POV's Elizabeth Arendell.
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"Cuando no te queda nada más por hacer, siempre estará el dejar de sentir."
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•Miré confundida a mi alrededor. Podía saber que era lo que ocurría, y que cosas estaban rodeándome, pero no podía moverme.
Estaba en un trance desde que ese dibujo apareció frente a mis ojos. Podía sentir algo particular en él que me estaba llamando, pero aquello era una locura ¿verdad? Era solo un dibujo borroso de una figura negra pintado con sangre.
Luego de eso no recuerdo demasiado. Recuerdo haberme golpeado fuertemente en repetidas ocasiones. También podía oír gritos a mi alrededor, y a Lilia regañándome para que reaccionara, pero no lo hice.
Por extraña razón, solo cuando aquel hombre hizo presencia en el lugar, fue que pude ser capaz de distinguir todo a mi alrededor. Tenía a Jack a unos metros de mí, con bastante sangre en sus puños y boca. Luego estaban Hiccup y Mérida, los cuales parecían haber despedazado a alguien con la quijada, algo que confirmé cuando vi los cadáveres a mi alrededor. Ninguno se movía, por lo que deduje rápidamente que estaban muertos.
Sentía la mirada de aquella figura oscura sobre mí. Podía sentir el poder que está estaba ejerciendo en mí, de alguna forma sobrenatural.
Sus ojos grandes y penetrantes, con aquel color amarillo que parecía brillar más que todo su ser. Todo en aquella mirada me estaba hipnotizando de una forma casi inexplicable.
Cuando su voz retumbó en aquel silencio sepulcral, y todos mantenían sus miradas pegadas en él, con Hiccup siendo el único aún preocupado de Lilia, quién estaba entre sus brazos, sentí una fuerte presión dentro de mí.
Pude ver a Hans a un lado de mí, tapándome la boca y teniendo una mano dentro de mi pecho, con mi corazón entre sus garras, listo para arrancarlo en cualquier momento. En aquel momento no tuve más opción que irme con él.
Aún así, aquellos ojos no me dejaron de ver, y lo último que pude percibir en ellos fue caos. Completo y absoluto caos, como si a través de estos me estuviera mostrando su mayor anhelo.
Sentí al pelirrojo vendarme los ojos, antes de que golpeara mi cabeza contra un objeto y me dejase inconsciente. Luego de eso, solo recuerdo despertarme hace tan solo unos minutos, dentro de una habitación oscura que tenía barrotes alrededor de las ventanas y la puerta. La única que había abierta era la del baño, y en este lugar no había ningún lugar por donde escapar.
Había gritado e intentado usar fuerza para cruzar a través de los abarrotes, pero estos solo quemaban mi piel cada que los tocaba, como si estuviesen protegidos con algún hechizo. Algo que en Hans no me extrañaba, teniendo en cuenta los brujos que tiene a su disposición.
-. ¡Hans, juro por todo lo que quiero, que si no abres esa puerta ahora mismo, voy a degollarte y le daré tu cabeza a los jodidos lobos!.- Grité nuevamente, sintiendo mi garganta comenzar a picar por la fuerza que he estado ejerciendo sobre esta los últimos minutos.
Podía oír latidos detrás de la puerta. Eran alrededor de cinco personas que estaban allí fuera, pero ninguna parecía tener la atención de soltarme, o al menos de traer al pelirrojo para que yo pudiese cortarle la garganta.
Miré nuevamente a mi alrededor, buscando esta vez algo con lo que pudiese golpearlo cuando entrase, pues aún cuando yo era un peculiar y él un simple vampiro, los años que ambos teníamos no podían compararse, y sumándole mi poca experiencia en todo esto de lo sobrenatural y de la idea de un inmortal intentando usarme para un ritual, sin duda me encontraría en desventaja.
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𝖕𝖊𝖈𝖚𝖑𝖎𝖆𝖗 (JELSA) ®
Misterio / SuspensoEstaba atada y con los ojos vendados. No recuerdo con detalle su aspecto o la mirada en sus ojos, pero si puedo recordar todo lo demás. Como ese hombre la cortó en mil pedazo luego de arrebatarle su dignidad por las piernas y sumergir un afilado cuc...