshaciéndome del hilo de sangre que aún había en aquel lugar. Él hizo lo mismo conmigo, quitándome restos de la comisura de mis labios.

Me separé rápidamente de él, y me posicioné frente al espejo para arreglar un poco mi ya no tan húmedo cabello. Jack se mantuvo en su lugar, con su típica expresión de indiferencia. A los pocos segundos la puerta se abrió, dejando ver una cabellera rubia a través de esta.

-. ¡Aquí están!.- alzó su voz la bruja de la tienda, viéndonos de reojo con aires despreocupados.

-. Déjame adivinar, ¿hiciste un hechizo de rastreo?.- preguntó Jack, alzando una de sus cejas con curiosidad. La chica asintió, encogiéndose de hombros.

-. La chica dejó algo de sangre en la acera, y a ti se te olvidó tu pañuelo.- le tendió una pequeña tela, la cual daba la sensación de ser muy suave. Jackson le sonrió de lado, tomando aquel objeto y guardándolo en su bolsillo.

La charla entre ambos se vio interrumpida cuando Lilia apareció en el marco de la puerta, junto a Mérida e Hiccup. Con la pelirroja viéndome con detalle.

-. Espero no te haya molestado, pero saqué un vestido tuyo...- Comencé a explicarme, mientras que ella solo me hacía un gesto con la mano.

-. Tranquila. Ese vestido no lo uso hace décadas. Puedes quedártelo si gustas.- habló, dirigiéndome a la vez una de sus cálidas sonrisas. Yo solo asentí con mi cabeza.

-. ¿Me explican cómo es que se te ocurrió traerla aquí?.- interrumpió Hiccup, nuevamente, viendo fijamente a Jackson, el cuál solo se encogió de hombros.

-. Claro. Pero bajemos, que este cuarto se está haciendo pequeño.

Todos hicieron caso, saliendo uno por uno hasta las escaleras, conmigo y Jack siendo los últimos en salir. Cuando estaba por seguirlos escaleras abajo, sentí el toque de Jack en mi cintura, logrando erizar rápidamente los vellos de todo mi cuerpo.

Ignoré aquello y rápidamente bajé las escaleras, intentando no levantar sospechas. Lo último que necesito es que ellos se acaben enterando de lo que acabábamos de hacer ambos.

𝖕𝖊𝖈𝖚𝖑𝖎𝖆𝖗 (JELSA) ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora