𝖕𝖊𝖈𝖚𝖑𝖎𝖆𝖗 (JELSA) ®

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POV's Elizabeth Arendell.
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"Hay veces en las que necesitas un balde de agua helada para notar en quienes debes confiar, y a quien debes alejar."
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Sonreí ampliamente al ver como el albino me llevaba escaleras arriba, en dirección al tercer piso. O como yo le digo, la guarida de la bestia.

Jackson siempre ha sido muy específico con respecto a su habitación. Nadie puede entrar, nunca. Si oigo un grito o una queja, no debo entrar. Si tengo curiosidad, no debo entrar. Si necesito algo de él grita hasta que baje. Pero no debo entrar.

Pero por fin, luego de años preguntándome sobre qué cosas tiene allí dentro, por fin podré averiguarlo.

-. No desórdenes, no rompas nada, no hagas ruido excesivo. Y juro que si enciendes el reproductor de música te encerraré en el sótano por seis días.- volteó a verme, más serio de lo normal. Asentí repetidas veces, quitándole la llave de forma eufórica.

Corrí hacia el cuarto e introduje la llave en el cerrojo, girándola hasta oír como el seguro desaparecía y me dejaba abrir la puerta. Giré el pomo emocionada, hasta que las manos de Jack sobre las mías me detuvieron.

-. Prométeme que te quedarás allí adentro.- murmuró, viéndome directo a los ojos. Asentí, alzando una de mis manos en forma de promesa.

-. Lo prometo. Solo estaré allí adentro leyendo hasta que tu amigo se vaya.- sonrío de lado, tranquilizándolo. Él asintió y sin más, quitó sus manos de las mías y dejó que terminara de abrir el pozo de la puerta.

La abrí de golpe, entrando enseguida en la habitación. Abrí mis ojos al encontrar todo perfectamente organizado.

Lo primero que te recibía era una cama para más de dos personas, pues era bastante grande, con una cabecera de oro decorándola. A continuación lo primero que había era una mesa de noche, con una lámpara en ella y algunas cosas de Jack. En el suelo había una alfombra de pelos negra, que hacía contraste con el cobertor blanco de la cama.

Le seguía una gran estantería con libros que se veían bastante antiguos. Junto a esta había una puerta a donde creo es el Baño, o quizás su guardarropa.

Finalmente, al otro lado de la habitación se encontraba un mueble, que se veía bastante antiguo, quizás era su closet. Junto a él había un reproductor de música, conectado a lo que parecía ser un parlante. Caminé enseguida hacia la estantería.

-. Bien. Ya estás aquí, ahora...- Jack apareció junto a mi y me quitó un libro que estaba por abrir.- no todos son libros, algunos sin álbumes que tienes prohibido ver. Y por favor no andes de curiosa.

-. Tranquilo, blanquito. Tan solo me quedaré aquí leyendo hasta que me indiques salir.- sonreí, viendo su semblante firme y serio. El asintió y caminó hacia la puerta. En cuanto estuvo en el marco de la puerta no dude en lanzarme a la gigante cama.

-. ¿Tienes seis años?.- me miró con una ceja alzada. Me encogí de hombros asintiendo.

-. ¿Sabes? Dicen que lo inmadura es lo ultimo que muere.- sonrío en su dirección, mientras que él solo rodó los ojos y salió de la habitación, cerrando la puerta.

Sonreí ampliamente, dirigiéndome casi enseguida a por los álbumes. Debo saber qué hay dentro de ellos, y me vale mierda lo que Jackson haya dicho.

Hojee el primero que encontré, viendo fotos en blanco y negro. Luego algunos recortes de diario y nuevamente fotos.

"Niño de doce años cae a un lago. Se confirma su muerte luego de un día de búsqueda."

"... Según testigos, el chico habría intentado ayudar a su hermana a salir del hielo, cayendo por accidente."